Fiesta de Halloween en Juan XXIII: disfraces, risas y vida en una barriada que vuelve a latir
HALLOWEEN
El vecindario de la histórica barriada ceutí se reúne en su local social para celebrar este 31 de octubre
CEUTA/ El local social de Juan XXIII se transformó este jueves en un escenario de miedo y diversión. Fantasmas, esqueletos, demonios y hasta una monja diabólica compartieron risas y bocadillos en una tarde que recordó lo que siempre fue esta barriada: un lugar de encuentro, con espíritu propio y ganas de pasarlo bien. Las mesas, cubiertas con manteles de telarañas y calabazas, rebosaban comida casera y dulces preparados por los propios vecinos.
Las familias acudieron disfrazadas de personajes clásicos del terror, con maquillaje, capas y tridentes, y los niños se adueñaron del ambiente entre sustos y fotos. En cada rincón, la decoración recordaba que Halloween también puede ser una excusa perfecta para volver a verse las caras y disfrutar en comunidad.
El festejo tuvo lugar en el local social que la Ciudad entregó en 2024, después de más de seis años de espera. Aquel gesto marcó el renacer de una zona que llevaba demasiado tiempo olvidada. Junto a la pista de fútbol —que los vecinos comparten con la Real Federación de Fútbol de Ceuta—, el espacio se ha convertido en el corazón de la barriada.
Desde entonces, las actividades se suceden y la participación crece. Juan XXIII ha recuperado la alegría cotidiana de sus tardes, y cada iniciativa, como esta fiesta de Halloween, demuestra que cuando se ofrece un espacio digno, la vida comunitaria florece por sí sola.