INGRESO MÍNIMO VITAL
Ceuta lidera el impacto social del IMV: más de 12.200 beneficiarios en noviembre
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Ceuta vuelve a situarse entre los territorios donde el Ingreso Mínimo Vital (IMV) tiene un peso más determinante en la protección social. Según los datos correspondientes al mes de noviembre, la ciudad autónoma registró 3.008 prestaciones activas, que dieron cobertura a 12.231 personas, lo que refleja un ratio de 4,07 beneficiarios por prestación, uno de los más elevados del país.
La nómina del IMV alcanzó en Ceuta 1.965.551,44 euros, con una cuantía media mensual por hogar de 596,38 euros y 146,67 euros por beneficiario, cifras que evidencian la importancia de esta ayuda para miles de familias ceutíes en situación de vulnerabilidad económica.
Del total de prestaciones gestionadas, 474 correspondieron al IMV Básico, mientras que 1.484 fueron de modalidad completa, las que incorporan mayores complementos en función de la composición familiar. Además, Ceuta sumó 1.050 prestaciones vinculadas al Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI), que refuerza la protección de los menores en hogares con ingresos insuficientes.
Las cuantías también muestran diferencias significativas entre modalidades: los hogares ceutíes perciben de media 569,41 euros en la prestación básica, 922,46 euros en las prestaciones completas y 147,70 euros a través del CAPI. Este último complemento, con umbrales de renta más amplios, ha permitido ampliar la cobertura a familias con menores, incluso aunque no sean perceptoras del IMV principal.
En Ceuta, el impacto del CAPI es especialmente notable. La ciudad registra 2.534 hogares con este complemento, que perciben una ayuda media de 146,69 euros mensuales. En ellos viven 5.538 menores, de los cuales 622 son de 0 a 2 años, 762 de entre 3 y 5, y 4.154 tienen entre 6 y 17 años, reflejando la fuerte presencia de población infantil y adolescente en los hogares atendidos. La cuantía media del CAPI por menor es de 67,12 euros.
El perfil de los titulares del IMV en Ceuta mantiene la tendencia nacional de feminización de la prestación. De los 3.008 titulares, 2.007 son mujeres, frente a 1.001 hombres, lo que sitúa a las ceutíes como principales gestoras de este recurso económico. En cuanto a la nacionalidad, 2.587 titulares son españoles, mientras que 419 son extranjeros, una distribución habitual en la ciudad.
La media de edad de los titulares es de 44,62 años, con una estructura muy marcada por las franjas adultas: 609 titulares tienen entre 24 y 35 años, 1.064 entre 36 y 45, y 857 entre 46 y 55 años. Solo 6 titulares son menores de 24 años y 50 superan los 65, lo que refleja que el IMV se concentra en población en edad laboral con cargas familiares.
La fotografía se amplía entre el conjunto de beneficiarios, cuya media de edad es sensiblemente inferior, 26,82 años, debido al peso de los menores. De las 12.231 personas que perciben el IMV en Ceuta, 6.963 son adultos, mientras que 5.268 son menores de edad, lo que supone cerca del 43% del total, un porcentaje incluso superior al de la media nacional.
En cuanto a la distribución por sexo entre beneficiarios, los datos muestran un equilibrio cercano: 5.813 hombres frente a 6.417 mujeres, aunque la ligera mayoría femenina es constante tanto entre titulares como entre beneficiarios.
El IMV no solo garantiza un nivel mínimo de ingresos a los hogares ceutíes en situación de vulnerabilidad, sino que también se configura como una herramienta decisiva contra la pobreza infantil, un fenómeno especialmente presente en territorios con tasas estructurales de desigualdad más acusadas. El peso del CAPI en Ceuta confirma la importancia de reforzar la protección de los menores y reducir las brechas sociales.
Además, el elevado número de prestaciones completas —más de la mitad del total— pone de manifiesto la preeminencia de hogares con menores o con circunstancias específicas que justifican una cuantía superior, un patrón coincidente con la realidad demográfica de Ceuta, donde las familias numerosas y monoparentales tienen una presencia relevante.
Las autoridades estatales insisten en que el IMV continúa en proceso de evaluación continua para mejorar su cobertura y adaptarlo a distintos perfiles de vulnerabilidad, incluidos los jóvenes. En Ceuta, la media de edad de los beneficiarios no titulares se sitúa en 21,01 años, un indicador del fuerte peso de adolescentes y jóvenes en los hogares perceptores.
El impacto económico del IMV en la ciudad es también significativo: la inyección mensual de cerca de dos millones de euros contribuye al consumo de proximidad y sostiene a miles de hogares que, sin esta prestación, verían agravada su situación económica.
Los datos de noviembre confirman así que Ceuta se mantiene entre los territorios donde el IMV y el CAPI tienen un efecto más profundo, tanto por la elevada presencia de menores como por el número de hogares que dependen de estas ayudas para garantizar condiciones de vida dignas.
Con una combinación de cuantías elevadas, un amplio alcance infantil y un peso mayoritario de mujeres titulares, Ceuta dibuja un perfil claro: el IMV es hoy una herramienta esencial para la cohesión social de la ciudad y uno de los principales escudos frente a la vulnerabilidad económica en el territorio.
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