Justicia para el cabo Dris

Han pasado 3 años desde aquella fatídica madrugada en la que unos sicarios de la banda del ‘Piolín’ asesinaron a sangre fría al cabo de Regulares Dris Amar Mohamed. Era un profesional querido en Ceuta, que había sido condecorado con la Cruz de Bronce a la Constancia en el Servicio, premio que se entrega a los militares de complemento y de tropa con al menos 15 años de carrera y que han demostrado una conducta intachable.
El juicio en la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta comenzó este lunes con la selección del jurado popular que debía dictaminar el veredicto contra 4 acusados por asesinato o cooperación necesaria para el homicidio ocurrido aquel 10 de octubre de 2022.
Se preveía un juicio largo, de semanas dado la cantidad de pruebas, peritos y testigos que debían acudir a la vista, pero contra todo pronóstico parece que acusaciones y defensas han llegado a un acuerdo. En la fase de alegaciones los letrados de los investigados defendieron la “inocencia” de sus clientes y pidieron su “absolución”, pero todo dio un giro inesperado.
Las acusaciones pedían la prisión permanente revisable por delitos como asesinato con premeditación, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas. Antes del inicio de las testificales, los 4 investigados reconocieron todos los hechos que se les imputan, desde encubrimiento o complicidad hasta dos de ellos que admitieron el asesinato planificado del cabo Dris, un militar inocente, casado y con dos hijos menores cuando acabaron cobardemente con su vida.
Los familiares de la víctima, presentes en la sala, se ahorrarán el mal trago que tenían previsto para las próximas dos semanas, pero lo que de verdad importa en este momento es que se haga justicia y los cuatro criminales acaben entre rejas el mayor tiempo posible.
Los dos asesinos confesos, que apretaron el gatillo y vaciaron cargadores cobardemente y sin piedad en las piernas de Dris, merecen una pena dura y ejemplar. Sus dos cooperadores necesarios, el vigilante y el sujeto que, con su llave, les abrió tanto el garaje como el ascensor, también deben recibir un castigo a la altura de su responsabilidad en el asesinato.
Ya nada devolverá a Dris a su familia. Lo que sí esperamos todos, más allá de negociaciones y ahorro de tiempo para magistrados y abogados, es justicia.