Absueltos de supuestos malos tratos el padre, el tío y la abuela de un niño de seis años

TRIBUNALES

El juez ha considerado que la declaración del menor, que ha sido reproducida en sala, había sido orientada por la madre. Las acusaciones estudiarán si recurren o no la sentencia cuando esté redactada, por lo que aún no es firme

Detalle de la campana del Juzgado de lo Penal.
Detalle de la campana del Juzgado de lo Penal. | S.C.

Ceuta/ “Ha llegado un punto en el que ya no puedo más. No quiero volver con él, ya he aguantado bastante. Estoy muy bien con mi madre y no quiero verlo más”. Así terminó su testimonio un niño que tenía seis años en octubre de 2024, cuando se le tomó declaración por un presunto delito de malos tratos habituales y otro de maltrato simple que habría cometido su padre contra él y por los que las acusaciones pedían un total de cuatro años de prisión. Solo la acusación particular —pero no la Fiscalía— también había extendido la imputación hacia el hermano del investigado y a la madre de ambos varones adultos, si bien solo les atribuía a estos últimos actos menos graves como reírse del pequeño o chillarle. Finalmente, todos los acusados han sido absueltos de todos los cargos al considerar el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta que la declaración del menor había sido orientada por la madre y también basándose en la incongruencia de que ella lo dejara continuar con el régimen de visitas posteriormente a la denuncia de estos hechos, el 24 de julio de 2024. La sentencia ha sido dictada in voce este jueves, pero aún no es firme.

La declaración del niño constituyó la principal prueba de cargo en un juicio en el que también declaró la madre del menor durante unos 40 minutos, mientras que la prueba del testimonio del pequeño fue reproducida en sala como preconstituida. La defensa pidió la nulidad de la grabación a comienzos del juicio, si bien el magistrado ordenó que se practicase reservándose hasta el final si la tendría en cuenta a efectos de sentencia.

El principal acusado y padre del niño tiene condenas anteriores relacionadas con los malos tratos en el ámbito familiar; entre ellas una reciente por haber quebrantado la orden de alejamiento que lo separaba de la madre del menor. Se le imputa que le hubiese pegado al niño en el culo cuando lo tenía irritado, haberle retorcido un brazo cuando lo tenía escayolado, haberle insultado a él y a la madre o haberle dejado sin comer algunos días; hechos que habrían transcurrido durante al menos el año y medio anterior desde que se presentó la denuncia en julio de 2024. “Mi padre me pega sin sentido”, afirmó el pequeño al declarar frente a un psicólogo.

Los acusados, que solo han respondido a las preguntas de su abogado, Javier Izquierdo, han achacado los cargos a los “celos” que siente la madre por la nueva pareja del padre o por el propio trato que le han dado al niño en el domicilio familiar paterno; “demasiado consentido” incluso en la opinión de la abuela desde que se divorciaron los progenitores cuando el pequeño solo tenía un año de edad.

La defensa ha mantenido que no existe un relato de hechos más allá de la declaración del niño, que habría estado “manipulada” según los acusados. Tanto el menor como la madre eran supuestamente insultados por el padre, pero ni el chico ni la mujer han recordado estos insultos en sus testimonios. La estrategia de la defensa se escudó en que la madre continuó dejando que el menor fuera con el padre en el régimen de visitas que tenían posteriormente a que se produjese la denuncia que abrió este procedimiento. También en que, durante su testimonio, el pequeño habría utilizado expresiones demasiado propias de un adulto como “ya he aguantado bastante”.

“Demasiados detalles”

En cambio, las acusaciones han afirmado que el relato del menor es persistente, creíble y aporta “demasiados detalles” para ser falso, especialmente por la edad del testigo, según la Fiscalía. La acusación particular se ha acogido a que en el domicilio paterno se vivía un “clima violento” con discusiones reiteradas entre los miembros de la familia; que la abuela le habría tirado una zapatilla en algún momento al menor o que el tío del pequeño se habría metido con él llamándolo “vampiro” cuando se le cayeron los dientes de leche; datos aportados por el niño en su testifical.

Los acusados llevan 16 meses sin ver al pequeño como consecuencia del proceso judicial y el padre sigue en prisión por la referida condena impuesta al haber quebrantado la orden de alejamiento. “Es duro. He sufrido mucho, y mi madre y mi hermano están sufriendo mucho”, ha declarado el principal acusado.

En el ejercicio de su derecho a la última palabra, la abuela del niño ha rogado al tribunal que tuviese en cuenta que estos últimos 16 meses han supuesto “un calvario” para los familiares y que le han repercutido negativamente en su propia salud. “Mi nieto es muy importante en nuestras vidas“, ha concluido la mujer.

Finalmente, el magistrado Miguel Ángel Cano ha declarado como lícita la prueba preconstituida de la declaración del niño, si bien ha considerado que estaba orientada por parte de la madre “desde el principio”, quien le habría dicho “lo que tenía que decir” ante el psicólogo que lo interrogó. Tras un breve receso al final de las conclusiones de la defensa, el juez ha puesto en pie a los acusados y los ha absuelto, si bien la sentencia aún no es firme y las acusaciones deberán valorar si la recurren cuando esté escrita.

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