UGT pide más vigilancia en los centros de menores tras las dos agresiones en La Fuente
Centro de menores
Seis residentes del recurso extraordinario habilitado por la Ciudad para hacer frente a la saturación han ingresado desde agosto en Punta Blanca por orden del juez tras agredir a tres vigilantes y una trabajadora social

Ceuta/ La Unión General de Trabajadores (UGT) considera insuficiente el refuerzo de la plantilla de vigilantes de seguridad en el Centro de Menores La Fuente, que pasó de dos a tres agentes tras la agresión sexual denunciada por una trabajadora social a finales de agosto. La reciente incorporación no ha impedido que el pasado fin de semana se viviera un nuevo episodio de violencia en un contexto de “sobreocupación” de las instalaciones.
“No es lo mismo garantizar la seguridad para 50 personas y 15 trabajadores que cuando tienes 300 usuarios y siguen siendo los mismos efectivos -de seguridad-”, ha denunciado el responsable del Sector de Seguridad Privada de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT en Ceuta, Antonio Acedo. El sindicalista ha condenado los altercados vividos en los últimos dos meses y ha advertido que con tres vigilantes “no se da abasto”.
Los recursos de acogida de menores, gestionados por la Ciudad Autónoma, sufren una sobreocupación del 584 por ciento al atender a más de 560 niños migrantes pese a contar con 132 plazas como máximo, según la última actualización de datos facilitada por el portavoz del Gobierno local, Alejandro Ramírez. El de La Fuente, al igual que el otro centro ubicado en el polígono del Tarajal -junto a la frontera-, ‘Nueva Esperanza’, es un recurso extraordinario habilitado de manera temporal para hacer frente a la saturación.
Seis residentes de La Fuente han ingresado desde agosto en el Centro de Internamiento de Menores Infractores 'Punta Blanca' por orden judicial. Los cinco últimos, este lunes, tras protagonizar un incidente en el que hirieron a los tres vigilantes de seguridad del centro durante la noche del sábado al domingo. El juez decretó una medida de internamiento cautelar acusados de los delitos de desórdenes públicos, amenazas y lesiones. En aquel altercado participó también un adulto, que fue condenado a cuatro meses de prisión y a una orden de alejamiento de un año y cuatro meses del centro de menores por los mismos delitos.
Dos meses antes, el 27 de agosto, fue internado en Punta Blanca el menor denunciado por una trabajadora social de La Fuente por una presunta agresión sexual. También resultaron heridos los dos vigilantes de seguridad que acudieron en su auxilio. Tras este suceso, la plantilla de seguridad del centro de menores fue incrementada con un nuevo efectivo, que también terminó por ser agredido este pasado fin de semana.
“El problema es que siempre se amplía el equipo de seguridad cuando sucede lo que no han querido ver desde el principio. Pero cuando hay que recortar, ¿dónde se recorta? En lo que no es necesario, como la seguridad. Pongo lo mínimo que me exige la ley, y después, cuando sucede algo grande, decimos que creíamos que no era necesario porque eran menores”, ha reflexionado Antonio Acedo en una entrevista concedida a El Pueblo de Ceuta.
Según el sindicalista, tras el altercado vivido en agosto, en el centro reconocieron que “había fallado el protocolo de seguridad” por tener “un número deficiente de operativos”. Para Acedo, el problema se resume en que “agredir a un vigilante parece gratuito” desde que en 1992 les fue arrebatada la consideración “de agentes de la autoridad”.
Agentes de la autoridad
El ugetista ha denunciado la desprotección legal del personal de seguridad privada. Acedo ha recordado que, desde la aprobación de la Ley de Seguridad Privada de 1992 (Ley 23/1992, de 30 de julio), los vigilantes perdieron la consideración de agentes de la autoridad, lo que deja las agresiones que sufren en el ejercicio de sus funciones “al mismo nivel que una pelea entre particulares en la calle”.
“Agredir a un vigilante parece gratuito, porque la ley no reconoce el carácter público de nuestro trabajo”, ha lamentado. El ceutí ha ensalzado el trabajo del responsable federal del sector, Diego Giráldez, quien mantiene actualmente conversaciones con el Ministerio del Interior para reivindicar un reglamento que vuelva a incluir a los vigilantes de seguridad como agentes de la autoridad.
Acedo ha recordado que el problema no es exclusivo de los centros de menores: “Si miramos hacia atrás, las agresiones a vigilantes se han dado en el CETI -Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes-, en el hospital… Volvemos a repetirlo: el reglamento de seguridad privada o el código penal tendrían que cambiarlo un poquito”.
El sindicalista ha vaticinado que, tras el refuerzo de personal experimentado en La Fuente, cuando sea necesario recortar, volverán a reducir la plantilla: “Cuando se redactan los pliegos de condiciones, se pone lo mínimo que exige la ley. Y cuando ocurre una agresión, se reacciona ampliando un vigilante más, como si fuera un parche temporal. Después, cuando baja la ocupación, vuelven a recortar seguridad”, ha denunciado.
A su juicio, el trabajo en entornos tan sensibles requiere equipos especializados y funciones claramente diferenciadas. “No podemos tener a un solo vigilante haciendo de todo, como una llave inglesa que sirve para cualquier cosa. Tiene que haber personal suficiente y con tareas bien delimitadas: unos atendiendo incidencias, otros protegiendo al personal técnico o a los menores, y siempre con coordinación”.
Únete al canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp, síguenos en Facebook, Instagram y Twitter, y ACTIVA la CAMPANA DE NOTIFICACIÓN que aparece en la parte inferior para recibir al instante las últimas noticias, alertas y exclusivas directamente en tu móvil o en tu ordenador