"El Acuerdo Marco abre la recuperación del poder adquisitivo y da estabilidad al empleo público"

Pregunta: Empezamos por lo más urgente. Tras años de pérdida de poder adquisitivo, el Acuerdo Marco fija una senda de subidas salariales hasta 2028. ¿Cómo valora este incremento y qué seguridad real tienen los empleados públicos de Ceuta de que se cumplirá?

Respuesta: Es un acuerdo que califico de rotundo éxito en el contexto en el que nos encontramos actualmente, un escenario en el que, pese a la inestabilidad política, el bloqueo presupuestario y las limitaciones económicas de la Unión Europea hemos logrado pasar de las palabras a los hechos documentados. Hemos firmado una recuperación salarial garantizada y plurianual que nos permite planificar el futuro. Empezamos ya con un 2,5% consolidable para 2025, que se pagará con carácter retroactivo, seguido de un 2% en 2026 —con una cláusula variable ligada al IPC—, un potente 4,5% en 2027 y otro 2% en 2028. Esto significa que un empleado público de Ceuta no solo deja de perder dinero, sino que entra en una senda de recuperación real que blindará sus nóminas frente a la inflación de los próximos años.

Para los trabajadores de Ceuta, que soportan un coste de vida a menudo superior debido a nuestra situación geográfica, esta garantía es vital. No estamos hablando de promesas electorales, sino de un compromiso firmado que obliga al Gobierno, que ya ha aprobado las subidas de los años 2025 y 2026 en el Congreso, vía real decreto ley, el pasado jueves 11 de diciembre e incluirá las restantes partidas en los Presupuestos Generales del Estado o en el caso de no haberlos se aprobarán de nuevo ejercicio a ejercicio vía real decreto.

Esto aporta una tranquilidad económica a miles de familias ceutíes que dependen del sector público y que, durante demasiado tiempo, han visto sus sueldos congelados o recortados mientras la cesta de la compra no paraba de subir.

P: Uno de los puntos más celebrados en la ciudad es la mención a la indemnización por residencia. ¿Qué dice exactamente el acuerdo y por qué es tan relevante para el funcionariado local?

R: Este es, sin duda, uno de los grandes logros de la negociación para nuestro territorio. El acuerdo recoge explícitamente el compromiso de revisar al alza los complementos de residencia e insularidad durante el año 2026. Llevábamos años peleando en solitario para que Madrid entendiera que trabajar en Ceuta tiene unas implicaciones singulares que deben ser compensadas económicamente de forma justa, y por fin hemos conseguido que esa reivindicación quede plasmada en un documento oficial de ámbito estatal.

Esto afecta directamente a la capacidad de nuestra Administración para atraer y retener talento. Si no pagamos adecuadamente el “factor Ceuta”, muchos profesionales —sanitarios, docentes, funcionarios de Instituciones Penitenciarias, funcionarios de la Administración de Justicia, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado— acaban pidiendo el traslado a la península. Con esta actualización, no solo mejoramos el bolsillo de los compañeros que ya están aquí, sino que garantizamos unos servicios públicos de mayor calidad para todos los ceutíes, al estabilizar plantillas que hoy en día tienen mucha rotación.

No estamos hablando de promesas electorales, sino de un compromiso firmado que obliga al Gobierno”

P: El fin de la tasa de reposición es otro titular llamativo. ¿Cómo transformará esto las ofertas de empleo público en la Ciudad Autónoma y en la Administración General del Estado en Ceuta?

R: La eliminación de la tasa de reposición es un cambio de paradigma total iremos hacía un modelo más objetivo. Recordemos que la tasa es un porcentaje que fija cuantas plazas nuevas puede cubrir una Administración Pública en su plantilla, en función de las bajas (jubilaciones, fallecimientos etc.) actuando como un mecanismo de control sobre el empleo público y la creación de nuevas plazas. Este indicador que varía según el sector y el año, determina el número máximo de opositores que pueden acceder a la oferta de empleo público, limitando o permitiendo la creación de puestos de trabajo nuevos.

La tasa de reposición frenaba la creación de empleo público para controlar el gasto, y el resultado como hemos podido comprobar es que se genera déficit de personal y un aumento de la interinidad.

Tenía un impacto negativo en la calidad y la cantidad de servicios, lo que nos condenaba a plantillas menguantes y envejecidas. Con el nuevo modelo, las ofertas de empleo se basarán en las necesidades reales y estructurales de los servicios, lo que nos permitirá redimensionar las plantillas, adaptar las rpt a las necesidades reales. Esto es crucial para Ceuta, donde tenemos servicios muy tensionados, como Instituciones Penitenciarias o la propia Administración Local, que necesitan refuerzos urgentes más allá de simplemente sustituir al que se jubila.

