PRISIÓN FUERTE MENDIZÁBAL
La prisión impulsa el primer estudio integral de gas radón en la ciudad
PRISIÓN FUERTE MENDIZÁBAL
Ceuta/ El Centro Penitenciario de Ceuta ha puesto en marcha el primer estudio integral para medir la concentración de gas radón en sus instalaciones, convirtiéndose en la primera institución de la Ciudad Autónoma en acometer un análisis completo de este tipo conforme a la normativa estatal vigente. La iniciativa, promovida desde el Comité de Seguridad y Salud Laboral del establecimiento, tiene como objetivo garantizar un entorno de trabajo seguro para toda la plantilla.
El proyecto se ha iniciado tras varios meses de coordinación técnica con el Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada, que ha asumido el diseño metodológico y la planificación científica del estudio. Los trabajos de campo comenzaron recientemente, según informó la dirección del centro, que ha trasladado a los empleados una nota informativa acompañada de dos anexos sobre los efectos del radón y un documento de preguntas frecuentes.
La medición se desarrolla en cumplimiento del Real Decreto 1029/2022 y de la Instrucción IS-47/2025 del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que obligan a evaluar la presencia de este gas radiactivo en los centros de trabajo situados en planta baja o bajo rasante dentro de los denominados “municipios de actuación prioritaria”.
Ceuta figura en el Mapa de Potencial de Radón de España como un área de potencial medio-alto (Zona II), lo que implica una mayor probabilidad de concentraciones elevadas debido a las características geológicas del terreno. La clasificación se basa en mediciones reales realizadas en viviendas de todo el país y en modelos de comportamiento del gas desarrollados por el CSN.
La normativa establece que todos los centros de trabajo situados en municipios prioritarios deben llevar a cabo mediciones periódicas para garantizar la protección de la salud del personal y cumplir con las exigencias del marco de prevención de riesgos laborales. La prisión ceutí se convierte así en la primera institución local en ajustarse plenamente a los requerimientos.
Para el estudio, se han instalado 34 detectores pasivos de trazas sólidas tipo CR-39 en distintas dependencias del centro penitenciario. La distribución se ha realizado siguiendo las directrices técnicas del Consejo de Seguridad Nuclear, con el fin de obtener una radiografía completa de la presencia del gas en las zonas con mayor permanencia de trabajadores.
El análisis de las muestras será realizado por el Laboratorio de Radiactividad Ambiental de la Universidad de Cantabria (LaRUC), considerado centro de referencia nacional y primer laboratorio de calibración acreditado en España para el control del radón. Tras el periodo de exposición, el laboratorio emitirá los informes correspondientes con los resultados de las mediciones.
Si el estudio revela que alguna de las zonas evaluadas supera el nivel de referencia de 300 becquerelios por metro cúbico, la normativa obliga a la intervención de una Unidad Técnica de Protección Radiológica (UTPR). Este organismo será el encargado de realizar la evaluación radiológica específica y supervisar las medidas correctoras necesarias para reducir la exposición.
Según fuentes del centro penitenciario, el objetivo último del proyecto es reforzar la seguridad laboral mediante una evaluación precisa y avalada científicamente, garantizando que cualquier actuación futura se ajuste a los estándares estatales de protección radiológica.
La iniciativa establece un precedente en la Ciudad Autónoma y podría servir de referencia para otros organismos y centros de trabajo situados en áreas catalogadas como prioritarias. Las autoridades confían en que los resultados impulsen nuevas evaluaciones en la administración local y en el tejido empresarial de Ceuta, donde también se aplica la normativa del CSN.
Con este estudio pionero, la prisión de Ceuta se coloca a la vanguardia en materia de prevención frente al radón, un gas natural presente en el subsuelo cuya evaluación se ha convertido en una obligación legal en España desde la aprobación del nuevo marco regulador sobre radiaciones ionizantes.
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