La saga de los García Conde una familia dedicada a las armas (Parte primera)

COLABORACIÓN

Comenzamos la saga en Alejo García Conde Mercado; este se encontraba destinado en Ceuta en 1751 como sargento mayor del Regimiento de Infantería de Línea de Navarra nº 25, regimiento de guarnición en esta plaza para su defensa

Batalla de Sacramento, 28 de febrero de 1847.
Batalla de Sacramento, 28 de febrero de 1847. | CEDIDA

Alejo García Conde Mercado, natural de Navarra, contrajo matrimonio en Ceuta con doña Teresa García Conde, natural de esta ciudad, su prima hermana.

De este matrimonio nacieron: Alejo García Conde-García Conde (1751, Ceuta), Diego (1760, Barcelona), Antonio (1762, Barcelona), Jaime (1767, Barcelona) y Juan (1768, Barcelona).

Escribiremos en primer lugar a Alejo, al ser el primero en nacer y debido a su nacimiento en Ceuta.

Alejo García Conde García Conde nació en Ceuta el 2 de agosto de 1751, siendo bautizado en la catedral.

Ingresó en el ejército desde muy joven; adjuntamos su hoja de servicios.

Hoja de servicio española de Alejo García Conde
Hoja de servicio española de Alejo García Conde | CEDIDA

Alejo García Conde-García Conde intervino en la Campaña de Argel de 1775, resultando herido. En 1779 participó en el Asedio a Gibraltar.

Por Real Decreto de 1789, fue nombrado gobernador político militar e intendente de la provincia de Comayagua (Honduras), a la vez que comandante general de armas. Antes de partir para Honduras, contrae matrimonio con su prima hermana Tomasa de Sastre y Conde, hija del teniente coronel Mateo Sastre, que había sido gobernador de Sonora y Sinaloa, México. De este matrimonio nacieron María del Carmen (1790) y Alejo García Conde Sastre, que falleció a los 18 años de edad en Guatemala.

Durante los años 1790 y 1791, ejerció como interino del comandante general y principal sustituto del capitán general en el establecimiento de la Costa de Mosquitos (Mosquitia situada entre Honduras y Nicaragua). Con fecha de 20 de septiembre de 1791, solicita ascenso a coronel. Ascenso que le sería concedido el 16 de abril de 1792.

El 21 de enero de 1795, Alejo García Conde es designado para dirigir el gobierno en Sonora y Sinaloa (México). Año en que fallece su esposa.

En junio de 1796 solicita y se aprueba su nuevo matrimonio, ahora con María Teresa Vidal de Lorca; al casarse, su nueva esposa contaba con 19 años de edad; Alejo García Conde tenía 44. De este matrimonio nacerían diez hijos. Alejo García Conde Vidal de Lorca, María Josefa, Guadalupe, Rafael José, Francisco Javier, Pedro, María Benita, María Guadalupe, Mariana y Joaquín.

Desde su llegada a las provincias de Sonora y Sinaloa, siempre tuvo problemas con las naciones indias; en su distrito, entre otras estaban las siguientes, Yoquis, Mayo, Pima, Ópata, Sori, Eudate, Apaches y Navajos.

En 1802 obtuvo el ascenso a brigadier de infantería de los Reales Ejércitos.

En 1805, Alejo García Conde pasó a Arizpe, estableciendo allí la capital administrativa de Sonora y Sinaloa.

En 1810 comienzan sus luchas contra los insurgentes. Las fuerzas realistas derrotaron el 8 de febrero de 1811 al general José María González Hermosillo en la batalla de San Ignacio de Piaxtla; los insurgentes dejaron en el campo de batalla alrededor de 500 cuerpos y un gran número fue tomado prisionero.

A pesar de no estar presente Alejo García en la batalla, él fue quien dio las órdenes a las tropas para librarla, pudiendo demostrar el poderío militar realista a su llegada a Arizpe el 11 de marzo de 1811. En el norte de Sinaloa lo esperaba un contingente de indígenas a los que derrotó. Estos dos triunfos lo convirtieron en un líder de tal fortaleza que durante los siguientes años, hasta 1820, nunca hubo batalla de importante contra él.

Alejo García Conde fue promovido a mariscal de campo el 3 de diciembre de 1811; el 19 de febrero de 1813, se le confirió el nombramiento de gobernador de Nueva Vizcaya, por lo que se trasladó a Chihuahua, donde residió cinco años.

En 1818 fue nombrado comandante general de las Provincias Internas de Occidente (Nueva España); en este cargo permaneció hasta 1821, pero fijando su residencia en Durango.

El 26 de octubre de 1819 intervino en el Convenio o Tratado de Paz con los indios navajos. No se adjunta dicho convenio; está compuesto de 18 puntos o artículos.

