COLABORACIÓN
La saga de los García Conde (Parte segunda y última)
COLABORACIÓN
            En esta segunda parte continuaremos con los hijos de Alejo García Conde Mercado, sargento mayor del Regimiento de Infantería de Línea de Navarra Nº 25, de guarnición en Ceuta, y de Teresa García Conde, natural de Ceuta, su prima hermana.
Alejo García Conde-García Conde (1751, Ceuta), Diego (1760, Barcelona), Antonio (1762, Barcelona), Jaime (1767, Barcelona) y Juan (1768, Barcelona).
La primera parte del escrito fue sobre Alejo García Conde – García Conde, nacido en Ceuta el 2 de agosto de 1751.
Ahora lo haremos sobre los otros cuatro hijos del matrimonio.
2º- DIEGO GARCÍA CONDE - GARCÍA CONDE nació en Barcelona en el mes de julio de 1760. Fue bautizado en la Catedral de la Ciudad Condal el 27 de dicho mes con el nombre de Diego Santana Joaquín.
Se da la circunstancia de que dicho matrimonio el 10 de mayo de 1753 tuvo un hijo en Ceuta al que pusieron Diego, que falleció de niño. Al estar el matrimonio por destino de su marido en Barcelona, en 1760 tuvieron su primer hijo en esa ciudad, al que pusieron el mismo nombre del fallecido, Diego.
Diego García Conde inició su carrera en 1772 como cadete de las Reales Guardias Españolas. Un año más tarde fue ascendido a alférez.
En 1780 participó en el bloqueo y sitio de Gibraltar, y en 1787 fue promocionado a segundo teniente; en este año ocurrió un hecho que cambiaría su vida. En el mes de abril, estando de parada en el Real Sitio de Aranjuez, tuvo un desafío con un alférez de las Reales Fuerzas Walonas; por este motivo fue arrestado y enviado a Peñiscola, donde estuvo preso hasta que el rey Carlos IV, en su subida al trono (14.12.1788), le indultó y ordenó su pase a servir en Nueva España, México.
En 1789, ya en su destino en México, se encontraba con el empleo de capitán agregado al Regimiento Dragones de México; un año más tarde tuvo el empleo en propiedad.
En 1793 realizó el plano de la Ciudad de México, quizás el más importante de la época según los historiadores.
Solicitó autorización a finales de 1798 para contraer matrimonio con doña María Luisa Maneiro; la boda se celebró el día dos de febrero de 1799 en El Sagrario, Puebla, México. Posteriormente, al quedar viudo, desconocemos en qué fecha, pero debió de ser sobre 1815. Contraería segundas nupcias con doña Luisa Cuellar Otero el 18 de agosto de 1818.
De su primer matrimonio nacieron: Ana María, José María, Bruno, Ceferino, María Loreto, Regina, Diego Valente, Tomás de Mariano y Ana.
El segundo de sus hijos, José María, llegaría a brigadier del ejército mexicano, del que daremos nota más adelante.
María Loreto y Regina casaron con sus primos, la primera con Pedro García Conde y la segunda con Rafael García Conde, ambos hijos de Alejo García Conde. De esto ya dimos cuenta en la primera parte del escrito.
De su segundo matrimonio nacieron: María del Refugio García Conde Cuellar y Manuel García Conde Cuellar, s/f.
En 1800, Diego García Conde fue promocionado a sargento mayor y dos años más tarde a teniente coronel graduado; y en 1804, a teniente coronel efectivo.
Fue nombrado coronel de su regimiento en 1809, participando en la defensa de la corona contra la revolución independentista de septiembre de 1810. El 1º de octubre tomó el mando como comandante militar de Valladolid, Yucatán. México, cuando se encontraba camino a la capital de la provincia, resultó herido y hecho preso en Acámbaro, siendo entregado a Miguel Hidalgo (el cura Hidalgo). Durante la batalla de Aculco el 7 de noviembre de 1810, en que se enfrentaron fuerzas de Miguel Hidalgo con las realistas de Félix María Calleja, Diego García Conde pudo escapar. En dicha batalla, las tropas de Miguel Hidalgo fueron derrotadas.
