El PP registra una batería de preguntas en el Senado a raíz de la RAN
POLÍTICA
Los populares esperan una respuesta sobre las aduanas comerciales, la puesta en duda de la soberanía de Ceuta y Melilla por parte de ministros marroquíes o sobre la cesión del espacio aéreo sobre el Sáhara Occidental
Al Partido Popular (PP) no le dejó buen sabor de boca la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos celebrada en Madrid el pasado jueves 4 de diciembre. La opacidad del Gobierno sobre el encuentro, a puerta cerrada y sin ofrecer -como venía siendo habitual- declaraciones a los medios de comunicación levantó sospechas en el seno de la formación azul, que ha registrado una batería de preguntas en el Senado, según adelantó el ABC y ha podido confirmar este diario. Las cuestiones abordan asuntos como las aduanas comerciales a medio gas en Ceuta y Melilla, la relación con el reino alauita, el espacio aéreo sobre el Sáhara Occidental o la respuesta que dará el Ejecutivo cuando se ponga en entredicho la soberanía de las dos ciudades autónomas por parte del país vecino.
Las 23 páginas y 119 puntos que envió Moncloa a los medios tras la RAN en la que participaron el presidente Pedro Sánchez y su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch, donde no había ni rastro de Ceuta y Melilla a pesar de ser las principales ciudades españolas perjudicadas por las estrategias del país vecino en materia comercial y migratoria, no fueron suficientes para el PP, crítico sobre la relación del Gobierno con el país vecino.
“La reapertura de la aduana comercial de Melilla y la puesta en marcha de una aduana en Ceuta fueron presentadas por el Gobierno de España como un hito derivado del entendimiento con Marruecos y como una garantía para la normalización de las relaciones tras los episodios de crisis fronteriza. Sin embargo, los avances han sido intermitentes, limitados y sometidos a decisiones unilaterales de Rabat”, subrayan los populares en el documento dirigido al Senado al que ha tenido acceso este diario.
La formación azul pedirá explicaciones al Ejecutivo sobre la falta de respuestas por parte de Marruecos a pesar de que Sánchez cambiara de un plumazo la posición de España sobre el Sáhara, afirmando que el plan de autonomía propuesto por el país vecino era la mejor solución. A cambio se garantizaba una normalización de las relaciones económicas y fronterizas, por lo que la inexistente actividad en las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla a pesar de que hace casi un año de su apertura oficial causan indignación en el PP.
Los populares ojearon la entrevista publicada por El Mundo al ministro de Comercio marroquí, Ryad Mezzour, hace una semana y de la que se extrajeron numerosas conclusiones. No solo a raíz del titular con tufo de amenaza: "Una España que se porta bien es un Marruecos que se porta bien", sino también por la negativa del mandatario a la hora de hablar de Ceuta y de Melilla, a las que comparó con Gibraltar y de las que, a pesar de las reiteradas preguntas de la periodista, no se quiso pronunciar. “No es el momento”.
“La reiterada negativa de autoridades marroquíes a reconocer explícitamente la soberanía española sobre Ceuta y Melilla, acompañada de alusiones a Gibraltar como elemento de contrapunto, evidencia que la integridad territorial de España sigue estando cuestionada por un socio con el que el Gobierno afirma mantener una relación ejemplar. Estas manifestaciones, que se producen en paralelo a una retórica que condiciona el buen clima bilateral a la conducta del Gobierno de España, plantean serias dudas sobre la firmeza con la que se defiende la soberanía nacional y sobre la coherencia del discurso oficial respecto al carácter indiscutible de la españolidad de las ciudades autónomas”, sostienen desde el Partido Popular.
Por ello, la principal fuerza opositora preguntará al Gobierno cuál fue la respuesta diplomática concreta tras las declaraciones de las autoridades marroquíes en las que evitan reconocer la soberanía española sobre Ceuta y Melilla y en las que vinculan la situación de ambas ciudades autónomas con Gibraltar.
El control de los flujos migratorios por parte de Marruecos y la posibilidad de utilizar esa moneda para desestabilizar España, como ocurrió en Ceuta en 2021, es otro asunto que inquieta a los populares. A pesar de la cooperación del país vecino este verano -determinados días- las llegadas por tierra o mar a la ciudad autónoma y a Canarias no han cesado provocando una situación límite que ha solventado -de momento- el Gobierno mediante la reforma de la Ley de Extranjería y la declaración de contingencia migratoria en los territorios más tensionados.
A pesar de los esfuerzos del Ejecutivo y de que la situación, aunque sigue siendo compleja, ha mejorado, Europa ya declaró a España junto a Italia, Chipre y Grecia países “bajo presión migratoria alta”, por lo que a la vista de las cifras de llegadas desde el país vecino, sobre todo a Ceuta y a Canarias, Marruecos no parece desprender una gran implicación para controlar los flujos. En la ciudad autónoma son ya 44 los cadáveres de migrantes recuperados por la Guardia Civil en sus costas, una cifra récord en un territorio acostumbrado a la tragedia.
“La dependencia de la cooperación marroquí en materia de control fronterizo, sumada a antecedentes en los que la relajación de dicha cooperación ha coincidido con crisis diplomáticas, plantea la cuestión de si el Gobierno de España se halla en un grado de vulnerabilidad que condiciona su margen de actuación en política exterior y en la defensa de los intereses estratégicos”, ponen sobre la mesa los populares, que recalcan que el control de los flujos es clave para “la seguridad nacional y la estabilidad social de las zonas afectadas”.
Además, según recoge ABC, el PP preguntará al Ejecutivo en el Senado qué garantías ofrece Marruecos de cumplir los compromisos adquiridos, cómo tiene pensado resolver las continuas demandas del reino alauita para que se le ceda el espacio aéreo del Sáhara o qué plantea para resolver la disputa sobre el monte submarino Tropic, rico en minerales esenciales para la transición energética.