Además, el acuerdo obliga a reducir los plazos de los procesos selectivos y a publicar calendarios previsibles. Para los opositores ceutíes, esto supone el fin de la incertidumbre. Muchos de nuestros jóvenes se pasan años estudiando sin saber cuándo será el examen o cuándo se resolverá. Ahora tendrán un horizonte claro, procesos más ágiles y, muy importante, la posibilidad de que las pruebas se territorialicen más, evitando desplazamientos costosos a la península que muchas veces actúan como barrera económica para nuestros aspirantes.

P: Se habla de “carrera profesional” y promoción interna. Muchos funcionarios sienten que están estancados en sus puestos. ¿Qué soluciones aporta este pacto?

R: Hemos puesto el foco en reactivar la promoción interna, que ha sido la gran olvidada durante décadas. El acuerdo establece un modelo de acceso diferenciado para la promoción, donde se valorará mucho más la experiencia y los conocimientos adquiridos en el puesto, evitando que un funcionario con 20 años de servicio tenga que volver a memorizar temarios teóricos puros como si fuera un aspirante nuevo. Esto es un reconocimiento al mérito y al esfuerzo de los compañeros que mantienen la Administración funcionando día a día.

En Ceuta, esto permitirá desbloquear la carrera de cientos de empleados públicos que llevan años en el mismo nivel sin posibilidad de ascenso real. Además, se potenciará el concurso de méritos como forma normal de provisión y se crearán itinerarios de formación homologada. Queremos que el trabajador público de Ceuta vea la Administración no como un sitio estático, sino como un lugar donde puede crecer, formarse y mejorar su categoría profesional y su retribución a lo largo de su vida laboral.

Un empleado público de Ceuta no solo deja de perder dinero, sino que entra en una senda de recuperación real que blindará sus nóminas frente a la inflación”

P: La jornada laboral de 35 horas y el teletrabajo son reivindicaciones clásicas. ¿Cómo encajan en este nuevo marco y qué aplicación tendrán en nuestra ciudad?

R: Aunque el acuerdo marco se centra mucho en retribuciones y empleo, sienta las bases para negociar mejoras en las condiciones laborales, incluyendo la jornada y la flexibilidad. El texto habla de favorecer la conciliación y la corresponsabilidad, y nosotros desde CSIF Ceuta vamos a utilizar esa percha para exigir la implantación efectiva y real de la jornada de 35 horas en todos los ámbitos donde aún no se aplica plenamente, así como una regulación del teletrabajo que sea clara y no dependa de la arbitrariedad del jefe de turno.

En una ciudad como Ceuta, donde las distancias son cortas pero las cargas familiares y la conciliación son igual de complejas que en cualquier otro sitio, el teletrabajo y la flexibilidad horaria son herramientas modernizadoras irrenunciables. Este acuerdo nos da la fuerza negociadora para exigir a la Ciudad Autónoma y a la Delegación del Gobierno que adapten sus normativas para facilitar esa conciliación real que demandan nuestros afiliados.

P: La digitalización y la Inteligencia Artificial están en boca de todos. ¿Deben temer los empleados públicos de Ceuta por sus puestos de trabajo ante esta “modernización”?

R: En absoluto. De hecho, hemos conseguido blindar que la digitalización vaya acompañada obligatoriamente de formación y no de recortes. El acuerdo incluye un Plan de Competencias Digitales masivo para toda la plantilla, desde niveles básicos hasta avanzados, incluyendo formación específica en Inteligencia Artificial. Nuestro objetivo es que ningún empleado público de Ceuta se quede atrás por la brecha digital, y que la tecnología sirva para quitar tareas burocráticas repetitivas, no para quitar personas.

Además, hemos puesto una línea roja: la atención presencial. El acuerdo garantiza el refuerzo de la atención directa a la ciudadanía, especialmente para colectivos vulnerables y personas mayores. En Ceuta, donde el trato directo y cercano es parte de nuestra cultura, esto es fundamental. No vamos a permitir que la Administración se convierta en un ente robotizado inaccesible; al contrario, queremos más personal en ventanilla y en atención directa, apoyados por mejor tecnología, pero nunca sustituidos por ella.