En varias cartas entre 1819 y 1821 dirigidas al virrey Ruiz de Apodaca, conde de Venadito (virrey de Nueva España de 1816 a 1821), le informa de los problemas con los indios, especialmente con los apaches, ya que a su cargo estaban los presidios de Tucson y Monterrey y que, debido a las pocas fuerzas, en diversas ocasiones en que habían tomado a algunos apaches prisioneros, venían otros y los rescataban.

Las Provincias Occidentales enfrentaban contrariedades muy semejantes a las de las Orientales. Alejo García Conde, como comandante general de las Provincias Internas de Occidente, con frecuencia enviaba al virrey Apodaca solicitudes para paliar el lamentable estado de sus tropas, más aún en 1821 luego de varias acciones costosas sos tenidas contra los Ópatas. También pedía auxilio para cumplir con los regalos que en teoría debían recibir con asiduidad las “naciones amigas”, como (en ese momento) algunos grupos apaches, quienes se quejaban en enero de 1821 de no haber recibido las raciones de carne y cigarros que el gobierno había pactado con ellos y, evidentemente, eso elevaba el riesgo de una sublevación. García Conde intentaba convencer al virrey de que aquella falta de fondos había trastornado por completo el sistema de gobierno de las provincias a su cargo: la tropa no tenía vestuario ni bastimentos, los inválidos y oficiales no recibían parte, los apaches no son atendidos y amenazan con un alzamiento y, parecía imparable, tomar providencias para “impedir la ruina a que caminan aceleradamente estas mismas provincias (…). Yo no puedo hacer nada de lo que pide la defensa y tranquilidad del territorio. Cuando no tengo medios para obrar con la energía que demanda este caso (…) la sublevación de los Öpatas de Sonora no ha tenido otro origen que la falta de todo auxilio que experimentaron y aún tienen las demás tropas, y debe Vuestra Excelencia estar en el concepto de que es muy de temerse la repetición de iguales y desgraciados

El 5 de julio de 1821, el mariscal de campo Francisco Novella se hace cargo del mando en Nueva España en sustitución de Ruiz de Apodaca por renuncia obligada. Alejo García Conde no reconoció su autoridad. Aunque el mando de Novella solo duró 16 días, sería sustituido por Juan O´Donujú.

Alejo García Conde.
Alejo García Conde. | CEDIDA

Alejo García Conde en el Ejército mexicano

En enero de 1821, Agustín de Iturbide se unió al bando independentista. Tras la victoria, Iturbide fue nombrado emperador de México con el nombre de Agustín I.

Algo más tarde, los tres principios (independencia, religión y unión) se convirtieron en las “Tres Garantías” que promovió el ejército que sostendría al gobierno.

El Plan de Iguala se compone de 23 artículos. No se detallan por su largo contenido, aunque más adelante daremos cuenta de algunos de ellos.

Alejo García Conde se adhirió al Plan de Iguala y en oficio al prelado fray Bernardo del Espíritu Santo le exigió. “Jure la independencia de este reino de la Península con arreglo al plan del primer jefe del ejército imperial D. Agustín de Iturbide”.

Los tres puntos fundamentales del Plan de Iguala fueron:

1º Establecimiento de la independencia de México de España.

2º Establecer la religión católica como única.

3º Establecer la unión de todas las clases sociales.

Agustín de Iturbide dirigió tres cartas a España. La primera al rey Fernando VII. La segunda, una representación a las Cortes de Madrid, y la tercera, una representación a las Cortes de España. Las tres cartas fueron fechadas en Telolóapan, México, el 16 de marzo de 1821. No se adjuntan.

El 30 de julio llegó a Veracruz el capitán general Juan O´Donojú, nuevo virrey de Nueva España, encontrándose con que la independencia mexicana prácticamente era un hecho, tomando la decisión de entrevistarse con Iturbide.

O´Donojú con el fin de evitar una ruptura total entre España y México, firmó el conocido como Tratado de Córdoba, firmado por O´Donojú e Iturbide el 24 de agosto de 1821.

Este documento consta de 17 artículos, debido a su largo contenido, solo detallamos los cuatro primeros, que creemos que son los más interesantes.

1º Esta América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se llamará en lo sucesivo Imperio Mexicano.

2º El gobierno del Imperio será monárquico constitucional moderado.

3º Será llamado a reinar en el Imperio Mexicano (previo juramento que designa el artículo 4º del Plan de Iguala) en primer lugar, el señor don Fernando VII, rey católico de España, y por su renuncia o no admisión, su hermano el serenísimo señor infante don Carlos; por su renuncia o no admisión, el serenísimo señor infante don Francisco de Paula; por su renuncia o no admisión, el serenísimo señor don Carlos Luis, infante de España, antes heredero de Etruria, hoy de Luca, y por renuncia o no admisión de este, el que la Corte del Imperio designare.

