La llegada del Heraldo, los drones o el concierto de Año Nuevo, esta semana

A estas alturas, tres personajes tan misteriosos como entrañables ya han comenzado a preparar el viaje más esperado de cada año. Entre ellos ya se están coordinando para llenar de magia e ilusión la noche del lunes de la semana que viene. Están revisando que no les falte un detalle: ni los pajes, ni la ropa, ni las coronas que les acreditan como Reyes. También están repasando el carruaje, la dentadura de los camellos y la brújula con la que, desde hace algo más de 2000 años, se orientan para seguir el camino a todos los hogares. Empezaron buscando un niño que, dicen, había nacido como el más humilde de todos en un remoto portal. Pero desde entonces, cada cinco de enero, visitan todos los hogares para dejar un regalo. ¿Cómo lo hacen?. Nadie lo sabe: para algo, Melchor, Gaspar y Baltasar son auténticos magos.

Pero por muy magos que sean, la tarea es complicada. Por ello, necesitan ayuda. La de los emisarios y carteros reales, que durante los próximos días van a estar en Ceuta revisando los últimos detalles, las últimas peticiones, para que el fallo no se produzca y, si lo hay, sea mínimo.

En concreto, los Emisarios de Sus Majestades llegarán a la Ciudad el día 2 de enero. Lo harán en pasacalles: a las 18.00 horas en la Plaza Víctimas del Terrorismo, y a las 20.00 horas desde la Plaza de la Constitución a Los Remedios. También estarán en la Puerta Noble del Palacio de la Asamblea, donde recibirán las últimas peticiones entre las 18.00 y 21.00 horas el mismo día 2 y el 4 de enero.. A partir de ahí, el trabajo estará prácticamente listo.

Los Emisarios Reales son, digamos, el tercer escalón de la cadena de la mágica noche del 5 de enero. El segundo es el Heraldo Real. Está previsto que este llegue a Ceuta en la tarde del 3 de enero, en pasacalles desde Los Remedios a la Constitución (será a partir de las 19.00 horas) y de ahí al Palacio Autonómico. Como bien corresponde a la dignidad de un enviado real, recibirá las llaves de manos del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, al concluir el desfile que recorrerá la Avenida Alcalde Sánchez Prados, que separa como saben Constitución de la Plaza de África.

Sus Majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron a Belén siguiendo el mágico camino de una Estrella que señalaba donde se encontraba aquel niño nacido en un portal. En Ceuta, al margen de la estrella del Monte Hacho, tendrán otras señales lumínicas en el cielo. No son tan antiguas como las de Oriente, ni quizá se haya teorizado tanto sobre ellas, pero seguro que van a ser visibles. Se trata del espectáculo de drones que tuvo que ser aplazado por aquello de la lluvia, que también es protagonista en estos días de diciembre, hasta el 1 y 2 de enero. La cita: a las 20.00 horas de cualquiera de los dos primeros días del año en el Recinto Ferial ‘Juan Carlos I’.

Concierto de Año Nuevo

Les proponemos un ejercicio. Cierren los ojos y piensen en lo primero que se les viene a la cabeza si les sugerimos la mañana del 1 de enero. Seguro que muchos de ustedes estarán pensando en impresionantes paisajes de Viena, en bucólicas imágenes de barquichuelas surcando lagos centro europeos o el curso del Danubio y en esa música que siempre es recomendable y, en mañanas como las del 1 de enero, tradicionales. Es, parafraseando al maestro Pérez de Arteaga que tantas veces lo comentó, algo que saben hasta los massais de Kenia: el concierto de Año Nuevo en Viena. No sabemos si alguno de ustedes tendrá la suficiencia económica para asistir al corazón de la Austria imperial para escuchar el Danubio azul, pero si que pueden disfrutar del concierto por partida doble. De un lado, con la cita de rigor en las primeras horas del año mientras su cuñado le llama para decirle que no le ve desde el año pasado. Y otra, en el Auditorio del Revellín en la mañana del día 4. Amadora Mercado, que lo mismo dirige -con acierto- la Unidad de Música de la Comandancia General que el Concierto de Año Nuevo será la encargada de llevar la batuta en una cita que, seguro, acabará con todos los asistentes tocando palmas al son de la Marcha Radetzky. Y es que, como diría nuestro añorado compañero de RNE, el concierto no acaba con el Danubio azul. Las entradas, a precios populares, en la web de la Ciudad. Y porténse bien: Sus Majestades son magos, porque están en todos lados y, sobre todo, porque lo ven todo. Ya vienen de camino.