Fallece Alfonso Conejo Rabaneda, exconsejero del Gobierno de Ceuta, a los 82 años

CEUTA/ A los 82 años de edad ha fallecido este sábado Alfonso Conejo Rabaneda, una de las figuras más queridas y respetadas de la política ceutí. Su pérdida deja un profundo vacío en la memoria colectiva de una ciudad que lo vio trabajar con entrega, lealtad y pasión durante décadas. Fue un hombre que entendió la política como un servicio, no como un privilegio, y que dedicó buena parte de su vida a construir una Ceuta mejor.

Padre del actual director general de Gobernación, Alfonso Conejo, estuvo vinculado a la vida pública desde los albores de la democracia. Fue uno de los primeros militantes del Partido Popular en Ceuta, procedente de Alianza Popular, y compartió camino con referentes de aquella generación como Jesús Fortes, Francisco Antonio González o José Luis Morales. Su nombre forma parte de esa primera hornada de ceutíes que, con esfuerzo y compromiso, ayudaron a levantar las instituciones autonómicas y a consolidar una etapa decisiva para la historia de la ciudad.

De carácter sereno y diálogo fácil, Conejo formó parte de la última corporación municipal de Ceuta (1991-1995) como concejal de la oposición. Más tarde, integró la candidatura que dio al PP su primera victoria en unas elecciones locales, ganándose la confianza del entonces presidente Jesús Fortes, quien le confió las carteras de Presidencia y Gobernación, y de Economía y Hacienda. Durante el primer Gobierno de Juan Vivas, entre 2001 y 2003, volvió a asumir responsabilidades como consejero de Hacienda, demostrando una vez más su capacidad, rigor y compromiso con la gestión pública.

A lo largo de su trayectoria, Alfonso Conejo supo afrontar con entereza los momentos difíciles y ejercer la política desde el respeto, la templanza y el amor por Ceuta. Tras dejar la primera línea en 2003, continuó vinculado a su partido y a la vida pública, participando como contertulio en varios medios locales, donde seguía compartiendo su visión prudente y su experiencia.

Quienes lo trataron recuerdan a un hombre sencillo, cercano, amable y profundamente humano. Un ceutí orgulloso de su tierra, fiel a sus principios y leal a sus amigos. Su salud se había deteriorado en los últimos meses, hasta que este sábado se confirmó su fallecimiento. Con él se marcha un pedazo de la historia política de Ceuta, un servidor público ejemplar y una buena persona. Descanse en paz, Alfonso Conejo Rabaneda.

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