El empeño del Príncipe en salir adelante contra viento y marea

BARRIADAS

La barriada ceutí con mayor desempleo y la renta más baja por habitante lucha por dar un salto con una asociación de vecinos renovada y una lluvia de ideas que transmite optimismo

El recientemente nombrado presidente del Príncipe Alfonso paseando por la barriada
El recientemente nombrado presidente del Príncipe Alfonso paseando por la barriada | J.I.M.

CEUTA/ En la frutería La Esquina de Yunaid hay indignación, como en toda la barriada ceutí del Príncipe Alfonso, históricamente abandonada y con la mayor tasa de desempleo y la renta más baja de la ciudad, pese a concentrar entre 10.000 y 12.000 habitantes en un territorio que no supera los 85.000. No es nuevo que la gente de esta zona periférica, castigada durante décadas por la mala fama, esté enfadada. Lo novedoso es que la asociación vecinal, dejando a un lado cualquier tinte político, se haya implicado a fondo para que, por fin, se afronten los problemas crónicos que golpean a una barriada donde muchos residentes ya habían tirado la toalla.

La sede de la asociación está abarrotada desde primera hora. La entidad Márgenes y Vínculos comparte espacio con la junta directiva mientras realiza una labor imprescindible contra la violencia de género. Las mañanas —e incluso las noches— son mucho más tranquilas que en los años duros de 2022, cuando ‘Piolín’ y ‘Tayena’ sonaban más que Aisar, Youness o Marcos Fernández.

Una calle del Príncipe
Una calle del Príncipe | J.I.M.

El actual presidente, Ahmed Enfed-dal, llega con optimismo y una estrategia clara para impulsar su barriada, aunque con la convicción de que “hay que ir paso a paso” para lograr avances. Una de las vocales más implicadas, Malika Mustafa, le plantea entre cafés en el popular Zoco si realmente le compensa asumir el cargo tras haber sufrido un infarto hace solo unos meses y con una discapacidad del 51% por un accidente ocurrido hace más de dos décadas.

“Quedan muchísimas cosas por hacer, pero creo que vamos por buen camino. Nos hemos puesto en contacto con todos los partidos de la Asamblea y con los diputados no adscritos para impulsar mejoras necesarias, dejando claro que no estamos alineados con ninguna formación. Solo queremos que nuestra barriada mejore”, resume Enfed-dal.

El recién nombrado presidente, que solo tiene buenas palabras hacia la anterior junta liderada por Abdelkamil Mohamed, saca de su carpeta varios documentos que confirman la implicación y, sobre todo, las prioridades de la asociación. “Desde el primero al último”, recalca.

La zona del Zoco en El Príncipe
La zona del Zoco en El Príncipe | J.I.M.

Enfed-dal enseña un escrito en el que la Junta Directiva reclama una reunión con el presidente de Ceuta, Juan Vivas, o con algún miembro destacado del Gobierno para exponer los problemas que quieren revertir de inmediato. Además, han remitido a todos los grupos de la Asamblea tres prioridades claras: la renovación de la antigua plazoleta del Zoco, la rehabilitación del mercado —en desuso desde hace años— y una mayor implicación institucional para acabar con el abandono crónico que sufre el área.

Prioridades

En un recorrido por la barriada, Enfed-dal y Malika empiezan por una callejuela donde algunos vecinos “incívicos” arrojan basura. El propietario de la vivienda adyacente lleva años sin aparecer y, ante la falta de contenedores cercanos, muchos transeúntes han convertido el lugar en un vertedero improvisado.

“Esto está así todos los días. No se puede pasar. Apesta y nadie le da solución”, protesta un residente al ver a los visitantes revisar la zona. Enfed-dal y Malika asienten mientras se acerca otra vecina: “No hay manera, hijo. Llamamos, limpian de vez en cuando… pero a los pocos días vuelve a estar igual”.

El presidente y la vocal avanzan hacia el vertedero conocido como “el de Arcos Quebrados”, aunque aseguran que la zona pertenece todavía al Príncipe.

