Pedro J. Ramírez: “Ceuta es la aldea gala del acuerdo entre partidos”
ENTREVISTA PEDRO J . RAMIREZ
El director de El Español, uno de los periodistas más conocidos de nuestro país, habla con El Pueblo de su trayectoria, de Ceuta, y de los retos del futuro

Sus detractores van a degüello. Sus admiradores no dudan en compararlo con Indro Montanelli u Oriana Fallaci, situarlo entre los mejores periodistas europeos de siempre. El caso es que Pedro José Ramírez Codina (Logroño, 1952) no deja indiferente a nadie. Se quiera o no, es uno de los rostros y plumas imprescindibles del periodismo y del periodo democrático en nuestro país. Siguiendo en el tópico, no deja indiferente a nadie.
Lleva ya 45 años dirigiendo periódicos. El primero cuya redacción dirigió fue el extinto Diario 16. Posteriormente, El Mundo. Y desde su segundo despido -en los dos anteriores, él ve siempre la sombra del poder por ser incómodo a González y Rajoy, respectivamente- está al frente de El Español. Aquí será difícil un despido, admite: “yo soy quien me tendría que despedir a mi mismo”.
Está en Ceuta para participar en el III Foro de El Español. Sobre el foro y la ciudad: “Ceuta tiene tal singularidad, Ceuta es tan diferente desde el punto de vista de su composición étnica, desde el punto de vista de su decantación histórica, desde el punto de vista también de su geografía, de sus límites, que para entenderlo hay que venir a verlo, o sea no basta explicárselo a la gente. Yo creo que Ceuta es la gran desconocida de las comunidades españolas”.
¿Y qué puede ‘exportar’ Ceuta al resto de España? “Pues los grandes pactos para gobernar la ciudad de manera que el PSOE y el PP pues estén muchas veces unidos, pues eso era el espíritu de la transición y eso ahora ya sólo queda en Ceuta”. Le preguntamos si es una especie de aldea gala de aquello y dice “si. Juan Vivas es Asterix y Nicola Cechi, Obelix”.
A estas alturas de su vida periodística, sigue habiendo cosas que le sorprenden. “Sí, por ejemplo que el líder de la oposición le diga esta mañana al jefe del gobierno que le va a citar a comparecer ante la comisión de investigación del senado sobre la corrupción del PSOE y el presidente del gobierno se lo tome a chufla. Creo que podrá tener más o menos razón uno u otro pero hay que tener un respeto a las instituciones y a las formas de la democracia”. Esta entrevista tiene lugar tras una más de las muchas polémicas entre Sánchez y Núñez Feijóo.
No oculta su preocupación por la polarización de la sociedad española, y el papel de las redes sociales: “Hay mucha polarización desde el poder se está atizando los conflictos. Creo que las redes sociales son un amplificador de la mala leche, el enconamiento, pero creo que las aguas volverán a su cauce y que antes o después habrá un gobierno que tenga una mayoría parlamentaria sólida que pueda intentar desarrollar grandes acuerdos de estado con el que esté en la oposición. A mí me parece que los desafíos que tiene la sociedad española requieren una clase política con más sentido de la responsabilidad que la actual”.
Da por bueno, en este punto, el paralelismo que ponemos entre determinados usos de las redes sociales y haber puesto un megáfono en una tasca hace treinta años. “Efectivamente, es así. Yo lo comparo con en la grada del estadio de fútbol. Cuando gente que se abrigaba y se escondía se aprovechaba del anonimato de estar en medio pues empezaba a insultar al árbitro del partido. Pues sí, yo creo que nuestra convivencia mejoraría mucho si hubiera una legislación de ámbito europeo que obligara a los operadores de las redes sociales a que cualquier usuario quedara registrado con su nombre y apellido y que en todo caso en el momento en que un juez pidiera conocer la identidad de quien ha emitido un mensaje de odio delictivo, injurioso, calumnioso, en 24 horas la red social estuviera obligada a... quiero decir que tú puedes participar con un seudónimo pero si a través de un seudónimo tú cometes delitos pues el velo tiene que caer inmediatamente”, reflexiona.
