Carla Galeote: "Hay que reflexionar sobre por qué hay tantos hombres que amenazan con violar a mujeres feministas"

VIOLENCIA MACHISTA EN REDES

La jurista e influencer ilerdense se muestra contraria a “compadrear” con la ultraderecha, como Rufián con Quiles, y a favor de endurecer las penas para determinados delitos o de regular el anonimato en redes. “Cuando una recibe una campaña de acoso está sola en su habitación”

Carla Galeote mientras fue presentada en el IES Abyla.
Carla Galeote mientras fue presentada en el IES Abyla. | NICOL'S

Ceuta/ A Carla Galeote (Lleida, 24 años) la siguien miles de personas en redes, pero cada vez que ‘se mete’ en alguna polémica sufre extremas campañas de odio que llegan a las amenazas de muerte y de violación. No obstante, esta abogada e influencer ha sabido darle “la vuelta a la tortilla” a estos ataques y el pasado 17 de noviembre acudió al IES Luis de Camoens a las jornadas ‘Democracia, Igualdad, Convivencia y Libertad’ para impartir una ponencia sobre la violencia machista en la esfera digital en el marco del 50 aniversario de la muerte de Franco.

En esta entrevista, la autora de ‘Hablemos de feminismos’ (Ediciones Península, 2023) responde a las polémicas, así como se muestra contraria a “compadrear” con la ultraderecha —como sostiene que hace el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, con el agitador Vito Quiles— y a favor de endurecer las penas para determinados delitos o de regular el anonimato en redes para evitar esta violencia. “Hasta que no haya castigos ejemplares no vamos a dejar de culpar a la víctima”, afirma convencida.

Pregunta. Tengo entendido que es la primera vez que visitas Ceuta. ¿Cuál ha sido tu impresión de la ciudad y cómo ha sido la acogida de tu ponencia y del debate posterior?

Respuesta. La verdad que fue genial y me sorprendió mucho. No conocía Ceuta y la verdad es que tengo muchas ganas de volver. Eso sí, me di cuenta de que está muy mal comunicada a nivel peninsular; no sé si se tendría que mejorar con un transporte más accesible y más rápido, pero por lo demás, muy bien, la verdad.

R. En el debate participaron bastantes chicas, también alguna señora mayor, y demostraron la preocupación que hay hacia un desconocimiento que es la violencia digital, porque creo que hasta que no se ve o no se materializa con ejemplos la gente no es consciente de la violencia machista que hay en redes sociales y de la barbaridad que es. Así que se generaron dinámicas, conversaciones y también reflexiones muy interesantes sobre qué es lo que podemos hacer para para mejorar el asunto.

P. ¿Cómo se relaciona la temática de tu ponencia, la violencia de género en las redes sociales, con el motivo de las jornadas, los 50 años de memoria democrática tras la muerte de Franco?

R. Yo creo que se relaciona de una forma muy abrupta. O sea, la violencia digital o la violencia machista que hay en redes sociales parte de discursos como el mío, ¿no? De gente que habla de feminismo y de una nueva construcción de las masculinidades o del empoderamiento sexual por parte de las mujeres.

R. Eso vulnera unos valores, que son los tradicionales del franquismo, conformados en que la mujer tenía que ser más sumisa, más callada y no tenía que participar de la esfera política y pública; así como que los hombres, contrariamente, eran los que tenían el poder económico o eran los que podían tener una carrera profesional.

R. Todo esto es lo que estamos viendo ahora mismo: el auge reaccionario en las redes sociales porque los chicos jóvenes con esa reflexión del franquismo, que parece que no pero que sí lo es, se están viendo amenazados por parte del feminismo. Parece muy nuevo, pero no es algo distinto a lo que nuestros abuelos seguramente ya pensaban en esa época.

P. Me sorprendió que en tu ponencia dijeras que nuestra sociedad no es más reaccionaria que la de nuestros abuelos y, además, que no podía serlo.