La eliminación de la tasa de reposición es un cambio de paradigma total hacia un modelo basado en las necesidades reales de los servicios”

P: Hablemos de igualdad. El sector público debería ser ejemplar, pero ¿qué medidas concretas introduce el acuerdo para combatir la brecha de género o el acoso?

R: El acuerdo es muy ambicioso en este sentido y establece “tolerancia cero”. Obliga a todas las administraciones a tener Planes de Igualdad actualizados y negociados, no solo sobre el papel. Se incluyen medidas de transparencia salarial para detectar brechas de género que a veces quedan ocultas en complementos o productividades, y se implementarán protocolos específicos y efectivos contra el acoso sexual y por razón de sexo.

Para las empleadas públicas de Ceuta, esto significa trabajar en entornos más seguros y justos. También se refuerza la protección para las víctimas de violencia de género, con medidas de movilidad interadministrativa y apoyo integral. Desde CSIF Ceuta estaremos vigilantes para que estos protocolos se activen de inmediato en todas las consejerías y organismos locales, garantizando que la Administración sea un espacio libre de discriminación y un referente social en nuestra ciudad.

P: La salud laboral, y especialmente los riesgos psicosociales, han cobrado mucha importancia post-pandemia. ¿Se contempla alguna mejora en este ámbito?

R: Sí, y era urgente. Por primera vez se reconoce con tanta claridad la necesidad de abordar los riesgos psicosociales (estrés, ansiedad, cargas de trabajo excesivas) al mismo nivel que los riesgos físicos. El acuerdo obliga a reforzar los servicios de prevención y a evaluar estos riesgos de forma periódica. También se incluyen protocolos contra las agresiones a empleados públicos, un tema muy sensible en ámbitos como la Sanidad o los Servicios Sociales en Ceuta.

Además, hay una mención específica a las condiciones climáticas adversas. Aunque Ceuta tiene un clima templado, sufrimos episodios de humedad y calor que afectan al trabajo. Tener un marco que obligue a adaptar las condiciones laborales ante olas de calor o situaciones extremas es un avance en seguridad. Queremos que los empleados públicos de Ceuta vayan a trabajar sabiendo que su salud mental y física está protegida por protocolos reales y no solo por buenas intenciones.

No vamos a permitir que la Administración se convierta en un ente robotizado inaccesible; la tecnología debe servir para apoyar, no para sustituir a las personas”

P: El Mutualismo Administrativo (MUFACE, MUGEJU E ISFAS) ha estado en la cuerda floja recientemente. ¿Qué garantías ofrece este acuerdo sobre la asistencia sanitaria de los funcionarios?

R: El acuerdo es un balón de oxígeno fundamental para el mutualismo. Se recoge el compromiso de mejorar el modelo, garantizando la calidad asistencial y asegurando que no se produzcan mermas en las prestaciones ni en las urgencias. Para CSIF, el mantenimiento del mutualismo administrativo es irrenunciable, y este documento lo ratifica como parte esencial de las condiciones laborales de los funcionarios.

En Ceuta, donde la sanidad pública y la concertada conviven en un equilibrio a veces delicado, que los funcionarios tengan garantizada su cobertura a través de las mutualidades es vital para no colapsar aún más el sistema de la Seguridad Social. Con este acuerdo, lanzamos un mensaje de tranquilidad a miles de mutualistas ceutíes: su asistencia sanitaria no se toca, se mejora y se garantiza su financiación adecuada para el futuro.

P: Para cerrar, presidente. ¿Qué papel jugará CSIF Ceuta a partir de ahora para que todo esto no quede en papel mojado?

R: Nuestro papel será de vigilancia activa y exigencia permanente. El acuerdo contempla la creación de una Comisión de Seguimiento que se constituirá el 17 de diciembre y varios grupos de trabajo, aquí es donde pelearemos el desarrollo concreto de cada medida, nada queda “al criterio” de la Administración.

CSIF Ceuta va a estar muy pendiente de lo que ocurra en Madrid, y vamos a exigir a la Ciudad y a la Delegación que transpongan cada una de estas mejoras sin demora.

Gracias a la presión, el acuerdo no es solo político, obliga a legislar, negociar y ejecutar.

A los afiliados y a todos los empleados públicos de Ceuta les digo: este acuerdo es vuestro escudo y vuestra herramienta. Hemos conseguido el marco legal y presupuestario; ahora nos toca a nosotros desarrollarlo, y con vuestro apoyo, hacerlo realidad en cada centro de trabajo. No vamos a regalar ni una coma de lo firmado. La recuperación de derechos ya está en marcha y en Ceuta vamos a ser pioneros en aplicarla.