4º El emperador fijará su corte en México, que será la capital del Imperio.

NOTA: El artículo 4º del Plan de Iguala específica. Fernando VII, y en sus casos los de su dinastía o de otra reinante, serán los emperadores, para hallarnos con un monarca ya hecho y precaver los atentados funestos de la ambición.

El 26 de agosto, Alejo García Conde hizo jurar la independencia por el ayuntamiento de la Villa de Chihuahua, y desde allí envió órdenes para que fuera jurada en todas las provincias internas de occidente.

La adhesión de Alejo García Conde al movimiento trigarante, aunque fue en el último momento, le permitió quedar bien posicionado durante la transición al México independiente, ya que permaneció como comandante general y logró que se le permitiera viajar a Ciudad de México para atender su mala salud, dejando interinamente el mando el 21 de mayo de 1822 a Mariano Urrua como comandante general de las provincias internas de occidente.

A fines de 1822 obtuvo el ascenso a general de división del ejército mexicano y a un puesto como vocal en el Supremo Tribunal de Guerra y Marina, cargo que mantuvo hasta su muerte en julio de 1826, a la edad de 75 años, no antes de haber dejado a algunos de sus hijos sirviendo en el ejército mexicano, como oficiales. También fue distinguido como Caballero de la Orden de Guadalupe e inspector general de la caballería mexicana.

La Independencia de México fue declarada el 16.10.1810.

La Independencia de México fue consumada el 27.10.1821.

La Independencia de México fue reconocida el 25.12.1836.

El 26 de julio de 1826 falleció en Ciudad de México, Alejo García Conde –García Conde.

Damos referencia de sus hijos más destacados.

Alejo García Conde y Vidal de Lorca. Nació el 20 de julio de 1797 en Arizpe, México.

Alejo García Conde y Vidal de Lorca creció en un entorno militar y político marcado por los últimos años del virreinato. En 1816 se enroló como alférez de la Compañía Presidial del Norte, en los últimos años de la guerra de independencia mexicana.

Tras la firma del Plan de Iguala, se adhirió al mismo como había hecho su padre.

Pasó al mando de la IV Compañía Volante, una unidad esencial en los destacamentos móviles para las amenazas tanto de revolucionarios como apaches.

En 1828, ya como teniente coronel, lideró el 2º Regimiento, y en ese mismo año participó en la defensa del orden durante el violento saqueo del Parián, en la Ciudad de México.

En 1833 ocupó el cargo de comandante general de Sonora, y tres años más tarde fue nombrado administrador de la aduana marítima de Guaymas.

Entre los años 1841 y 1846, fue administrador general de Rentas en la ciudad de Durango.

Llegado 1848, se le encomendó la aduana de Paso del Norte (actual Ciudad Juárez), representando al gobierno de Chihuahua en un convenio de paz con los apaches.

Más adelante fue nombrado por el presidente Ignacio Comonfort (presidente 1855-1858) comandante militar de Chihuahua.

Alejo García Conde y Vidal de Lorca, falleció en Tlautla, Estado de México, en 1861.

Batalla de Sacramento, 28 de febrero de 1847.
Batalla de Sacramento, 28 de febrero de 1847. | CEDIDA

Francisco García Conde y Vidal de Lorca. Nació el 8 de enero de 1804 en Arizpe, México.

Estuvo casado en dos ocasiones: la primera en 1825 con María del Carmen Bros Fuertes y en 1835 con Concepción Humana Vallejo.

Su ingreso en el ejército tuvo lugar el 16 de enero de 1817 como cadete en San Buenaventura (presidio), en 1819 alférez, dos años más tarde teniente. En julio de 1822, ya capitán, juró al igual que su padre y hermano el Plan de Iguala; en 1829 se encontraba con dicha graduación en el Ejército de Reserva en Jalapa, secundó el cuartelazo del general Bustamante que derrocó de la presidencia al general Guerrero.

En 1830 obtuvo el ascenso a coronel, pasando a Puebla como secretario de la comandancia general y de allí a la inspección general del ejército. En 1835 fue electo diputado federal por el Estado, en seguida senador, estuvo breve tiempo al frente del gobierno del Distrito Federal y el presidente Corro lo nombró gobernador y comandante general del Departamento de Coahuila. Desempeño estos cargos entre 1837 y 1839. En 1840 fue nombrado comandante general de Chihuahua; seguidamente se le encomendó el gobierno de dicho departamento. En ese mismo año fue ascendido a general, y entre los años 1845 y 1849, comandante de la V División, que comprendía los Estados fronterizos y tenía su cuartel general en Hidalgo del Parral.

Francisco García Conde y Vidal de Lorca falleció de cólera morbus y fue enterrado el 15 de octubre de 1849 en el camposanto de la parroquia de San José del Parral.

