Marruecos inicia obras en el Tarajal que auguran seis meses de fuertes retenciones en el paso fronterizo
FRONTERA
Se insiste en la necesidad de que los usuarios planifiquen previamente sus desplazamientos y extremen la paciencia durante los próximos meses
Marruecos ha comenzado esta semana una serie de obras en su lado de la frontera del Tarajal que, durante al menos seis meses, provocarán importantes retenciones y episodios de colapso en el tránsito de vehículos entre ambos países, según ha podido saber El Pueblo de Ceuta. Los trabajos, que se ejecutarán en dos fases, no afectarán al paso de peatones, que mantendrá su funcionamiento con normalidad.
La intervención arranca en la zona conocida como el “puente internacional”, situada en el punto más próximo al control fronterizo. En esta primera fase, Marruecos cerrará totalmente los carriles habilitados hasta ahora para el acceso de vehículos hacia Ceuta, lo que obligará a redirigir el tráfico a áreas superiores de la frontera.
Para minimizar el impacto de las obras, las autoridades marroquíes habilitarán seis carriles en la zona situada más arriba del paso fronterizo. Tres de ellos se destinarán a la entrada de vehículos desde Marruecos hacia Ceuta, mientras que los otros tres permitirán la salida en sentido inverso. Aun así, las previsiones señalan que las retenciones serán inevitables, especialmente en horas punta y fines de semana.
Fuentes consultadas explican que esta reorganización del tráfico es una medida temporal diseñada para evitar un colapso total en el paso, por donde transitan diariamente miles de vehículos, incluidos trabajadores transfronterizos y transportistas. Las obras, sin embargo, se consideran necesarias para modernizar la infraestructura y mejorar la circulación en el futuro.
Una vez concluida la primera fase, Marruecos activará la segunda. Entonces, las obras se trasladarán precisamente a la zona de los seis carriles que ahora se utilizarán como acceso provisional. Esta reubicación obligará a habilitar nuevamente carriles en el área del puente internacional.
Durante esta segunda etapa, Marruecos tiene previsto poner en servicio otros seis carriles —tres de entrada y tres de salida— en el puente internacional para mantener el flujo de vehículos mientras continúan los trabajos en el tramo superior. Esta reorganización constante refleja la complejidad de intervenir en un paso fronterizo de alta intensidad sin detener su actividad.
El impacto sobre la fluidez del tránsito será significativo en ambas direcciones, advierten las fuentes. Aunque los peatones no se verán afectados, todas las previsiones apuntan a que los vehículos sufrirán esperas prolongadas, especialmente durante los cambios de fase y las maniobras de adaptación del tráfico.
La actuación coincide con un periodo estratégico del año en el que suelen aumentar los movimientos entre ambas orillas, ya sea por motivos comerciales, laborales o familiares. Este contexto podría agravar aún más las retenciones, según alertan expertos en movilidad fronteriza.
Las autoridades de ambos lados de la frontera han mantenido contactos para coordinar los flujos y reducir, en la medida de lo posible, los problemas derivados de los trabajos. Aun así, se insiste en la necesidad de que los usuarios planifiquen sus desplazamientos y extremen la paciencia durante los próximos meses.
Desde Marruecos se subraya que la intervención es imprescindible para adecuar y modernizar uno de los pasos fronterizos más transitados del norte de África. Al término de las obras, se prevé una mejora sustancial en la capacidad operativa del Tarajal, aunque el proceso requerirá seis meses de molestias que se dejarán sentir a diario en ambos lados de la frontera.