Al poco, obtuvo el ascenso a mayor, asumiendo el mando de la caballería del ejército del Centro; participó en los combates de recuperación de Guanajuato y en la batalla de Puente Calderón el 11 de enero de 1811.
En 1812 fue ascendido a brigadier.
            En 1817, Diego García Conde manifestó la necesidad de crear una escuela militar en la que se recibiera a los cadetes del virreinato (nombre otorgado a los jóvenes criollos y mestizos que ingresaban al ejército) y se les proporcionara una enseñanza de los principios, normas y procedimientos de ingeniería militar, bajo una doctrina común.
En 1818, por decreto, fue nombrado gobernador político y militar de Durango, sustituyendo a su hermano Alejo al ser nombrado este comandante general de las provincias internas de occidente. En 1819 se le asignó el cargo de gobernador político e intendente de la provincia de Nueva España.
Al consumarse la independencia, gran parte de los ingenieros militares españoles decidieron su regreso a España. Los que se quedaron tomaron la ciudadanía mexicana; entre ellos se encontraba el brigadier Diego García Conde, quien el 13 de octubre de 1821 juró la independencia de México. Como había hecho su hermano Alejo.
En febrero de 1822, García Conde emitió una propuesta para la creación de un cuerpo de ingenieros y de una escuela militar. Sin embargo, el congreso no pudo aprobarla debido a los problemas económicos por los que atravesaba la nación. Ante tal resolución y no dándose por vencido, el mariscal propuso al menos que se le permitiera reunir a todos los cadetes de los cuerpos y algunos oficiales que así lo solicitaron, con el fin de que recibieran nociones academicas para mejorar su preparación y desempeño; para el efecto, logró que se ordenara la concentración de los mencionados cadetes y se empezaran a impartir algunos conocimientos básicos, estableciéndose de hecho una academia de cadetes que la gente llamaba “Colegio Militar de México” y también “Academia de Ingenieros”.
A mediados de 1822, ya siendo emperador Iturbide (Agustín de Iturbide había sido subordinado de Diego García Conde en el ejército realista) la academia fue integrándose y quedó instalada en forma provisional en el edificio que había ocupado el Tribunal de la Inquisición, que apenas hacía dos años que había sido clausurado. Y que ahora ocupaba la Dirección de Ingenieros.
El general Guadalupe Victoria, presidente de la república, a petición de Diego García Conde, promulgó el decreto que creó el cuerpo o arma de ingenieros, bajo la observancia provisional de la ordenanza española de 1803.
Con fecha del 17 de septiembre de 1823 se publicó en la Gaceta un interesante documento que llevó el número 6, que, por su extensión, no lo ponemos íntegramente, pero sí la parte correspondiente a los hermanos Alejo y Diego García Conde.
.
Las cenizas eran las de Miguel Hidalgo (cura Hidalgo), Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, José María Morelos, Mariano Matamoros, Leonardo, Miguel Bravo, Hermenegildo Galeana, José Mariano Jiménez, Francisco Javier Mina, Pedro Moreno y Víctor Rosales.
En la plaza de Santo Domingo se hallarán a las ocho de la mañana cuatro cañones de campaña con sus correspondientes destacamentos de artillería, para abrir la marcha al tiempo de salir el entierro.
También estarán las compañías de los regimientos de infantería 3, 5, y 7, y un escuadrón de granaderos a caballo con su estandarte, y estos cuerpos y la guardia marcharán en el entierro, colocándose del modo siguiente: a la hora que debe salir el entierro, mandará el mayor general a la artillería que abra la marcha por la calle de Santo Domingo, a esta seguirá el mismo jefe a caballo con los demás que prescribe la ordenanza, y todos espada en mano, siguiendo las compañías de granaderos citados, se incorporarán después de esta tropa las comunidades y parroquias, y a estas el féretro acompañado de cuatro generales, que serán los excelentísimos señores Alejo García Conde, Diego García Conde, Melchor Álvarez y el brigadier José María Lobato. (Noticia documentada de la traslación de los restos de los héroes a la capital de la república).
