El Ayuntamiento inaugura un Belén “de recuerdo y tradición”

La Ciudad Autónoma ha inaugurado este miércoles, a las 20.00 horas, el Belén municipal con una emotiva bendición que reunió a autoridades, ceutíes y amantes del belenismo en la antesala del Palacio de la Asamblea. El acto contó con la presencia del presidente Juan Vivas; la consejera de Educación y Cultura, Pilar Orozco; y varios miembros del Gobierno local, quienes quisieron acompañar la apertura oficial de uno de los elementos más simbólicos de la Navidad ceutí.

El vicario general de Ceuta, Francisco Jesús Fernández Alcedo, fue el encargado de bendecir el conjunto, en una ceremonia que estuvo acompañada por los tradicionales villancicos del coro navideño, que puso la nota musical y vistió de solemnidad el momento. La estampa, marcada por la emoción contenida de los asistentes, supuso el arranque oficial de las celebraciones navideñas en la institución.

El autor del Belén, Emilio Cardona, volvió a asumir este año la responsabilidad de confeccionar la escena, un encargo que conoce bien tras múltiples ediciones consecutivas. Sin embargo, la preparación de 2025 ha presentado un reto mayor: “Todo lo que se ve este año es nuevo”, explicó Cardona en conversación con este medio. Un trabajo que comenzó a finales de septiembre y que supuso semanas de planificación, diseño y elaboración artesanal.

El Belén, completamente renovado respecto al año pasado, alcanza unas dimensiones de seis metros de largo por dos de ancho, lo que lo convierte en uno de los más grandes instalados por el Ayuntamiento en los últimos años. “Al ser más grande, el trabajo es mayor: más edificaciones, más atrezos, más escenografía. Ha sido un esfuerzo importante”, reconoció su creador.

Las figuras que protagonizan la escena pertenecen a algunos de los artesanos más reputados del belenismo español. Entre ellas destacan las obras del jerezano José Joaquín Pérez, de reconocido prestigio; así como piezas del imaginero Pedro Ramírez Pazos y del maestro José Luis Mayo Lebrija, un referente internacional cuyas figuras están presentes en numerosos Belenes institucionales del país. Todas las imágenes, de 28 centímetros, se integran este año en un montaje donde Cardona no ha añadido figuras propias por falta de tiempo para modelar.

La construcción sigue un planteamiento artesanal, fiel a los materiales tradicionales: corcho, escayola, porex, corcho vegetal, plantas naturales y elementos artificiales cuando la ambientación lo requiere. La escena, de corte hebreo y estilo clásico, busca recrear una estampa costumbrista que acerque al visitante a los orígenes del belenismo popular.

El recorrido comienza en el lateral izquierdo, donde se representan algunas calles del pueblo con comercios y escenas cotidianas. En el centro destaca un antiguo patio romano con columnas y un pozo, uno de los rincones más llamativos del conjunto por su diseño detallado. Un efecto de caída de agua añade dinamismo y ayuda a conectar la zona urbana con el paisaje natural.

A la derecha se sitúa el nacimiento, enclavado en una estructura que simula la trasera de una vivienda donde antiguamente se guardaban los animales. “No es exactamente un pesebre clásico, sino una choza excavada en la piedra, una estancia rústica que respeta la tradición hebrea”, detalló Cardona. La composición, sobria y sin excesos ornamentales, apuesta por la elegancia de los elementos artesanales y por la armonía visual.

El autor insiste en que su intención es siempre la misma: despertar la nostalgia. “Lo que busco es que acercarse al Belén nos acerque un poco a cuando éramos niños. Esa ilusión de ver los detalles en familia, de descubrir rincones, de recordar los Belenes que nos llevaban a ver nuestros padres”, confesó con emoción. Una sensación que, asegura, sigue guiando cada uno de sus montajes.

Cardona acumula años de dedicación al Belén del Ayuntamiento, alternando en su momento esta tarea con el montaje del Belén de su cofradía. Desde el año pasado trabaja de manera consecutiva en la escena institucional, una continuidad que le ha permitido consolidar un estilo propio reconocido por ceutíes y visitantes.

El Belén permanecerá abierto al público todos los días hasta después de la Cabalgata de Reyes, con el propósito de convertirse, un año más, en un punto de encuentro familiar y en una cita imprescindible de la Navidad ceutí. “Es bonito venir en familia, comentarlo, descubrir los detalles… Ese es el espíritu que quiero transmitir”, concluyó su autor.