Se enfrenta a cinco años de prisión por un robo en un estanco con un machete "de grandes dimensiones"

Ceuta/ Un hombre que responde a las inciales K.A.A. se enfrenta a cinco años de prisión por el robo en un estanco de la ciudad autónoma provisto de un machete de “grandes dimensiones” y que los testigos han estimado de alrededor de 35 centímetros de longitud. La defensa ha alegado en el juicio, celebrado este lunes en el Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta, que no se ha desvirtuado la presunción de inocencia de su cliente, si bien se han aportado imágenes que las acusaciones consideran “claras” a la hora de incriminar al procesado.

Los hechos denunciados se remontan la madrugada del domingo 29 de diciembre de 2024 sobre las 00:07 horas. Según el denunciante —el dueño del establecimiento— y también el empleado que en ese momento estaba trabajando en el estanco, el acusado entró con un casco semintegral puesto y amenazó al trabajador para que le diera el contenido de dos cajas registradoras; un poco menos de 2.000 euros en total además del teléfono móvil del tendero.

El empleado, que ha declarado como testigo en la vista, ha asegurado que reconoció a K.A.A. por la voz, así como el denunciante ha afirmado que le vio quitarse el casco cuando salía del establecimiento. De acuerdo con la declaración de este último, en el momento de cruzar sus miradas el acusado le dijo “perdona, estoy enganchado” como disculpa, ya que ambos se conocen “de toda la vida”. El procesado supuestamente lesionó al trabajador golpeándolo con el machete en el brazo y en el hombro izquierdo, si bien las lesiones no fueron graves y no llegó a producirse ningún corte a pesar de que la víctima reclama una indemnización.

“Me tiene miedo”

El acusado ha insistido, en la línea de su representación letrada, que el denunciante le tiene “miedo” por otros sucesos anteriores, como cuando lo dejó “inconsciente” —según su testimonio— tras una pelea en un after que el dueño del estanco nunca denunció. Ambos han reconocido que se conocen “de toda la vida”, si bien el segundo ha incidido, a diferencia de K.A.A., que su relación “no era mala”. “Me tiene miedo porque sabe que soy más bravo que él”, ha resumido por su parte el procesado, que ha negado ser la persona que se ve en las imágenes aportadas.

El argumento del acusado para negar su implicación en los hechos es que estaba “escondido” al encontrarse en busca y captura por otra causa, si bien no ha podido ser corroborada esta coartada por haberse aportado un testigo “a última hora” en lugar de en el proceso de instrucción o en la audiencia preliminar.

K.A.A. también ha reconocido haber cometido, ante las preguntas del fiscal, otros robos de características similares, y las acusaciones consideran que los hechos denunciados concurren en un delito de robo con violencia en un establecimiento abierto al público gravado por el uso de un instrumento peligroso y la agravante de disfraz al llevar puesto el casco; así como un ilícito leve de lesiones.

Por su parte, la defensa ha pedido la absolución de su cliente porque no considera que en las cámaras se aprecie su cara y porque cree que las declaraciones de los testigos son “contradictorias”, tanto entre sí como con respecto a lo expresado en instrucción. La abogada de K.A.A. tampoco considera que haya sido probado que el estanco pudiera estar abierto al público en ese momento, la peligrosidad del arma o que el denunciante tenga licencia para poner las cámaras de seguridad.

El juicio ha quedado visto para sentencia este lunes.

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