Ceuta y el espíritu de la Navidad
El calendario vuelve a marcar el 24 de diciembre, una fecha profundamente arraigada en la tradición cristiana y cargada de simbolismo para millones de personas en todo el mundo. La Nochebuena, que conmemora el nacimiento de Jesús, es un momento de recogimiento, esperanza y reflexión, pero también de encuentro, solidaridad y mirada hacia el otro. Valores que, más allá de la fe, poseen un carácter universal y necesario en cualquier sociedad.
En Ceuta, esta celebración adquiere una dimensión especialmente significativa. Nuestra ciudad, singular por su riqueza cultural y religiosa, vuelve a demostrar que la convivencia no es solo un concepto abstracto, sino una realidad construida día a día. En una tierra donde conviven distintas confesiones, tradiciones y formas de entender la vida, la Nochebuena se convierte en un punto de unión, en una jornada donde el respeto mutuo y la empatía se imponen a las diferencias.
No es casualidad que, en estas fechas, se multipliquen los gestos solidarios. Asociaciones, entidades sociales, instituciones y ciudadanos anónimos redoblan esfuerzos para que nadie se sienta solo, para que quienes atraviesan momentos difíciles encuentren apoyo y calor humano. Ceuta vuelve a mirarse a sí misma y reafirma uno de sus rasgos más valiosos: la capacidad de tender la mano sin preguntar a quién, simplemente porque es necesario.
En un contexto global marcado por conflictos, tensiones sociales y discursos de confrontación, la imagen de una ciudad diversa que se une en torno a valores como la paz, la convivencia y la solidaridad cobra un valor aún mayor. Ceuta lanza un mensaje claro: es posible vivir desde el respeto, compartir espacios y tradiciones, y construir comunidad desde la diferencia.
La Nochebuena no debe entenderse solo como una celebración puntual, sino como una invitación a mantener vivo su espíritu durante todo el año. A practicar la tolerancia cuando surgen dificultades, a escuchar antes de juzgar y a recordar que una sociedad fuerte es aquella que no deja atrás a los más vulnerables. Que estas fechas sirvan para reforzar el compromiso colectivo con una Ceuta más humana, más justa y más unida, donde la convivencia siga siendo su mayor seña de identidad.
