Acusado de quebrantar una orden de alejamiento contra una niña de 12 años

El Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha acogido este martes un juicio en el que un varón que responde a las iniciales A.A. ha sido acusado de haber quebrantado la orden de alejamiento que lo separa de una niña de 12 años. Sobre el hombre pesa la citada medida cautelar desde septiembre de 2024 a la espera de un futuro juicio en el que está investigado por supuestos abusos sexuales que habría cometido contra la menor de edad cuando ella solo se econtraba estudiando Educación Primaria.

Durante las cuestiones previas, la defensa del acusado ha pedido que su cliente declarase en último lugar, por lo que primero han testificado tanto la niña como el padre de la misma. El interrogatorio con la menor ha sido inusual, tanto por la edad de la testigo como porque ella ha debido señalar en un mapa las distintas ubicaciones donde supuestamente se produjo la aproximación. Esto ha hecho que tenga que sentarse al lado del fiscal, pero también que las defensas se acerquen a la otra parte del estrado. También se ha instalado un biombo entre ambos.

No obstante, la niña ha mantenido su versión sobre los hechos denunciados. Durante la mañana del pasado 15 de septiembre, sobre las 8:15 horas, se cruzó con el acusado en las inmediaciones de su nuevo instituto, en el que comenzó el curso una semana antes. De acuerdo con la denuncia, ella iba acompañada en coche de su padre, mientras que el investigado, también conducía otro vehículo, acudía a llevar a sus dos hijas al mismo centro educativo.

Su padre ha respaldado su versión, añadiendo detalles del otro procedimiento como que ambas familias son vecinas de la barriada en la que viven y que la niña ya se había encontrado “más veces” a su supuesto agresor desde la existencia de la orden de alejamiento. El progenitor también ha tildado al acusado de “psicópata” y ha añadido que la niña confió en él —refiriéndose a la anterior denuncia— porque ella ha compartido curso con una de las hijas del varón.

El presunto delito por el que se encausa este procedimiento radica en que el auto que establece la orden de alejamiento no solo prohíbe al acusado a acercarse a menos de 100 metros de la niña, sino también a la misma distancia del colegio o centro de estudios de la adolescente. Esta es la tesis de la Fiscalía, que ve que se ha quebrantado la medida cautelar porque mantiene que el hombre sabía que la menor acudía a este instituto desde días antes.

Por su parte, la defensa argumenta que su cliente no tenía constancia del cambio de centro educativo y también que el sitio donde él suele aparcar el coche para esperar a sus hijas a la salida del instituto se encuentra a más de 100 metros de la puerta del centro. El varón ha tildado de “mentira” las acusaciones, y su abogada se ha escudado en la “enemistad” que siente la otra parte con su cliente y en la ausencia de dolo del acusado a la hora de haber cometido los hechos denunciados.

El juicio ha quedado visto para sentencia este martes.