Toneladas de basura, neumáticos, lavadoras y muebles se acumulan en un terreno que, si se decidiera limpiar, necesitaría meses de trabajo para dejar de parecer un basurero propio de cualquier suburbio de Bangladesh.

Zona plagada de basura en El Príncipe
Zona plagada de basura en El Príncipe | J.I.M.

“Esto es una vergüenza. Desde el Gobierno local deben hacer algo. Es verdad que parte de la culpa es de quienes tiran los residuos, pero si no hay contenedores ni lugares donde dejar la basura, ¿qué pueden hacer?”, lamenta Enfed-dal.

El solar, insalubre y plagado de ratas e insectos, pertenece a una vecina que se niega a instalar contenedores, por lo que la Ciudad alega que no puede intervenir. Mientras tanto, el océano de basura sigue creciendo sin solución.

Enfed-dal recuerda con nostalgia a los “rudos” empleados de Obimace que trabajaban de forma fija en la barriada y acudían a la asociación para conocer problemas y resolverlos. “Los quitaron sin aviso y desde entonces nada. Poco a poco nos han ido quitando las cosas que funcionaban”.

Plazoletas y paro

El líder vecinal enseña orgulloso una imagen creada con Inteligencia Artificial por un vecino: el Zoco convertido en un jardín con un McDonald’s. “Aquí se pueden hacer muchas cosas. Necesitamos convivencia, implicación vecinal y un empujón del Gobierno”.

El dinamismo del Príncipe desde la mañana, con decenas de jóvenes sin un horizonte claro, evidencia el potencial que la asociación quiere canalizar. A pocos metros de la plazoleta, epicentro de la actividad, se encuentra el antiguo mercado donde antaño se vendían frutas, pescado y productos típicos que hoy han desaparecido.

“Nos falta la puerta de emergencia y que lo rehabiliten entero, pero puede ser el punto de partida para actividades vecinales que fomenten la convivencia. Ahora mismo no tenemos nada”, explica Malika mientras señala un grafiti. Un empleado de las Brigadas Verdes se suma a la charla: “Ya está casi acabada la fachada del Reina Sofía. Falta poco y está quedando genial”, dice orgulloso.

Mural en el antiguo mercado del Príncipe
Mural en el antiguo mercado del Príncipe | J.I.M.

En la puerta observa la escena el dueño de la frutería La Esquina de Yunaid, abierta hace apenas tres meses. Quiere publicitar el negocio sin decir su nombre. Señala a su hijo, un joven de 26 años sentado en una moto.

“Mi niño lleva años apuntado a los Planes de Empleo y nadie lo llama. Aquí hay gente que lleva años esperando para trabajar y nadie se acuerda de ellos. Claro que hay ganas de trabajar; lo que no hay son oportunidades”, denuncia el comerciante.

La empleada de la tienda interviene mientras coloca refrescos en una nevera: “En Ceuta es siempre lo mismo. Esto no es el centro, aquí no se acuerdan de nosotros. O eres amigo de alguien del Ayuntamiento o tienes que pagar. Es un secreto a voces. Seguimos en la miseria”, afirma con resignación.

Esperanzas e ideas

En un cafetín del Zoco, tras la travesía, Malika y Enfed-dal se toman un té azucarado con abundante hierbabuena. Allí, pese a las innumerables carencias, aflora un punto de optimismo.

“Nos estamos moviendo y tenemos muchas ideas, pero primero queremos abordar lo más importante. Esto es un proceso lento y dependerá de la implicación de los políticos”, insiste el presidente.

La Esquinita de Yunaid, en El Príncipe
La Esquinita de Yunaid, en El Príncipe | J.I.M.

Malika, más escéptica tras años de intentos frustrados, coincide en un punto que todos los vecinos destacan:“Lo mejor que tenemos ahora es la seguridad. Ha cambiado mucho respecto a otros años. Vivimos más tranquilos, sin follones ni de día ni de noche. Eso es lo que más apreciamos. Lo demás… seguimos esperando que nos tengan en cuenta. Esto no es el centro, pero somos una barriada histórica”.

También te puede interesar

Lo último

stats