Echeverría precisa que la resolución de la ONU sobre el Sáhara no cambia su soberanía ni implica a Ceuta
POLÍTICA
El director del Observatorio de las dos ciudades autónomas trata de rebajar la polémica a nivel nacional sobre una decisión que, además de “quedar abierta”, no repercute en nada en los territorios españoles en el norte de África
            CEUTA/ El terremoto político a nivel nacional tras la decisión del pasado viernes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas —que, sin votos en contra, estableció el plan de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental como base para una solución negociada— salpicó de lleno a Ceuta y Melilla. Analistas de diferentes medios comenzaron a especular con que, tras esta “victoria” de Rabat, la siguiente reclamación serán las dos ciudades autónomas. El experto Carlos Echeverría difiere de algunos planteamientos e insiste en que la decisión, además de “quedar abierta” y no ceder aún nada al país vecino, no implica en “absoluto” a los territorios españoles en el norte de África.
“Lo primero, aunque efectivamente este triunfalismo encaja con la línea desaforada y ultranacionalista de Marruecos, es que esta resolución no les concede automáticamente la marroquinidad del Sáhara. Eso es lo primero que tenemos que tener claro antes de seguir avanzando en ese derrotismo que hay por doquier”, sostiene el director del Observatorio de Ceuta y Melilla.
El experto sí admite que con esta resolución, la fórmula del referéndum que se planteó tras el alto al fuego entre el frente polisario y Marruecos en 1991 queda desechada, aunque también reconoce que era algo que muchos analistas, entre los que se incluye, habían asumido “desde hace muchos años”.
“No se puede organizar un referéndum si no hay voluntad política para elaborar un censo y para caminar hacia la celebración de la votación. Es algo que Marruecos lleva muchos años negando: tanto la actualización del censo como la propia fórmula del referéndum. Eso ha ido generando mucha frustración no solo en la zona, no solo entre los saharauis y nosotros, sino en el mundo”, señala Echeverría.
Fue en 2007 cuando el reino alauita presentó como alternativa una propuesta para establecer un estatus de autonomía para el Sáhara Occidental, pero siempre con la soberanía marroquí. Este plan fue respaldado por el presidente de España, Pedro Sánchez, en 2022 en un giro en la postura nacional que levantó ampollas en diferentes sectores. Ahora, el aval a ese proyecto parece haberlo reconocido el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aunque no hay nada definitivo.
            La resolución aprobada el pasado viernes fue impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empeñado en resolver conflictos a toda costa mientras dure su mandato. Salió adelante gracias a las abstenciones de Rusia y China, que era la gran incógnita, según el analista.
“Eran, de los cinco, los dos únicos que podían haber planteado un veto. No lo han hecho, pero tampoco con la abstención quiere decir que la apoyen. Es decir, ellos lo que dibujan en el horizonte es un momento diferente, sabiendo que eso no se va a desbloquear por la vía que se creía que se iba a desbloquear o que se ha tratado de desbloquear durante décadas de organizar un referéndum”, aclara Echeverría.
Insiste Echeverría en que, aunque Marruecos se sitúe en una posición de fuerza al ir “arañando” reconocimientos a su plan de autonomía sobre el Sáhara y debilitando poco a poco al frente polisario, la reciente resolución “no está resuelta” en términos de concederle al país vecino la victoria que ha celebrado desde este viernes. Así lo definió el rey Mohamed VI: “Un antes y un después” en el conflicto.
“Ellos lo celebran porque son así. El régimen es autoritario, el rey manda. Mohamed VI necesita, además, oxígeno después de las protestas que ha habido las últimas semanas. Por ello, trata de dar a entender que, efectivamente, va quemando etapas y siguen para adelante, como él mismo ha dicho”, resume el director del Observatorio de Ceuta y Melilla.
A pesar del revuelo y la “propaganda” ejercida desde el reino alauita, Echeverría analiza el paso de las Naciones Unidas con calma e insiste en que ahora comienza el terreno de las negociaciones y “el tiempo dirá”. “Igual dentro de un año estamos otra vez aprobando otra resolución porque Marruecos no ha conseguido devorar ese territorio. Porque no es que la aprobación de esa resolución dé por hecho nada, en absoluto.”.
Derrotismo generalizado
Una vez conocida la noticia sobre el Consejo de Seguridad de la ONU, no tardaron los medios españoles y marroquíes en difundir la resolución. Al otro lado de la frontera la gente incluso salió a la calle a celebrarlo en unas jornadas donde también se pronunció satisfecho Mohamed VI. En España, en cambio, la decisión se reflejó en gran cantidad de periódicos tradicionales con incertidumbre e incluso, cierto temor, al interpretar que se volvía a poner el foco en Ceuta y Melilla y la eterna sombra de la soberanía que reivindica el reino alauita desde hace décadas. Echeverría se mantiene cauto en este aspecto, pero se muestra claro sobre la posición que se debe mantener.
“Conociendo la praxis del poder marroquí… No olvidemos que estamos hablando de un régimen autoritario. El rey es el que organiza todo a su capricho. Se están realizando muchas especulaciones. Circula también otra versión que sostiene que no ocurrirá nada hasta después del Mundial, ya que para Mohamed VI es algo muy importante. Pero hay que tener en cuenta que Marruecos no va a bajar la guardia en ningún momento porque, efectivamente, puede decidir una huida hacia adelante o algún tipo de estrategia híbrida. Una más de las que nos suele aplicar”, esgrime el analista en referencia a Ceuta y Melilla.
            La firmeza de España sobre este asunto resulta clave a juicio de Echeverría, que defiende que se debe llevar a cabo un “análisis sosegado” y una estrategia para rebajar ese “triunfalismo marroquí”. El analista no duda de que se va a seguir utilizando ese ‘éxito’ en los próximos meses, incluso días, teniendo en cuenta que el aniversario de la Marcha Verde es el próximo 6 de noviembre. “Ahí va a haber una verdadera orgía comunicacional, un discurso político desaforado. En cualquier caso, no olvidemos que Marruecos controla a sus masas, lo acabamos de ver con esas movilizaciones de jóvenes que han tenido unos costes relativamente bajos”, subraya.
Para concluir, Echeverría insiste en la necesidad de una “España firme” y con las “ideas claras” para evitar dinámicas como las que se han dado los últimos días a través de artículos que, directamente, vaticinaban que el siguiente paso de Marruecos iban a ser las ciudades autónomas. «Qué hará la ONU (y la OTAN) si Marruecos invade Ceuta y Melilla», titulaba un medio generalista tras conocerse la resolución de Naciones Unidas.
“Hay que evitar que nos puedan enredar en una vorágine de desinformación, de malinterpretaciones y, sobre todo, lo peor: ese derrotismo que se destila desde el lado español. En primer lugar dar por hecho que esa resolución reconoce definitivamente el plan marroquí sobre el Sáhara Occidental, que no es verdad, y en segundo lugar, pensar que, acto seguido, el siguiente paso serán Ceuta, Melilla, los Peñones o lo que sea”, zanja Echeverría.
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