Una reunión clave para Ceuta
La cita que este jueves mantendrán en Madrid Juan Vivas y María Jesús Montero no es una más en la agenda institucional. La situación económica de Ceuta, la dependencia de la Hacienda estatal y la necesidad de dar estabilidad a un modelo fiscal propio y singular colocan este encuentro en el centro de las aspiraciones de la ciudad. La negociación se produce, además, en un contexto de incertidumbre política y presupuestaria que exige claridad, compromiso y visión a medio plazo.
El Régimen Económico y Fiscal ha sido el principal instrumento para compensar las limitaciones estructurales de Ceuta. Blindarlo y adaptarlo a los nuevos tiempos, a una economía digital y de servicios, es un paso lógico y necesario. También lo es revisar las bonificaciones a la Seguridad Social, garantizar su continuidad y eliminar restricciones que han mermado su alcance.
La competitividad fiscal de Ceuta no puede entenderse como un privilegio, sino como una herramienta para crear empleo y atraer actividad económica a una ciudad extrapeninsular y fronteriza.
A ello se suma una cuestión social de enorme calado: la sobreocupación en los centros de menores migrantes. Las ayudas puntuales del Estado han aliviado parte del esfuerzo, pero no bastan para sostener un sistema que, por su dimensión y complejidad, excede las competencias locales. La creación de un fondo estable, automático y suficiente no es una aspiración política, sino una necesidad de gestión responsable.
Vivas acude a Madrid con la legitimidad que le da el respaldo de una ciudad que cumple, que ha demostrado solvencia en la administración de sus recursos y que busca soluciones estructurales, no parches coyunturales. Montero tiene ahora la oportunidad de consolidar esa relación de corresponsabilidad que siempre ha definido el vínculo entre Ceuta y el Estado. Porque lo que está en juego no son solo cifras, sino el futuro de una ciudad que necesita estabilidad, confianza y certidumbre para seguir avanzando.