Una jornada de convivencia en torno a la Potajá

Ceuta/ Las instalaciones de la Fundación Eduardo Gallardo han vuelto a acoger una edición más de su “Potajá”, una cita que cada año sirve de excusa para congregar en una jornada de convivencia a todos sus usuarios y familias. La “Potajá” se ha venido celebrando desde 2014, con las únicas excepciones de los dos años en los que la pandemia de coronavirus obligó a su suspensión. “Lo fundamental es compartir un día con los usuarios, que vengan con sus familiares a pasar, como ellos dicen, un día de colegio”, explicaba el director de la Fundación, Jesús Perea, mientras preparaba el recinto para recibir a los invitados.

En un pequeño puesto, los organizadores del festejo han colocado las manualidades elaboradas por los propios usuarios en los talleres de estimulación cognitiva de la Fundación, unos trabajos que son el reflejo de los resultados que arroja la labor que los trabajadores del centro regentado por la entidad desarrollan para favorecer el bienestar de las personas a las que atienden.

El centro mantiene viva su actividad incorporando las nuevas tecnologías a sus actividades, una iniciativa con la que se pretende, también, que los usuarios puedan llevar las terapias a casa y compartirlas con los más pequeños de la familia, lo que procura una socialización intergeneracional que les resulta muy beneficiosa.

La Fundación presentará próximamente la edición de una revista, un proyecto concebido para dar a conocer su trabajo al gran público y hacer una aportación a la sensibilización social en torno a las enfermedades neurológicas.