Fuerte Mendizábal revela las claves del giro en seguridad, salud mental y digitalización

PRISIÓN FUERTE MENDIZÁBAL

Velázquez reivindica la colaboración interna y con las fuerzas de seguridad como motor del descenso de incidentes graves en la prisión de Ceuta. Además subraya que la digitalización ha transformado la gestión penitenciaria y ello ha exigido un “sobreesfuerzo” técnico de la plantilla

Fuerte Mendizábal revela las claves del giro en seguridad, salud mental y digitalización del centro.
Fuerte Mendizábal revela las claves del giro en seguridad, salud mental y digitalización del centro. | EL PUEBLO

La directora del Centro Penitenciario de Fuerte Mendizábal, Nonia Velázquez Calleja, asegura que la prisión de Ceuta atraviesa “un momento de seguridad sólida”, fruto de auditorías constantes, inversiones en tecnología y una coordinación “mucho más estricta” con Policía Nacional y Guardia Civil. En una entrevista concedida a este medio, la responsable del penal detalla las transformaciones impulsadas desde su llegada en julio de 2023.

Velázquez subraya que la seguridad es “primordial” y se apoya en tres pilares: la empresa de mantenimiento Iniesta, cuyo contrato se renovó en julio de 2025; la empresa de seguridad Ingloba, encargada del sistema de cámaras; y una brigada propia formada por personal laboral y funcionarios del centro. Con ellos, explica, se realizan revisiones diarias, semanales y auditorías trimestrales que ella misma supervisa.

La seguridad es primordial y las auditorías trimestrales nos han permitido reforzar cada punto sensible del centro”

Fruto de ese seguimiento, se han instalado ocho nuevas cámaras en los denominados “puntos calientes” del centro y se han solucionado todas las incidencias detectadas en el perímetro, algunas heredadas desde su llegada al cargo. “Todo ha redundado muchísimo en la seguridad”, afirma la directora, que confirma también reformas estructurales y medidas que no puede detallar “por ser materia sensible”.

La relación con las fuerzas de seguridad también ha experimentado un salto cualitativo. En 2024 se renovaron los protocolos de coordinación con Policía Nacional y Guardia Civil para mejorar traslados, salidas y el refuerzo perimetral. “Los incidentes graves han disminuido mucho, y eso es mérito de todos”, sostiene Velázquez.

La prisión ha ampliado cámaras, revisado el perímetro y modernizado los protocolos con Policía Nacional y Guardia Civil

La directora destaca igualmente el avance en digitalización. El centro ha informatizado el control de objetos prohibidos, accesos, paquetería, comunicaciones y teléfonos, además de una parte significativa de los expedientes internos. “Somos de los pocos centros que usan todos los programas”, afirma, aunque reconoce que la transición tecnológica exige un “sobreesfuerzo” a la plantilla.

En materia de seguridad laboral, la prisión ha adaptado todos los despachos de intervención y ha instalado nuevos dispositivos de protección tras las instrucciones emitidas por Madrid. “Queremos que cada profesional se sienta seguro y acompañado”, subraya la directora de la prisión Fuerte Mendizábal, Nonia Velázquez.

La responsable del penal fija como objetivo estratégico la creación de una unidad educativa ante el aumento de internos

Otro de los grandes desafíos actuales es el aumento de internos con problemas de salud mental y adicciones. Velázquez explica que la prisión trabaja con equipos multidisciplinares y con la entidad colaboradora de salud mental a través del programa PAIEM, que acompaña al recluso desde su ingreso hasta después de su salida en libertad.

En el ámbito de las adicciones, el centro mantiene un convenio con la Consejería de Sanidad iniciado con un proyecto piloto durante la pandemia. Solo desde junio de 2023 han sido atendidos 149 internos. “Tenemos itinerarios individualizados que continúan en medio abierto. Antes no podíamos hacerlo y ahora sí”, destaca.

Fuerte Mendizábal trabaja con entidades externas para garantizar itinerarios completos de salud mental y adicciones

Aunque la directora reconoce que “siempre se necesitan más recursos”, se declara satisfecha con el trabajo conjunto de psicólogos, trabajadores sociales, juristas y educadores, así como con las entidades externas que colaboran en la intervención.

El centro atiende a 149 internos con adicciones y mantiene programas integrales de salud mental que acompañan a los reclusos incluso tras su salida

Sobre la percepción social del trabajo penitenciario, Velázquez afirma que sigue siendo “diversa” y condicionada por la idea de una prisión hermética. Sin embargo, cree que los reconocimientos recibidos en los últimos meses están ayudando a “acercar el centro a la ciudadanía” y a visibilizar el trabajo que realizan sus profesionales.

“Quiero una cárcel cercana a la sociedad”, afirma la directora de la prisión de Fuerte Mendizábal, Nonia Velázquez, que insiste en derribar estigmas sobre el trabajo penitenciario.
“Quiero una cárcel cercana a la sociedad”, afirma la directora de la prisión de Fuerte Mendizábal, Nonia Velázquez, que insiste en derribar estigmas sobre el trabajo penitenciario. | REDUAN

“Quiero que la cárcel sea cercana, que se reconozca y se valore el trabajo que hacemos en un entorno hostil”, señala. Y cita una frase escuchada recientemente a una trabajadora social: “Que tú pases por la prisión, no que la prisión pase por ti”.

La directora aspira a impulsar una unidad educativa porque “la educación es la base de la reinserción”

Preguntada por su aportación personal al centro, Velázquez rechaza atribuirse méritos individuales y reivindica una “dirección colaborativa” donde las iniciativas surjan de cualquier miembro de la plantilla. “Aquí todo el mundo puede ser escuchado. Si una idea beneficia a todos, ¿por qué no llevarla a cabo?”, defiende.

Velázquez defiende un modelo colaborativo de dirección: “Aquí las ideas de todos pueden mejorar el centro”

Para los próximos cinco años, Velázquez imagina un centro “seguro, eficiente y con una plantilla comprometida”. Su principal reto es lograr una unidad educativa estable, un proyecto que considera imprescindible ante el aumento de población reclusa. “La educación es la base de la reinserción. Sin formación, es muy difícil salir adelante”, afirma.

La directora también insiste en la necesidad de adaptar el centro a los “nuevos perfiles delincuenciales” y a una sociedad digitalizada que genera nuevos delitos y nuevos retos. “La delincuencia avanza rápido y la administración debe poder seguir ese ritmo”, advierte.

Quiero una cárcel cercana a la sociedad”, afirma la directora de la prisión de Fuerte Mendizábal, que insiste en derribar estigmas sobre el trabajo penitenciario

En un plano más personal, Velázquez asegura sentir el centro como propio. “A mí me duele la cárcel”, confiesa, recordando que lleva 18 años en la institución y que muchos de sus compañeros han pasado por etapas completas junto a ella. “Estoy orgullosa de ellos, de su compromiso y de lo que estamos consiguiendo”.

A la sociedad ceutí, la directora envía un mensaje de gratitud por los reconocimientos recibidos y por la progresiva apertura hacia el trabajo penitenciario. “Gracias por pensar en nosotros y por cambiar la imagen que se tiene de la prisión. Abrimos las puertas, pero sin que se escape nadie”, concluye entre sonrisas.

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