Una barriada sin presidente, a la deriva y “sin presencia” del Gobierno local
BARRIADAS
La Almadraba lleva sin una asociación vecinal “más de 30 años”, según los pocos residentes de toda la vida. Lamentan el deterioro progresivo de la zona, la retirada de la única parada de autobús, la carencia de parques infantiles y la falta de arraigo de muchos “inquilinos”
CEUTA/ En La Almadraba no hay presidente ni nadie al volante. Adentrarse en esta barriada camino de la frontera del Tarajal refleja el deterioro progresivo que pocos imaginan al pasear por el nuevo paseo marítimo que ha puesto a punto el Gobierno. En las entrañas de esta área periférica, un hombre de mediana edad con un peto amarillo señala un coche destartalado y con toallas en las ventanas para resguardarse del sol al ser preguntado dónde vive: esa es su vivienda. Se gana la vida gracias a la limosna de las personas que aparcan sus vehículos. En este pequeño descampado, según los vecinos, se liaron a puñetazos dos sujetos hace unos días porque uno de ellos había comenzado a construirse una casa sin permiso. Los ladrillos y el cemento todavía seguían ahí. El sujeto ya había puesto los cimientos.
Una de las más veteranas es África, más conocida como ‘Chimi’, que sale de su casa en delantal. Tiene 76 años y nunca ha vivido en otro lugar. Antes de explicar las carencias que presenta La Almadraba, tradicional barrio de pescadores, recuerda que su difunto hermano Manolo, “gran cantante de coplas”, antes de fallecer tenía la intención de presentarse como presidente de la asociación vecinal.
“Desde que tengo uso de razón no recuerdo a ningún presidente de esta barriada”, asegura. Dos vecinas que salen de sus casas la corrigen. “Sí, sí que hubo uno, pero hace más de 30 años”, dice una de ellas, que viste una jelaba de color amarillo y también lleva toda la vida viviendo en La Almadraba.
Poco a poco el corrillo que se va formando en plena barriada confirma que los pocos vecinos de toda la vida que quedan tienen ganas de hablar y denunciar el “abandono” que sufren desde hace décadas, que achacan tanto al no tener un representante directo como al Gobierno local, entidad a la que “le queda muy lejos” La Almadraba, según expresan.
Una de las vecinas que acaba de baldear a la vieja usanza -con un cubo- el suelo frente a su vivienda, prioriza dos aspectos que considera “primordiales”: la construcción de un parque infantil para los niños -en Ceuta hay 51-, que no tienen ninguna zona para jugar, y la instalación de una parada de autobús.
“Yo tengo dos hijos y no tienen ningún sitio donde jugar. Además, en estas calles pasan los coches y las motos muy rápido, por lo que no es seguro. Allí, en la zona del descampado, donde vive un hombre en su coche, podrían construir un parque infantil perfectamente. Yo creo que somos la única barriada de Ceuta que no tiene un parque para los chavales”, critica. Según las vecinas, en La Almadraba viven más de 10 niños pequeños.
Tanto ‘Chimi’ como las demás vecinas asienten ante las demandas expuestas, pero ponen el acento también en el problema con los autobuses.
“Para coger un autobús nos tenemos que ir andando a Miramar. Es tercermundista. ¿Cómo puede ser? Para llevar a mis niños al colegio, que tengo dos, uno en 1ºde primaria y otro en cuarto, hay que desplazarse hasta allí. Hay días que es de noche y da miedo pasar por estas zonas. Para el que quiera ir al centro, también. No lo consideramos justo”, sostiene.
‘Chimi’ pone sobre la mesa otro asunto que considera importante y que da fuerza a la expresión “tercermundista”. “Imagínate que tienes que ir por la mañana a cualquier sitio, a un centro de salud o lo que ella dice, acompañar a tus hijos al autobús para que vayan al colegio. ¿Sabes qué hacemos si está lloviendo? Pues mojarnos”, subraya.
Falta de arraigo
El impulso que no llega a La Almadraba lo achacan muchas de las vecinas a la falta de arraigo de muchos de los inquilinos. Algunos propietarios de viviendas viven en otras zonas de Ceuta o en Marruecos, por lo que muchos residentes viven allí algunos meses y van rotando.
“Muchas veces intentamos hablar entre nosotros para denunciar carencias, pero muchos de los inquilinos están aquí solo un tiempo y nunca quieren implicarse en que esto mejore”, expresa una de las vecinas.
Según cuentan, actualmente solo quedan unas 10 o 12 viviendas de las cerca de 50 en las que viven vecinos de toda la vida como ellas o ‘Chimi’, por lo que es habitual ver caras nuevas en el barrio que no sienten el más mínimo arraigo ni quieren comprometerse en realizar mejoras.
“Esto está completamente abandonado. No vienen a limpiar, las ratas son del tamaño de gatos, no retiran los enseres y ni siquiera arreglan algunas de las vallas que llevan aquí tropecientos años”, señalan. Sobre este último punto se refieren en concreto a unas barandillas oxidadas y rotas a las que solía agarrarse una anciana para subir a la zona alta. “Cualquier día se va a matar. Lo hemos denunciado varias veces, pero nada, La Almadraba parece que no existe”.
Dos de las vecinas acompañan a este diario a la zona del descampado, donde se sitúa una antigua azucarera que lleva inactiva años. Las dos señalan que sería un terreno “ideal” para acondicionarlo e instalar un parque infantil para sus hijos.
La falta de presidente ha propiciado que las decenas de demandas de las mujeres del barrio queden en saco roto con los años. La Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV) aglutina en Ceuta, una ciudad de 18 kilómetros cuadrados, más de 70 entidades que en algunos casos son simples calles. La Almadraba no figura en ellas ni se prevé que lo haga, dado que los pocos residentes han parecido tirar la toalla de contar con un representante. La opción que barajan es presentarse en el Ayuntamiento para ser escuchados por la administración. Para trasladarse, eso sí, deberán acudir a Miramar para coger el autobús.
Únete al canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp, síguenos en Facebook, Instagram y Twitter, y ACTIVA la CAMPANA DE NOTIFICACIÓN que aparece en la parte inferior para recibir al instante las últimas noticias, alertas y exclusivas directamente en tu móvil o en tu ordenador