R. No, no podía serlo de ninguna forma porque en ese entonces hubo una guerra civil, en ese entonces hubo después un golpe de estado y una dictadura. Entonces, no podemos decir que la juventud actualmente es más reaccionaria que en la época de Franco. Eso me parece una barbaridad, porque, por ejemplo, en ese entonces, las mujeres no podíamos abrir una cuenta bancaria, no podíamos trabajar y no podíamos ni presentarnos en unas elecciones. Lo que pasa es que ahora el machismo se ve muchísimo más por las redes sociales y porque las mujeres también nos estamos quejando más y nos estamos revolucionando, pero no es algo distinto a lo que pasaba entonces.

P. Parte de tu discurso está relacionado con experiencias propias que sufres simplemente por por ser mujer. Han abierto páginas porno con fotos tuyas, te han amenazado de muerte y de violación, han suplantado tu identidad... Proponías, entre otras cosas, el endurecimiento de penas para algunos delitos, y teniendo en cuenta que eres jurista, supongo que esto implicaría al menos modificar el delito de amenazas.

R. El que para mí más se tiene que modificar es el delito de acoso y lo que es un delito de odio. Porque, por ejemplo, el delito de acoso, tal y cual está ahora mismo reconocido en el Código Penal, es un acoso de la época de antes de la era digital: era un acoso que pasaba de una forma continuada en la calle y para el que se tenía que demostrar que tu vida cambiaba. Claro, eso no pasa con el acoso digital.

R. Si bien es cierto que puede cambiar tu forma de vivir, el acoso digital puede darse en un momento muy concreto; de que te organicen una campaña un día y que sean cinco mil personas acusándote. Eso, legalmente, como no es continuado en el en el tiempo, no se reconoce como acoso. Entonces, se tienen que adaptar los delitos a lo que es la esfera digital, claro.

R. Por ejemplo, otra cosa: si te envían imágenes sin tu consentimiento desnuda, esto no es reconocido como un delito a no ser que seas menor de edad. Entonces, eso también se tiene que adaptar, porque somos muchas las mujeres que hemos recibido fotos desnudas de hombres sin nuestro consentimiento, y eso tendría que estar perseguido, por supuesto.

P. Y además, parte de estos delitos están relacionados con el simple hecho de que las víctimas sois mujeres, ¿no?

R. Claro, pero aparte se juntan varias cosas: es ser mujer, es ser de izquierdas, es ser una chica joven... O sea, que hay muchas cosas que se están juntando en ese “ser mujer” que genera esa violencia, porque no es lo mismo ser una mujer de derechas que una mujer de izquierdas.

R. Que no digo que las de derechas también sufran el machismo, por supuesto que lo sufren como todas las mujeres, pero es mucho más violento cuando eres de izquierdas y es mucho más violento cuando, como en mi caso, tienes veinticuatro años, que aún hay más carta blanca.

P. Tu discurso diario en redes y en los medios de comunicación es muy valiente pero, ¿cómo se toma tu familia esa reacción tan violenta contra tus ideas?

R. Eso es un debate diario, porque mi familia tiene redes sociales, mi familia está al día de lo que estoy haciendo, y eso depende del momento. Mi madre es, por ejemplo, la que peor se lo toma. Es normal, es mi madre; a ella le gustaría que no estuviese haciendo lo que hago porque me imagino que ser madre y ver cómo están amenazando de violación a tu hija no es agradable.

R. Pero bueno, al final mi familia me apoya, me ha dado las alas y también me ha educado de una forma para que yo pueda alzar mi propia voz, pero me imagino que no debe de ser nada fácil —vamos, porque me lo dicen y porque lo veo— para unos padres ver las amenazas que recibe su hija.

