Para INGESA, la huelga “ha transcurrido sin sobresaltos” pese a que ha anulado los quirófanos

La Dirección General del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) ha emitido un comunicado este viernes en el que, además de informar del seguimiento de la huelga de médicos en su tercera jornada -el jueves-, carga contra los convocantes, a quienes acusa de querer “recibir un trato diferente y privilegiado respecto de los demás profesionales mediante una norma propia”. La institución trata de minimizar los efectos del paro en Ceuta y Melilla remarcando en su texto que ambas ciudades tienen en común una “escasísima” participación, que cifran en 36 facultativos en total este jueves -22 de ellos en Ceuta-.

En una nota de prensa redactada desde Madrid, el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad -al que se destinan las quejas de los médicos huelguistas- Dice que, en su territorio, la pausa nacional “ha transcurrido sin sobresaltos, más allá de la afectación inherente a un seguimeinto del 9% en uno de los tres turnos diarios”. Ello pese a que, según garantizan fuentes sanitarias y confirma el Sindicato Médico de Ceuta (SMC), en el Hospital Universitario de Ceuta (HUCE) se han suspendido todas las cirugías programadas para los cuatro días de huelga. Con la única excepción de una intervención quirúrgica a un paciente oncológico, cuyo procedimiento siguió adelante el martes debido a su gravedad.

Del resto, toda la actividad de quirófano previsto por servicios como Cirugía General, Ginecología, Traumatología, Otorrinolaringología u Oftalmología fue cancelada. Durante la semana de paro se han anulado también citas programadas en las especialidades de Urología, Cirugía General, Anestesia, Traumatología, Oftalmología, Cardiología, Digestivo, Unidad del Dolor, Neumología, Alergología u Otorrinolaringología. Todo ello según ha informado a lo largo de estos días el presidente del SMC, Enrique Roviralta, quien ha acusado al INGESA  de mentir sobre el seguimiento.

La institución ha respondido a las críticas vertidas sobre ella explicando que “el porcentaje de seguimiento no es sino el resultado aritmético de una sencillísima división” a partir de dos factores: el número de trabajadores convocados y el de quienes han secundado la huelga, entre quienes incluyen a quienes no acuden a su puesto de trabajo en día y hora amparado por la convocatoria. “Y ese es el dato que se hace público, sin aditamento ni retoque alguno”, insisten desde INGESA, que insinúa que las quejas de los del Sindicato Médico se deben a su supuesta “frustración” por unas expectativas incumplidas: “INGESA no es responsable del seguimiento de una u otra convocatoria, ni de su “éxito” ni de su “fracaso”, mídanse éstos como se midan: tal mérito, o culpa, le corresponde exclusivamente a los promotores de cada convocatoria, a su buen o mal hacer, sin que el resto de personas, ciudadanos o Administraciones, debamos soportar su frustración ante el incumplimiento de sus expectativas privadas o intereses particulares”.

De los 247 facultativos convocados en Ceuta, secundaron el paro 22 de ellos durante la tercera jornada. En Melilla, 14 de los 267. Todos ellos en el turno de mañana, mientras en el de tarde -cuando las Consultas Externas de la Especializada y las de Primaria están cerradas- nadie participó. La institución ofrece datos también sobre las dos convocatorias de huelga anteriores a esta: el 13 de junio y el 3 de octubre -la primera no tuvo repercusión en Ceuta al coincidir con la festividad de San Antonio-. Según INGESA, estas presentaron un seguimiento de entre el 1 y el 2%. Y lo comparar con la participación en el paro convocado entre el 30 de octubre y el 3 de noviembre por los Técnicos Superiores, secundada por nueve personas, acorde a los datos aportados por la institución, que no filtra entre las dos ciudades autónomas.

INGESA ha recordado en su comunicado que la administración procederá a descontar las horas no trabajadas en las nóminas de las personas “que hayan optado por ejercer su derecho fundamental de huelga”, ya que, según aclaran, “el ejercicio del derecho de huelga implica la suspensión voluntaria del nombramiento o contrato de trabajo”.

Frente a las afirmaciones realizadas desde el Sindicato Médico de Ceuta sobre que INGESA habría intentado amenazar o coaccionar los médicos huelguistas, el organismo se defiende garantizando que respetan “absolutamente el derecho de cada cual a seguir una convocatoria de huelga, o a no hacerlo”. “El INGESA no pregunta con antelación a sus empleados si la van a secundar, pues ello podría interpretarse como obstaculación al libre ejercicio de la decisión personal de cada cual; lo que el INGESA hace, como es legalmente obligado, y de forma ejemplar, es el control, diario, directa y personalmente, de la asistencia a cada puesto de tabajo al inicio de cada turno”, continúan.

Además, en su detallada nota de prensa, la institución explica las motivaciones que, según dice, han llevado a los médicos a convocar estas protestas. “El motivo declarado es su disconformidad con el Anteproyecto de Ley del Estatuto Marco que se halla actualmente en la fase previa a su envío al Congreso de los Diputados para ser tramitado como Proyecto de Ley”, dicen sobre la justificación del paro por parte de las dos entidades convocantes: la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA). Sobre ellos dice INGESA que buscan “recibir un trato diferente y privilegiado respecto de los demás profesionales mediante una norma propia y distinta de la Ley que rige las condiciones laborales de todos los profesionales del Sistema Nacional de Salud, sanitarios y no sanitarios, cual es el Estatuto Marco”.

“Por su parte, el resto de organizaciones sindicales se oponen a quebrar el principio de una única Ley para organizar coherente y ordenadamente todo el conjunto del Sistema Nacional de Salud”, añaden. Y remarcan que entre sus competencias no se encuentra elaborar ni aprobar leyes, lo cual es responsabilidad del poder legislativo (Congreso de los Diputados y Senado). “De forma que el INGESA, obviamente, no dispone de capacidad alguna para decidir respecto de la petición de los convocantes de recibir un trato preferente respecto del resto de empleados públicos del sistema Nacional de Salud”, afirman, volviendo a incidir en su percepción de que lo que buscan los sindicatos convocantes es un trato privilegiado.