La hija de Francisco García Conde y de Concepción Humana, Manuela García Conde, casó con Manuel de Armendáriz, hijo de Pedro Armendáriz y Josefa Ortiz, que fueron padres de un niño al que llamaron Pedro Armendáriz García Conde.

Pedro Armendáriz García Conde, con el tiempo, se convertiría en el famoso actor de la época de oro del cine mexicano, con alrededor de 100 películas rodadas tanto en México como en Hollywood. Conocido como Pedro Almendáriz.

Pedro García Conde y Vidal de Lorca, nació el 8 de septiembre de 1806 en Arizpe, México.

Al cumplir los 11 años de edad, ingresó como cadete en la Compañía Veterana de Cerro Gordo, en Durango, México. En el ejército realista llegó a capitán, con ese grado continuaba cuando se consumó la independencia de México. Acogiéndose al Plan de Iguala, al igual que lo habían hecho su padre y hermanos, pasando al ejército mexicano.

En 1822, Pedro partió rumbo a la Ciudad de México, inscribiéndose en el Colegio de Ingeniería y Minas; en 1825 obtuvo el ascenso a segundo ayudante de Estado Mayor y tres años más tarde ya era capitán de ingenieros. En 1832 se le comisiona para levantar la estadística del estado de Chihuahua, un voluminoso libro que logra terminar en el año 1836. Este importantísimo trabajo, junto a la carta geográfica que había realizado en 1833, fue de gran importancia para los Chihuahuenses. En 1834 había sido promovido a teniente coronel y cuatro años más tarde fue nombrado director del Colegio Militar, cargo que desempeñó hasta el año 1844; en su intermedio, en 1840, obtuvo el empleo de general. Por otra parte, le fue encomendada la obra de la reparación del Palacio Nacional.

El 25 de abril de 1846, los Estados Unidos invadieron México. Esta guerra se da como una continuación de las guerras de Texas, debido a las pretensiones expansionistas de los Estados Unidos; la invasión de México terminaría el 2 de febrero de 1848. Con la pérdida por parte de México de aproximadamente el 50% de su territorio, México tuvo que ceder los territorios que son los actuales estados de California, Nuevo México, Utah, Nevada, Arizona y una parte de Colorado.

Esta, digamos, sesión se materializó mediante el Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado en Querétaro, México, el 30 de mayo de 1864.

Durante dicha guerra, el 28 de febrero de 1847, el gobernador de Chihuahua, el coronel Trias, había acordado con los generales Heredia, jefe de la zona militar, y Pedro García Conde, comandante de la caballería, organizar la defensa contra los invasores estadounidenses. Ese mismo día, un grupo encabezado por Pedro García Conde tuvo un enfrentamiento con los norteamericanos en el rancho de Sacramento, a unos pocos kilómetros de la capital del Estado. Las fuerzas mexicanas, aunque superiores, fueron insuficientes para resistir a los atacantes, produciéndose la ocupación de Chihuahua el 1º de marzo.

Las fuerzas estadounidenses estaban lideradas por el coronel Alexander Doniphan, batalla en la que murieron cerca de 200 mexicanos, en su mayoría Chihuahuenses

En ese mismo año, el Estado de Sonora nombró a García Conde presidente de la Comisión de Límites que, en virtud de los Tratados de Guadalupe Hidalgo y La Mesilla, debería fijar nuevos límites entre México y los Estados Unidos de Norteamérica, tras pasar a este último país los territorios que habían pertenecido a México.

El Tratado de Guadalupe Hidalgo está compuesto por IX artículos y el Tratado de La Mesilla por otros IX; no se adjuntan por su largo contenido.

La Comisión Mexicana de Límites quedó casi abandonada por el gobierno mexicano, en una situación lamentable; entonces García Conde, para evitar que sus subalternos se dieran cuenta de tal abandono, y menos aún que lo notaran los norteamericanos, comprometió su crédito particular para sostener boyantes a sus colaboradores, cubrir los gastos y salvar el decoro nacional.

Al encontrarse Pedro García Conde muy enfermo, abandonó la comisión, retirándose a Arizpe, Sonora, donde falleció el 19 de diciembre de 1851.

En su haber hay muchos trabajos geográficos y cartográficos de gran importancia; a él se debe la formación de un mapa general de la República Mexicana.

Joaquín García Conde y Vidal de Lorca, nació en Arizpe c. 1800, el más joven de los hermanos, perteneció al Cuerpo Consular mexicano en América, oficial mayor de la 1ª sección de América, fue cónsul general de México en San Francisco, Burdeos, El Havre y en Liverpool.

Rafael García Conde y Vidal de Lorca, nació en Arizpe en 1801, casado con su prima Regina García Conde Maneiro.

Ingresó en el ejército alcanzando el grado de coronel, retirándose al haber perdido una pierna. Falleció ya viudo en Ciudad de México.

Continuará en una segunda parte.

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