TDAH convoca una manifestación en defensa de la sanidad pública
Salud mental
La asociación promueve la protesta tras conocer la intención del Ingesa de externalizar servicios de salud mental. La movilización se ha fijado para el próximo día 22
La Asociación TDAH ha convocado una manifestación en defensa de la sanidad pública que partirá el próximo día 22 desde el Palacio de la Asamblea para concluir ante la sede de la Delegación del Gobierno. La movilización se promueve bajo la exigencia de una “sanidad pública para todos”, con unos servicios que no estén sometidos a privatizaciones y que preste una atención efectiva a quienes más lo necesitan.
La entidad anuncia esta manifestación tras conocer la intención del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) de externalizar los servicios de salud mental con la derivación de especialidades fuera del sistema público. “Esto confirma lo que venimos denunciando desde hace meses: la sanidad pública en Ceuta está siendo abandonada y progresivamente privatizada, mientras que quienes más la necesitan queda desprotegidos”, protestan los activistas de la organización en un comunicado.
La entidad decalifica a Ingesa por desautorizar a quienes denunciaban el deterioro asistencial y considera que la decisión de recurrir al sector privado no hace sino confirmar la alarma de quienes señalaron la situación de los servicios sanitarios. “Exigimos responsabilidades inmediatas, el refuerzo urgente de profesionales y una atención en salud mental pública, digna, humana y cercana para todos -reclaman los promotores de la protesta- La vida y la salud de los ceutíes, y especialmente la de los menores y adolescentes en situación de riesgo, no pueden seguir esperando.
La Asociación TDAH recuerda que desde marzo Ceuta carece de una atención “suficiente y continuada” en el ámbito de la salud mental, una situación que ha dejado a muchos niños y adolescentes sin seguimiento ni diagnóstico. “Las familias están en una situación de angustia e indefensión”, denuncia la entidad.
La organización advierte de la situación de muchos menores con depresión e ideación suicida que siguen sin contar con una atención adecuada, con el consiguiente riesgo para sus vidas. “En muchos casos, guiadas por las prescripciones de los facultativos, las familias toman la difícil decisión de que sus hijos e hijas sean medicados, en contextos de alta vulnerabilidad y con el objetivo de proteger su salud y su vida: sin embargo, una vez iniciado el tratamiento, las familias se encuentran sin el acompañamiento necesario para su mantenimiento, revisión y ajuste”, alerta la asociación, que señala cómo el sistema público no garantiza a día de hoy un seguimiento especializado y continuado, al menos cada tres meses, que garantice la estabilidad y el bienestar de estos menores.
