Un Plan Estratégico con avances y cuentas pendientes
El pasado mes de octubre se cumplieron tres años desde la aprobación del Plan Estratégico de Ceuta por parte del Gobierno de la Nación para el desarrollo socioeconómico de Ceuta y es momento de hacer balance teniendo en cuenta que este plan, inicialmente, contaba con una vigencia de 4 años, aunque el presidente Vivas quiso aclarar en su balance realizado este miércoles, que no exactamente tiene que ser así, puesto que hay acciones registradas en el Plan hasta el año 2030.
Al margen de eso, Juan Vivas destacó los “grandes avances” que hubiesen sido imposibles sin la puesta en marcha del Plan Integral como el cable eléctrico que conectará Ceuta con la Península, al desdoblamiento de la N352, la estación marítima, el orden que se ha producido en la frontera, el Real Decreto para la acogida y traslado de menores migrantes, la cesión de suelo por parte del Ministerio de Defensa, el Plan de Vivienda, la consolidación del juego online, la construcción del futuro Centro de Datos, el crecimiento del Puerto o el alumbramiento de un nuevo modelo económico prometedor. Sin duda, son cuestiones muy importantes que han ayudado al crecimiento de Ceuta en estos últimos tres años, a lo que hay que unir que la financiación procedente del Estado ha experimentado un incremento del 35%.
Por eso al César lo que es del César y, en este sentido, hay que aplaudir los compromisos cumplidos por parte del Estado en el Plan redactado y que, sin bien costó dar los primeros pasos, poco a poco se han ido ejecutando actuaciones que han permitido los avances anteriormente mencionados.
Pero no podemos detenernos aquí, pues evidentemente hay demandas y compromisos plasmados en el documento que continúan sin ejecutarse y, en ese aspecto, el Gobierno de la Nación debe ponerse manos a la obra para garantizar que Ceuta sea equiparable y cuente con los mismos servicios que el resto de ciudades de España. Es un derecho que nos pertenece y por el que Ceuta, desde el primero hasta el último, debe luchar. En este sentido, seguimos a la espera del centro del Brull, de la construcción de la nueva comandancia de la Guardia Civil y de la Jefatura de la Policía Nacional, la normalización de la aduana comercial, el abaratamiento de las comunicaciones marítimas o aéreas, una mayor atención en el fenómeno migratorio o la necesaria atención que se requiere en áreas tan sensibles como el de la Sanidad o Educación.
Son cuentas pendientes del Estado con Ceuta y únicamente se pueden llevar a cabo si se sigue trabajando, como bien destacó el propio Vivas este miércoles, desde la coordinación, la lealtad institucional y dejando a un lado intereses políticos y siglas. Y en eso, precisamente, al Gobierno de Ceuta nadie puede darle lecciones.