“Aprender trabajando y trabajar aprendiendo” de la mano de Tándem
FORMACIÓN
El IES Abyla acogió el acto de clausura de los proyectos experienciales de empleo y formación entregando diplomas a todos los aprendices de 2024-2025
Decenas de aprendices de diferentes talleres de formación acudieron este jueves al salón de actos del IES Abyla para recoger sus diplomas por el trabajo realizado en 2025 en el marco del proyecto Tándem, un evento que coincidió con el 40 aniversario del nacimiento del programa de escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficios. A la ceremonia acudieron la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, el consejero Nicola Cecchi, el secretario general de la Cámara de Comercio, Joaquín Mollinedo y el director del SEPE, Francisco Gil.
Cecchi, Mollinedo y Gil atendieron a los medios de comunicación minutos antes de que empezara el acto para explicar los avances en materia de formación y la “estrecha” colaboración entre las diferentes entidades. En primero en pronunciarse fue el consejero de Empleo.
“Es un día especial, muy importante, porque hoy acaba un curso que ha permitido a muchas personas desarrollarse, aprender. Esperamos que a todo el mundo le sirve para desarrollarse, para su futuro profesional. Estamos convencidos de que así será”, expuso Cechi.
El consejero insistió en que desde la Ciudad Autónoma se “cree mucho” en la formación. “Es la mejor manera para ascender, para conseguir un lugar relevante en la sociedad”, puntualizó. El mandatario, antes de ceder la palabra a Mollinedo, quiso agradecer el entusiasmo mostrado desde el primer momento tanto por la Cámara de Comercio como por el SEPE, así como al profesorado implicado en que los aprendices sacaran adelante sus prácticas.
El secretario general de la Cámara de Comercio suscribió las palabras de Cecchi y señaló que este tipo de programas “demuestran” la apuesta “directa y real” de su entidad en la inserción laboral de las personas y en su formación para alcanzar el empleo mediante la combinación de diferentes talleres.
“Combina lo que es un certificado de profesionalidad y la realización de estudios con el trabajo directo y real que permita a los alumnos, cuando salen de los talleres, no solo tener conocimientos teóricos, sino también prácticos”, expresó.
Al igual que Cecchi, Mollinedo destacó la jornada como uno de los días más importantes, ya que se ponía de manifiesto que la función de la Cámara es la de “trabajar por las personas y por las empresas”.
“Al fin y al cabo somos intermediarios entre las necesidades formativas, por eso hacemos estos talleres, en función de esas necesidades que nos ofrecen las empresas. Trabajamos por las sociedades en Ceuta. El hecho de que tengamos esta nueva promoción, con nuevas personas, con nueva formación y conocimientos, ayudará a mejorar la empleabilidad. Al fin y al cabo es lo importan”, concluyó.
Antes de que diera comienzo el acto, el director del SEPE quiso también alabar el proyecto Tándem y las políticas activas de empleo, en particular los planes experienciales de formación que clausuraban este jueves.
“Es muy importante el empoderamiento de los alumnos. Porque ellos han estado adquiriendo unas capacidades que pueden cumplir también con otro de los lemas de este proyecto, que es transformando vidas. Muchos de ellos han encontrado realmente una vocación”, sostuvo Francisco Gil.
Un “capital valioso”
Durante su intervención, la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, subrayó que estos talleres de empleo suponen “una inversión en el capital más valioso” que tiene la sociedad. Explicó que el objetivo siempre ha sido reunir a personas desempleadas en un espacio colaborativo en torno a un ámbito profesional concreto, fomentando el aprendizaje, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. “A menudo el mercado laboral levanta muros; hoy estamos construyendo puentes”, afirmó.
Pérez destacó que, más allá del aprendizaje de un oficio, los participantes han recuperado la confianza en sus propias capacidades. Les animó a aprovechar “cada herramienta y cada hora de práctica” desarrollada durante estos meses, señalando que la meta final es que cada alumno se convierta en “el motor de su propio futuro”. A su juicio, la clausura del taller es “el testimonio del éxito de las políticas activas de empleo”.
Según indicó, los resultados del programa son visibles tanto en la mejora de infraestructuras y servicios públicos como en la preparación de un grupo de profesionales con competencias actualizadas, listos para reincorporarse al mercado laboral. En este sentido, remarcó que estos talleres cumplen una doble función social: dignificar el trabajo y mejorar el entorno.
La delegada incidió en que los talleres de empleo responden a una necesidad real de cualificación en la ciudad, al combinar formación teórica con trabajo efectivo. “Es la fórmula donde todos ganamos: se genera empleo, se fomenta el aprendizaje y se fortalece el sentido social”, señaló, mostrando su convencimiento de que los participantes lograrán acceder a contratos estables.
En su discurso, Cristina Pérez quiso agradecer de forma expresa la labor de monitores, directores y equipos formativos, a quienes atribuyó un papel clave en el proceso que ha permitido al alumnado obtener sus certificados de profesionalidad. También reconoció el trabajo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), representado en el acto por su director provincial, Paco Gil, así como el apoyo de la Ciudad Autónoma de Ceuta y de la Cámara de Comercio.
La delegada cerró su intervención animando a los participantes a no desaprovechar la oportunidad que supone esta formación y a aplicar los conocimientos adquiridos en beneficio de la sociedad, deseándoles éxito en su incorporación al mercado laboral y trasladando un mensaje de felicitación y agradecimiento a todas las personas e instituciones implicadas en el desarrollo de los proyectos.
Antes de finalizar la ceremonia, se hizo entrega de los diplomas otorgados a los aprendices, que realizaron trabajos guiados tanto por la Ciudad como por la Cámara de Comercio en zonas como el cementerio de Sidi Embarek, Santa Catalina, jardines y espacios verdes, en el almacén de festejos de San Amaro, o fabricando trajes ceremoniales enfocados en las cuatro culturas.