P. No comparto en absoluto esta opininión, pero en la calle se dice que, como te expones, tú te lo buscas.

R. Claro, eso es como, “bueno, lloradita vienes de casa, y si no quieres recibir amenazas, pues chica, no publiques nada”. Yo creo que aquí el punto está en que hemos violado mucho lo que es la libertad de expresión, ¿no? Y hemos normalizado esta violencia y hemos normalizado que decirte que “ojalá te violen” o que “ojalá te maten” sea libertad de expresión.

R. Entonces, creo que socialmente se cree que, como es un ejercicio de decir lo que uno piensa... Pero no, el ejercicio de decir lo que uno piensa es lo que hago yo, que es hablar de feminismo y es hablar de unas ideas políticas con las que tú puedes estar más de acuerdo o no. Pero desde luego, la libertad de expresión no puede ser la violencia, la amenaza o el odio.

R. Por eso digo que se tienen que endurecer las penas, porque creo que hasta que no haya castigos ejemplares y una educación en las escuelas, que va a llevar un tiempo, no vamos a dejar de culpar a la víctima, que en este caso soy yo o cualquier feminista, de que “si no quieres que te insulten, pues no te expongas en redes sociales”.

R. Lo que tendríamos que estar reflexionando es sobre por qué hay tantos hombres en redes sociales, tantos y tantísimos, que deciden amenazar con violaciones a muchas mujeres feministas o enviarles fotos desnudas. Es que tal vez tenemos que reflexionar por qué ellos hacen esto, no que nosotras lloremos.

P. Y además, muchos desde el anonimato, ¿no?.

R. Claro. Yo creo que esto no lo puedo demostrar porque no se ha hecho en ninguna parte del mundo, pero yo estoy convencida que si se persiguiese el anonimato… No que no existiese, ¿eh? Estoy muy a favor de que exista el anonimato, me parece genial, pero creo que si tú te haces un perfil en cualquier red electrónica tienes que escanear tu DNI para que la Policía: uno, te pueda encontrar más fácilmente, que eso es una cosa que pasa cuando vas a denunciar, que muchas veces la Policía no puede rastrear de quién es ese perfil.

R. Y dos, estoy convencida de que, como elemento disuasorio, si tuvieran que escanear su DNI, las personas se pensarían más de dos, tres, cuatro o cinco veces lo que van a publicar. Estoy convencida de ello.

P. Con la llegada de Trump a la Casa Blanca las redes sociales se han vuelto más machistas y más reaccionarias. ¿Cómo lo combates tú, cuáles son tus técnicas?

R. Pues te podría decir que haciendo dos cosas. La primera, persistiendo. Yo creo que es importante no abandonar los espacios y creo que es importante alzar la voz, aunque cuesta muchas veces. Y también digo que a quien le cueste, yo entiendo que se retire y que se cuide. Pero creo que es muy importante no entrar en dinámicas violentas, creo que es importante no darle alas a los discursos que claramente son bulos o que son desinformación.

Galeote posa con el cartel de las jornadas en el IES Luis de Camoens.
Galeote posa con el cartel de las jornadas en el IES Luis de Camoens. | S.C.

R. Creo que no tenemos que coleguear y compadrear con Vito Quiles, por ejemplo, que es una cosa que Gabriel Rufián hace mucho y que a mi modo de ver creo que no es lo que se tiene que hacer. Y seguir y marcar agenda, y estar haciendo nuestro propio discurso, no solamente reaccionar al de la extrema derecha, sino hacer nuestro propio discurso y crear nuestra propia agenda política.

P. Sobre las redes sociales, y después de cinco años creando tu propia comunidad, supongo que encontrarás también cosas buenas en ellas, ¿no?

R. Es cierto que cuando tú ves que lo que haces tiene un reconocimiento y tiene cosas muy bonitas y la gente es agradable, eso ayuda. Pero sí que es cierto que cuando una recibe una campaña de acoso está sola en su habitación, ¿no? Entonces, si bien es cierto que la comunidad digital es importante, creo que lo que se tienen que hacer son espacios físicos.

