Protección Civil reconoce el éxito de la OPE con la entrega de sus Medallas

La tarde de este miércoles, 10 de diciembre, ha sido bastante desapacible. Esos días de frío húmedo, aderezado con lloviznas intermitentes, que invitaban a no salir salvo por menesteres ineludibles. Días de entregarse al calor de una manta, un sofá, procastrinar entre plataformas de streaming o algún partido de fútbol y olvidarse del mundo. Días como estos hay muchos al cabo del año en Ceuta; sea por esa humedad que "rompe los huesos" (Carlos Goñi, Revolver, lo escribió pensando en Valencia pero es perfectamente válido para Ceuta) o por un calor extremo, que obliga a lo mismo pero cambiando la manta de antes por el ventilador de las húmedas tardes agosteñas. Pero en tardes como estas, o como esas en las que la playa parece el único lugar habitable del mundo, siempre hay emergencias. Siempre hay gente que se juega la vida para llegar a costas españolas. En esa macabra ruleta rusa, esa partida contra el destino, a 45 personas les ha salido la cruz o les ha tocado la única bala que había en el cargador. Son los 45 que se han encontrado en las costas de Ceuta; solo el mar sabrá cuantos habrán sido en realidad. Pero también hay gente que se arriesga, da lo mejor de si misma y ofrece el 200% para que no ocurra nada o, como dice el tópico, del mal: el menos.

A esa gente, o a parte de ellos, se les ha premiado por parte de Delegación del Gobierno, haciéndoles entrega de la Medalla de Protección Civil. El logro: conseguir que la Operación Paso del Estrecho haya sido un auténtico éxito. Que los periodistas no hayamos tenido trabajo en la OPE, más allá de ofrecer cada 'equis' tiempo datos y porcentajes sobre el número de personas que eligen el puerto de Ceuta para entrar o salir del vecino país. Que la estadística, y no la cola que ocupa kilómetros o las largas horas de espera en una explanada, sean la noticia puede ser debido a muchos factores. Es cierto que la OPE ya no es lo que era: las nuevas generaciones de magrebíes ya no viven en las fábricas en las que se criaron y trabajaban sus padres o abuelos y que cerraban en agosto. No quedaba otra, pues, que montar la casa en un coche y viajar miles de kilómetros. Se dedican a otras cosas, tienen más poder adquisitivo que sus antecesores y prefieren la comodidad y el ahorro de un vuelo de unas horas a cruzarse media Europa para ir de vacaciones. También, y en esto juega el único hecho ineludible en la vida humana, se han ido quedando sin gente a la que visitar, sin ese abrazo que justifique un tortuoso viaje desde el Norte de Europa hasta el de África.

Pero no es solo eso. La planificación, el aprender de la experiencia, el esfuerzo de policías, militares, guardias civiles, conductores o agentes de aduana es lo que en la fría y lluviosa tarde del décimo día de diciembre se ha premiado. Y también a los voluntarios de Protección Civil: "No por ser voluntarios son menos profesionales", advierte la directora general de Protección Civil, Virginia Barcones. O también podría decirse lo mismo, a la inversa: no por ser profesional de algo y llevarse un sueldo a final de mes a casa se es menos entusiasta o profesional.

Barcones ya conoce Ceuta. "La Operación Paso del Estrecho me ha ido acercando a la realidad de esta ciudad", admite en un acto que copreside junto al secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España y la delegada del Gobierno, Cristina Pérez. Por cierto, y sobre esta última: "cuando me propuso esta relación de premiados, tuve claro que representaban mejor que nadie el espíritu de la Protección Civil", dijo Barcones. También se refirió a que estamos viviendo unos meses auténticamente catastróficos en el ámbito de emergencias: la pesadilla de la DANA y sus 230 muertos, aquel apagón de abril que -irónicamente- pasó sin consecuencias en Ceuta precisamente por llevar décadas de atraso en la conexión eléctrica, los peores incendios que se recuerdan en la España peninsular y en los que Barcones fue objetivo de muchas críticas. De ello, la directora general extrae varias enseñanzas. La primera de ellas, que empieza a ser mántrica -"la guerra, siempre le echan la culpa de todo a la guerra", decía el personaje de Alberto Closas en 'Muerte de un Ciclista'- en relación a la meteorología. Todos estos acontecimientos dejan claro que "el cambio climático mata. Y tenemos que reforzar nuestras capacidades del conjunto del Sistema Nacional de Protección Civil. Tenemos que prepararnos más y mejor para hacer frente a esta nueva realidad. Y en ese camino, en el camino de lo que nos ha ocurrido y de cómo fortalecerlos estamos trabajando de la mano de la Ciudad Autónoma".

Presentes también varios consejeros de la Ciudad. A Alberto Gaitán, titular de Presidencia y Gobernación, le agradeció que "cuando ocurrió lo de la DANA, acudisteis raudos y veloces a ayudar, y cuando lo de los incendios os ofrecisteis, pero muchas veces la obligación importa más que la voluntad y no podíamos dejar a Ceuta y Melilla desguarnecidas. Lo único que nos hubiera hecho falta este verano hubiera sido un incendio en alguna de estas ciudades", admitió. Pero esos ofrecimientos "son una verdadera muestra de la colaboración institucional y la buena voluntad política". Barcones puso como ejemplo, también que "Los voluntarios de Protección Civil, casi 100.000 en nuestro país, son uno de los pilares esenciales del sistema nacional y es fundamental tener voluntarios formados, preparados para actuar en caso de emergencia. Ahora llegan las fiestas navideñas y las vais a poder disfrutar con plena seguridad, en una parte muy importante, porque van a estar esos dispositivos, esos preventivos que dicen ellos, garantizando la seguridad de todos. Mientras todos disfrutamos, con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros niños, de todos los espectáculos y eventos navideños, ellos estarán ahí regalando su tiempo con la dedicación y la profesionalidad. Porque el hecho de ser voluntario no significa que se sea menos profesional y desde luego, delegada, consejero, tenéis una agrupación de Protección Civil en Ceuta, que es reconocida en toda España y que llena de orgullo porque representa lo mejor de nuestro país, que es el compromiso altruista para ayudar y para proteger a los demás."

Por su parte, Cristina Pérez quiso referirse personalmente a los condecorados, pero también dejando claro que "Es una responsabilidad colectiva de todos, donde profesionales, voluntarios, cuerpos de seguridad y la ciudadanía forman un mismo equipo para abordar la seguridad e integridad física sobre todo y, sobre todo, las personas. Sois todos un ejemplo para los demás, una inspiración y también representáis en reflejo una sociedad solidaria y llena de valores. Situación que nos emociona y nos entusiasma. Honramos hoy a quienes con valor y eficacia han realizado acciones y servicios ejemplares. En definitiva, soy un orgullo para todos. Y no quiero olvidarme de vuestra familia, que sin su comprensión y apoyo nada de esto sería posible".

Han elegido ese camino. Son profesionales o voluntarios. Pero en noches de lluvia, frío y un mar revuelto, tranquiliza saber, a fin de cuentas, que están ahí.