Paradójicamente, debido a su trayectoria en México, fue elegido Diego junto a su hermano Alejo para llevar dos de los cordones del féretro de los mandos independentistas a los que habían combatido cuando pertenecían al ejército realista.
NOTA: En este documento de la Gaceta de fecha 17 de septiembre de 1783, se señalan los mártires de la patria, entre ellos a Miguel Hidalgo (conocido como el cura Hidalgo), Ignacio Allende, Juan Aldana.
Años atrás, estos llamados mártires fueron los que el 28 de septiembre de 1810, a las órdenes del cura Hidalgo, asaltaron la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato, México, donde los amotinados se arrojaron enfurecidos a hacer la mayor matanza, degollando a la mayor parte de los realistas que se encontraban refugiados en la Alhóndiga.
Entre los muertos, los más notables y conocidos fueron los siguientes:
El intendente Juan Antonio Riaño (cuñado de Bernardo de Gálvez) y su hijo mayor Gilberto; el mayor del Regimiento Dragones de la Reina, Francisco Camuñez (nacido en Ceuta, el 27 de agosto de 1757); el teniente coronel del mismo cuerpo, Vicente Barros de Alemparte; el teniente letrado y asesor ordinario de intendencia, Manuel Pérez Valdés; Francisco Rodríguez, anciano y ciego; Pablo y Antonio María de la Rosa, del país. Dejamos aquí la relación por ser bastante extensa.
El 21 de marzo de 1811, serían capturados por las tropas realistas en Acatita de Baján (Coahuila), junto con el cura Miguel Hidalgo, el máximo líder del movimiento; Ignacio Allende; Juan Aldana; Mariano Jiménez y cerca de mil insurgentes.
A primeras horas de la mañana del 22 de marzo, la caravana de prisioneros en la que iban los principales caudillos insurgentes -atados con las manos a la espalda, los pies el uno con el otro y montados “a mujeriegas” sobre mulas- salió de Acatita de Baján rumbo a Monclova, a donde entraron a las seis de la tarde del mismo día.
Llegado el 26 de junio del mismo año, fueron fusilados Allende, Aldana y Jiménez. El 30 de julio sería fusilado el cura Hidalgo.
Sobre estos sucesos en nuestro escrito publicado en este diario “El Pueblo de Ceuta” con fecha 30.06.2023, con el título de “Francisco Camuñez López”.
En cuanto a Agustín de Iturbide, tras el Tratado de Córdoba (24.08.2021), se exilió a Europa, de donde regresaría a México en julio de 1824, desembarcando en Tamaulipas, donde fue arrestado y más tarde ejecutado por un pelotón de fusilamiento.
NOTA: El motivo de que Agustín de Iturbide abandonara México fue que, al firmar el Tratado de Córdoba, en el que se acordaba la independencia de México estableciéndose un gobierno de monarquía constitucional, lo que daba la posibilidad de que hubiera un monarca español, esto generó un enorme descontento entre los partidarios de una independencia completamente mexicana. Por otra parte, dicho tratado había sido firmado por Iturbide por parte mexicana y por el general O´Donoju por parte española, sin la autorización del gobierno español, por lo que fue rechazado. Estos motivos llevaron a la caída del imperio mexicano de Iturbide y a un cambio político hacia España.
Diego García Conde falleció en 1825 en Tucubaya, México, Distrito Federal, México. A los 65 años de edad.
            JOSÉ MARÍA GARCÍA CONDE MANEIROS, hijo de Diego García Conde, nació en Ciudad de México el 18 de noviembre de 1801.
Contrajo matrimonio con María Catalina Humanes, natural de México.
