¿Qué hacer si la Navidad no es tan feliz como siempre?

NAVIDAD 2025

La psicóloga Ana Belén Núñez, gerente de Salud Mental, da algunas pautas para afrontar unas fiestas cargadas de simbolismo si se ha vivido una pérdida

Ana Belén Núñez
Ana Belén Núñez | Juanjo Coronado
Juanjo Coronado
17 dic 2025 - 17:13

La vida es eso que ocurre mientras tienes otros planes, dijo el escritor norteamericano Allen Saunders. Esos planes no tienen por qué ser buenos o malos: todos vamos a disfrutar de grandes momentos, pero también vamos a llorar pérdidas, rupturas, despidos laborales o ausencias que cada año se hacen más grandes. Sobre todo en Navidad: una época cargada de simbolismo, que en muchos casos es la única ocasión en la que amigos y familiares se sientan alrededor de una mesa, y con el consabido ‘bombardeo’ publicitario. Si intuimos que no vamos a tener una ‘feliz Navidad’ ¿cómo afrontarlo?

La gerente de Salud Mental, Ana Belén Núñez, considera que “tenemos siempre un problema, y es que generamos unas expectativas con lo que debería ser la Navidad, con lo que debería ser la maternidad, con lo que debería ser un matrimonio, con lo que debería ser. Y lo que debería ser, la mayoría de las veces, ni está. Las personas que han perdido a alguien, o las personas que vienen de un momento tremendamente triste, lo máximo que yo les puedo decir, desde el ámbito psicológico, es para amortiguar ese dolor. El dolor no se va a ir, pero sí cómo amortiguarlo es. Intentar ocupar tu tiempo”.

“Si te falta alguien, seguir reuniéndote con los que están, aprovecharlos para contar anécdotas. Vivir esos recuerdos desde una parte un poco más positiva, e intentar entender que esto es un camino hacia adelante” es la recomendación.Y, sobre todo, ser naturales: “Si uno tiene que estar triste, permitirse estar triste en ciertos momentos, y también permitirse recomponerse o luchar por recomponerse. Tampoco es cuestión de que como en la Navidad hay que estar todo en felicidad, anular esa emoción, porque eso no puede ser”.

“Si a mí me gusta salir a comer con mis amigos en Navidad, seguir a hacerlo. Y si me gusta hacerlo tres veces y la economía me lo permite. Si eso no me gusta, también animo a la gente a que no vaya. Sobre todo, hay que ser naturales, ahora y siempre”. Es decir, aquí tampoco se tiene que ver obligado a tener que ir a la comida de Navidad de la empresa o se tiene que ver obligado a ir a comer a no sé cuánto cuando no comen todo el año. Cada uno tiene que hacer lo que le gusta", dice Núñez.

Otra cosa es, precisamente, el extremo contrario: la percepción que se tenga en relación a determinadas campañas solidarias. Al respecto: "yo sí voy a poner en mi boca palabras que en muchas ocasiones le he oído a las personas que trabajan en el Banco de Alimentos, que es la gente en febrero también come. ? Como trabajadora de una ONG, me parece que es un momento de mucha reflexión y de mucho apoyo, pero que ese espíritu nos embargue unos mesecitos más. Igual que la Navidad se está adelantando y cada vez vamos a empezar a poner las luces en octubre, que se retrase también el sentimiento y la solidaridad que generamos en estas fechas que nos dure unos cuantos meses más durante el año, porque al final esos valores de la Navidad, esos valores que originariamente, que también podemos intentar saber de dónde venimos de la Navidad, la Navidad viene de una religión con unos valores, esos valores que se transmiten en esa religión lo asumamos durante todo el año, si consideramos que esos valores los queremos. Y uno de ellos es la solidaridad, que creo que es un valor universal independientemente de la religión en la que participamos.

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