“No hemos conseguido averiguar la verdad sobre el 11 M: no tengo ninguna teoría consistente”
Una de las grandes polémicas de la trayectoria de Ramírez es, sin duda, su versión de que algo ‘alternativo’ a lo oficial ocurrió en aquel aciago marzo de 2004. No le preguntamos nosotros; lo saca él mismo cuando le preguntamos si se arrepiente de haber publicado algo en todos sus años.
“El problema siempre es, por decir la verdad, el problema no son los errores, el problema son los aciertos. Hay que publicar informaciones, aunque te pueda costar el despido o que algún amigo empiece a mirarte mal. Yo no hablaría de errores, pero si de fracaso, en el 11 - M. Ni en El Mundo, ni en El Español, entre todos los limitados medios que lo han intentado, no hemos conseguido averiguar la verdad de lo que pasó en España el 11 de marzo de 2004. Y yo no tengo ninguna teoría consistente. Yo sé que no sabemos la verdad y que lo que ha quedado reflejado en la sentencia, algunas de las cosas, biológicamente, bioquímicamente, molecularmente, los análisis explosivos no son verdad. Entonces, bueno, también esto demuestra que ni por ser, ni por el mucho empeño en algo, ni por ser el más listo de los más listos de la clase, pues los periodistas lo podemos todo”, dice sobre aquel momento.
Sobre el momento político que vive el mundo, y si es comparable -le preguntábamos lo mismo a Daniel Lacalle, otro de los ponentes del Foro- al de entreguerras del pasado siglo, “el concepto de guerra es muy distinto al de entonces. Incluso podríamos pensar que ya estamos en una guerra de carácter económico, de carácter comercial, y que eso tiene sus efectos de carácter tecnológico, con los ataques híbridos, con la lucha por el control de la tecnología, los drones, que no sabes si tienen una función militar o simplemente crear una inquietud. Yo espero que la humanidad tenga más sentido común, más capacidad de mantener la cordura colectiva de lo que ocurrió cuando atravesó aquel valle oscuro que fueron las tres décadas del periodo de entreguerras. Y ahí, con la verdad, debe estar la prensa”.
“España, mañana, no será republicana. Tal vez, pasado mañana”
A mediados de los 90, y según José Luis de Villalonga, un grupo de personas se reúnen en Madrid para acabar con la Monarquía y proclamar una III República con el abogado Antonio García-Trevijano como presidente.
Uno de esos hombres era, según el artículo, Pedro J. Ramírez. A él le preguntamos aquello de si España, mañana, será republicana. “Pasado mañana a lo mejor. Mañana desde luego no. Porque yo creo que mientras la Monarquía represente un factor de estabilidad, mientras el titular de la corona como Felipe VI se comporte con la ejemplaridad y con la corrección con que viene haciéndolo, su padre era una bomba de relojería, o sea, su padre era un riesgo para la institución y al final tuvo la lucidez de justo diez minutos antes de que se empezara a descubrir el pastel del dinero en Suiza, pues de dimitir, porque más que una abdicación, fue una dimisión de alguien a quien le han cogido o están a punto de pillarle”, reflexiona.
“La inteligencia artificial no podrá, nunca, escribir como Paco Umbral”
Sobre la I.A. se está hablando en este tiempo casi más que de cualquier cosa. Y todos nos hemos preguntado si nuestro trabajo, no será sustituido por una I.A.. ¿Qué pasa con los periodistas? “Sustituirá a los que no seamos capaces de aportar un valor añadido a nuestras noticias, a nuestras investigaciones, a nuestros análisis.
Sustituirá, para que nos entendamos, al periodismo de carril, ir a una rueda de prensa, contar lo que ha dicho no sé quién, hacer la crónica del partido en el minuto 27, metió un gol fulanito y no le sacaron una tarjeta amarilla, eso está terminado. Ahora, ni la inteligencia artificial podrá escribir como Paco Umbral ni descubrir noticias exclusivas como Jorge Calabrés, por poner uno, de El Español”.
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