José María García Conde Maneiros, en el ejército de México, llegaría al empleo de general de brigada, comandante militar de la plaza de México, gobernador de Puebla en 1786 y, entre 1857 y 1858, ministro de la guerra durante el gobierno de Ignacio Comonfort.
Diego y Alejo García Conde-García Conde fueron los únicos de los hermanos que pasaron a América, México. Los que relataremos a continuación fueron los que sirvieron al ejército real en España.
3º- ANTONIO GARCÍA CONDE-GARCÍA CONDE nació en Barcelona en 1762.
Antonio García Conde. Inició su vida militar en 1775 como cadete del Regimiento de Reales Guardias Españolas.
En 1794 se encontraba destinado como coronel en la plaza de San Fernando de Figueras, cuando dicha plaza fue entregada a los franceses.
NOTAS sobre la entrega de la fortaleza de San Fernando de Figueras.
En febrero de este 1794, el general Ricardos denunció la falta de medios humanos y económicos. Se le añadió la elección de un general en jefe, el conde de la Unión, que no estuvo a la altura de las circunstancias, aun cuando no hubiera medios suficientes.
El 26 de noviembre la junta de oficiales realizó una votación en voto secreto. De los 41 votos de la junta, 36 fueron favorables a la capitulación y 5 en contra. Se pactó que la entrega del castillo se realizaría a las nueve de la mañana del día siguiente, 27 de noviembre.
La capitulación de la plaza de San Fernando de Figueras, de la que el brigadier Andrés de Torres, gobernador de la misma, era el principal responsable, motivó que el bien considerado ministro Antonio Valdés presentara su dimisión al rey.
El 8 de diciembre de 1795, el rey promulgó una Real Orden para que fueran sometidos a consejo de guerra, previo arresto e incomunicación, todos los oficiales que habían participado en la junta del 26 de noviembre de 1794 en la que decidieron la entrega de la fortaleza de San Fernando; para no alargar el escrito con nombres, diremos que fueron: 5 brigadieres, 17 coroneles, 17 tenientes coroneles y 4 sargentos mayores.
Antonio García Conde sufrió prisión en Portugal; a su regreso a España, el Consejo de Guerra de Oficiales Generales formado en Barcelona en ese mismo año lo juzgó y le impuso un año de arresto.
.
Posteriormente, seguiría su trayectoria militar, alcanzando el grado de brigadier en 1802, en 1809 el de mariscal de campo y en 1825 el empleo de teniente general.
Poseía la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Desconocemos la fecha de su fallecimiento.
4º- JAIME GARCÍA CONDE-GARCÍA CONDE nació en Barcelona el 4 de enero de 1767.
Su ingreso en el ejército fue en el año 1779 como cadete en el Regimiento de Guardias Reales Españolas; al poco de ingresar, fue destinado al sitio y bloqueo de Gibraltar (1779-1783). En 1787 obtuvo el ascenso a alférez y en 1791 a segundo teniente del regimiento Reales Guardias Españolas de Infantería.
En 1793, al iniciarse la Guerra del Rosellón o Guerra de la Convención (1793-1795) intervino en dicha campaña; en diciembre de 1793 fue nombrado teniente coronel de infantería, y en 1794 primer ayudante mayor de la Guardia de Infantería del Rey.
En 1796 contrajo matrimonio con Josefa de Novell; tras enviudar, casó nuevamente en 1798, ahora con María Eulalia de Portell.
En 1802 fue ascendido a coronel de infantería, siendo nombrado capitán de fusileros del Primer Batallón. En 1803, capitán del regimiento de la Guardia del Rey.
Participó en la Guerra de la Independencia o Guerra del Francés (1808-1814); durante el primer año de la guerra, en el mes de julio, obtuvo el ascenso a brigadier de infantería y, en septiembre del mismo, a mariscal de campo.
La heorica defensa de Lérida
Lérida estaba defendida por 5.000 soldados más milicianos al mando del general Jaime García Conde. A estos se unieron muchos paisanos, que se aprestaron para el asedio y posterior ataque de 20.000 soldados franceses al mando del mariscal Suchet.
