La implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Ceuta: tarde y a la espera de Presidencia y Gobernación
ZONA BAJAS EMISIONES
Fuentes de la Ciudad confirman que la ordenanza “está lista”, pero la consejería que lidera Alberto Gaitán no ha dado aún luz verde para que empiece a funcionar
La implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Ceuta se le sigue atragantando al Gobierno local. Ceuta es una de las zonas de España donde aún no está en funcionamiento a pesar de ser obligatoria para las ciudades de más de 50.000 habitantes, según la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética. Fuentes de la Administración confirman que la ordenanza “está lista”, pero la Consejería de Presidencia y Gobernación, de la que depende la Policía Local, aún no ha dado luz verde, a pesar de que el portavoz Alejandro Ramírez aseguró en alguna ocasión que sería una realidad a lo largo de 2025.
Han pasado tres años desde que la ZBE debería estar instaurada en Ceuta. El 10 de enero, el portavoz del Gobierno, Alejandro Ramírez, admitió la demora, aunque aclaró que la ciudad “ya cumple con los estándares de calidad del aire establecidos en la normativa europea y nacional”, por lo que consideró “innecesaria” su aplicación de una manera “estricta”, ya que se convertiría, argumentó, en una “medida recaudatoria”.
El portavoz contestó así al diputado socialista, Sebastián Guerrero, que afeó al Ejecutivo local los “mareos” y las “excusas” para “ocultar su incapacidad o falta de voluntad para cumplir la ley”.
El proyecto obligatorio lleva en ‘punto muerto’ unos tres años a pesar del compromiso del Gobierno local y de contar para implantarlo con fondos europeos. El discurso de la Ciudad iba encaminado a dos opciones para cumplir con la normativa: en un principio, la idea era establecer la ZBE en gran parte del centro urbano, restringiendo el acceso de la mitad de los vehículos que se concentran en la actualidad.
Esta alternativa fue descartada por Ramírez el pasado 10 de enero porque, a su juicio, provocaría sanciones automáticas a la población y obligaría a muchas familias a renovar su flota de vehículos “en un contexto económico complicado”.
El diputado socialista acusó al Gobierno local de “incompetencia” y “negacionismo”, algo que Ramírez negó argumentando criterios de “responsabilidad” y medidas paralelas como mejorar la calidad del aire, la renovación de la flota pública con vehículos híbridos o el proyecto del cable submarino, aunque este no sea obra de la Ciudad Autónoma. Además, insistió el mandatario en que, cuando entre en funcionamiento, se hará “de forma progresiva” para evitar un gran impacto en la ciudadanía.
Pero por aquel entonces el consejero ya adelantaba que la implantación de la ZBE en Ceuta estaba en un proceso “avanzado”, a pesar de que va a acabar el año y no hay novedades desde la Consejería de Presidencia y Gobernación, que es desde donde tiene que darse el visto bueno.
Una vez el área de Alberto Gaitán dé luz verde, el proyecto deberá aprobarse en una sesión plenaria, algo que el Gobierno tiene relativamente sencillo a la vista de las facilidades que están otorgando los cuatro diputados no adscritos que hay en la Asamblea, díscolos con los que la Ciudad Autónoma tiene la mayoría garantizada y que están votando siempre en sintonía con el Partido Popular.