Sanidad en vilo
Si uno pasea por cualquier barrio de Ceuta y pregunta por la sanidad pública, rara vez escucha un “todo va bien”. Por eso no sorprende que el PP haya anunciado un Plan Estratégico para “curar” un sistema que, según ellos, está en crisis. La vicesecretaria Carmen Fúnez lo presentó rodeada de las caras más conocidas del partido, con la prensa delante y un mensaje claro: esto va en serio… o al menos esa es la promesa.
El plan, dicen, se apoyará en sindicatos y colegios profesionales. Y es buena señal que estén todos en la mesa, porque si algo necesita la sanidad ceutí es menos discursos y más manos trabajando juntas. La idea de Feijóo de crear una “carpeta Ceuta” en un hipotético Gobierno del PP suena a compromiso, aunque también recuerda a esas carpetas que todos tenemos en el escritorio del ordenador: algunas se abren mucho y otras se quedan años cogiendo polvo.
Más allá de los grandes titulares, el diagnóstico que reconoce Fúnez es el de siempre: faltan profesionales. Falta una UCI pediátrica, sobran viajes a la península para tratamientos esenciales y la Radioterapia sigue siendo una promesa pendiente. Y mientras tanto, el Ministerio —al que Ceuta depende directamente— y las cifras del presupuesto no logran casar. Lo de dejar millones sin ejecutar mientras se asegura que “no hay dinero” para reforzar plantillas no deja de sonar a mal chiste.
En este baile de reproches, Fúnez y Vivas insisten en que el PP “cumplió en el pasado” y que, si llegan al Gobierno, traerán ese mismo cumplimiento al futuro. Suena bien. Pero Ceuta ya ha escuchado demasiadas veces que “esta vez sí”. La ciudad no necesita más gestos, sino medidas que se noten en consultas menos saturadas y en tratamientos que no obliguen a cruzar el Estrecho.
Ojalá este plan no sea otro catálogo de buenas intenciones con lazo azul. Porque, en sanidad, lo que menos falta hace son titulares bonitos y lo que más urgencia tiene son soluciones reales. Al final, la cuestión no es quién promete más, sino quién es capaz de cumplir de verdad. Y Ceuta, sinceramente, ya va necesitando resultados, no discursos.