Las fuerzas francesas cañonearon y atacaron al asalto los baluartes de las murallas, fuertemente defendidos durante casi tres meses y donde se sufrieron importantes pérdidas.
Pero el pueblo y los soldados contestaban a cada ataque con el grito de . Pero la rendición tenía que llegar; Lérida estaba completamente en ruinas y con enormes bajas por ambos lados.
Lérida se rindió el 14 de mayo de 1810. Jaime García Conde fue tomado prisionero y enviado a Francia. En principio, fue acusado de negligente pese a la heroica defensa. Al acabar la guerra, con su regreso a España, se le rehabilitó con honores.
Jaime García Conde-García-García Conde falleció en Madrid el 27 de mayo de 1824.
5º- JUAN GARCÍA CONDE-GARCÍA CONDE nació en Barcelona en 1768.
Al igual que sus hermanos, sirvió desde muy joven en el Regimiento de las Reales Guardias Españolas, donde ingresó como cadete en 1781. Teniendo sucesivos ascensos.
En 1810, durante la Guerra de la Independencia fue promovido a comandante del IV Batallón de las Reales Guardias Españolas.
Durante esta guerra fue tomado prisionero y trasladado a Francia; a su regreso a España, fue purificado por su conducta durante el tiempo que estuvo prisionero en Francia y rehabilitado en su empleo. Por su participación en dicha guerra fue nombrado Benemérito de la Patria con el grado de heroico y nombrado Caballero de la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Juan García Conde contrajo matrimonio en 1816 con Luisa Attellis Verde, hija de Giussepp Attellis, marqués de Santo Angelo. De este matrimonio nacieron dos hijos; uno de nombre Manuel, del que no hemos encontrado nada, y otro, José, del que daremos datos a continuación.
Juan García Conde en 1827 fue nombrado comandante general de la Provincia de La Mancha; permaneció en este cargo hasta su muerte.
Desconocemos la fecha de su fallecimiento; su esposa Luisa Attellis falleció el 7 de septiembre de 1832 en Ciudad Real, España.
JOSÉ GARCÍA CONDE ATTELLIS nació en 1829.
Contrajo matrimonio con Francisca Sevillano Oneca.
Lo poco que hemos encontrado de José García Conde Attellis es su participación en la batalla de Prades, durante la Tercera Guerra Carlista, de la que damos algunos datos.
El general carlista Rafael Tritany había tomado el mando como comandante general de las provincias de Lérida y Tarragona. Tomando al asalto la Puebla de Segur y rindiendo la guarnición de Gerri, cercando en Sanahuja a un escuadrón de lanceros de Calatrava y 125 milicianos. Más tarde estuvo presente en el asalto y toma de Igualada.
En los primeros días de octubre de 1873 llegó la columna liberal al mando del coronel Eduardo Maturana, jefe del batallón Cazadores de Barcelona, con el comandante José García Conde, con 400 hombres de infantería, 20 de caballería y un cañón de montaña.
El 20 de octubre, por un lado, Rafael Tristany con 2.000 hombres, 100 caballos y dos piezas de artillería; por otro, Isidro Parnies, denominado Corcós, rodearon a Maturana en un cerco de fuego, retirándose en desorden. José Agramutm, denominado el Capellá de Flix, sorprendió en el bosque de Llarch a las desordenadas fuerzas de Maturana, obligando al batallón a dispersarse, logrando huir solo unos pocos, viéndose el resto obligado a entregar sus armas. Tristany se apoderó de un cañón, 1000 fusiles y 300 prisioneros.
Tras el combate fueron asesinados el coronel Maturana y José García Conde.
También te puede interesar
COLABORACIÓN
La saga de los García Conde (Parte segunda y última)
SHINBONE STAR
Llamémosle equis
UNA SEMANA DE RADIO LOCAL
Más de Uno Ceuta
Lo último