Las lluvias destapan un nuevo frente en las viviendas militares de Otero

La situación en las viviendas militares de la subida de la Avenida Otero continúa agravándose tras las intensas lluvias de los últimos días, con una nueva denuncia vecinal que se suma a la ya conocida inundación de una vivienda por la falta de cubierta en los edificios. A los daños materiales y al desalojo forzoso de una familia se une ahora la paralización total de varios ascensores, lo que mantiene atrapados en sus casas a numerosos residentes, muchos de ellos de avanzada edad.

El nuevo testimonio corresponde a un vecino de la barriada, que denuncia la inoperatividad de los ascensores en al menos cuatro bloques como consecuencia directa de la entrada de agua en los huecos de los ascensores, una situación que, según asegura, ha sido advertida “en innumerables ocasiones” al Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (INVIED), organismo responsable de los inmuebles.

Según explica, la falta de estanqueidad en las estructuras permite que la lluvia alcance los componentes electrónicos de los ascensores, dejándolos completamente fuera de servicio. “Son sistemas electrónicos, se mojan y quedan inutilizados hasta que se secan”, lamenta, al tiempo que denuncia la ausencia de una solución inmediata pese a tratarse de una situación que afecta a más de 200 viviendas.

El vecino alerta de que hay personas mayores “encarceladas en sus casas”, sin posibilidad de bajar a la calle ni de subir de nuevo a sus domicilios, una circunstancia que considera “increíble e indignante” y que se repite cada vez que se producen episodios de lluvias intensas.

Estas nuevas quejas se producen apenas tres días después de que una vecina denunciara públicamente la inundación de su vivienda tras la retirada de la cubierta del edificio en el marco de unas obras de reparación de los tejados, que quedaron paralizadas durante meses y se retomaron en plena temporada de lluvias.

La afectada relató entonces cómo el agua comenzó a filtrarse de manera continua por techos y lámparas, provocando la interrupción del suministro eléctrico y obligando a los bomberos a intervenir. Ante el riesgo existente, se le recomendó abandonar la vivienda hasta que se adoptaran medidas de seguridad.

Este martes, la vecina ha explicado que la situación sigue siendo crítica, aunque las actuaciones realizadas de urgencia en la cubierta parecen haber evitado nuevas filtraciones. No obstante, continúa fuera de su domicilio a la espera de una solución definitiva, que, según le han comunicado, se abordará en una reunión prevista para este jueves con un comandante del INVIED.

“Mi hija tuvo que salir de casa de madrugada y quedarse con familiares, y yo llevo días yendo de casa en casa de amigos”, ha señalado, añadiendo que incluso se ha visto obligada a coger la baja laboral en unas fechas especialmente complicadas.

En paralelo, los vecinos denuncian el retraso acumulado en otras actuaciones, como las obras de las tuberías de agua, que deberían haberse concluido el pasado mes de junio, así como una planificación deficiente en la rehabilitación de las cubiertas, que ha dejado a los edificios expuestos al mal tiempo.

La falta de respuesta eficaz por parte de las autoridades y de un servicio de emergencias operativo para este tipo de incidencias ha incrementado el malestar entre los residentes, que se sienten “un barrio olvidado” y sin capacidad de presión institucional al carecer de una asociación vecinal.

Los afectados reclaman una actuación urgente y coordinada que garantice la seguridad, la habitabilidad de las viviendas y el funcionamiento de servicios básicos como los ascensores, mientras temen que nuevas lluvias sigan causando daños en una barriada que, aseguran, arrastra problemas estructurales desde hace años.