R. Por ejemplo, yo creo que cualquier mujer que denuncie violencia digital tendría que tener un abogado de oficio. Es una propuesta que he hecho varias veces y que no sé si algún día se va a hacer. Es cierto que obviamente tener una comunidad y 5.000 mensajes de apoyo es muy bonito, pero la que se enfrenta a un juicio con un coste económico tan elevado y a que sus padres estén llorando en su casa es la persona que recibe todo ese odio.

P. Sobre alguna de tus polémicas en redes, creo que la última ha causado mucho revuelo, la adopción de un celibato voluntario porque sientes un “heteropesimismo” hacia los hombres.

R. Fíjate, eso es lo que suele pasar. Yo he hecho un vídeo hablando de una cosa que me que a mí me resonaba a nivel individual y he hablado con mis amigas, y una vez se hace ese vídeo, ese vídeo genera una comunidad, porque hay muchas mujeres que compartimos esta misma experiencia. Esa es la importancia de que las mujeres hablemos entre nosotras, alcemos la voz y nos podamos contar cosas que parecen... Bueno, aisladas y demás.

R. Y, por ejemplo, con el tema del celibato voluntario o con el tema de ese heteropesimismo de estar manteniendo relaciones con hombres que ves que son un chasco, hablando directamente, te das cuenta que tal vez no es una cosa solo mía, que ha sido una cosa viral porque hay muchas mujeres que se sienten igual. Entonces, las contrarreacciones que se han generado, que no me sorprenden para nada, reafirman un discurso feminista, que es que hay muchos hombres que no se quieren trabajar.

P. Otra de las polémicas está centrada en un vídeo que publicaste de tu vecino y que llegaste a denunciar por exhibicionismo. No sé si fructificó el caso a nivel judicial o si él también llegó a denunciarte a ti, como publicaron muchos medios.

R. No, no. Aquí claramente lo que se vio fue una campaña de acoso y derribo. Yo nunca fui denunciada, de hecho, él tuvo una denuncia y varias, muchas, por parte de la Policía. Yo no quiero hablar mucho más de este tema porque me di cuenta de cómo de una mentira que salía en Twitter se hicieron miles y miles de titulares diciendo que yo me enfrentaba a penas de cárcel. Eso es totalmente mentira porque a mí nadie me denunció.

R. Y, bueno, es lo que vemos siempre, que una mujer denuncia violencia sexual y hay una parte de la sociedad que gira la tortilla y la víctima termina siendo el agresor, y eso es todo lo que puedo decir.

P. Saliendo del tema jurídico y de las polémicas. Uno de los asuntos que tratas más son los problemas de salud mental que vienen como consecuencia de esta violencia en redes. ¿Crees que se deben destinar más recursos públicos en esta materia?

R. Claro. Que una de las cosas que se tendría que hacer es invertir más dinero público en sanidad para que haya psicólogos de calidad y públicos, eso por supuesto, pero de nada sirve si no se regulan las redes sociales, que actualmente son el mayor nicho de violencia, de bullying y de acoso; eso es una evidencia. Insisto, regular el anonimato, que las menores no se tengan que ver expuestas a contenido sexual o sexualizado, a amenazas, a insultos, a que llamen “puta” por enseñar la ropa a una niña de catorce o quince años; eso creo que es fundamental.

R. Y después hay otra otra cosa que también se podría hablar, que es cómo hay muchas influencers que exponen a sus hijos menores de edad, ¿no? Entonces, creo que es muy importante dar más dinero a la psicología pública, por supuesto, pero que de nada sirve eso si no se regula donde se está generando ese acoso y ese bullying, que es en las redes sociales mayoritariamente.

P. Ya terminando, Carla. Creo que estudiaste Derecho y luego comenzaste un máster, pero no sé si vas a dedicarte más a trabajar en despachos de abogacía o más bien al activismo, a la comunicación o a la política. ¿Cómo te ves en un futuro?

R. Yo soy abogada, ya terminé el examen de acceso y soy colegiada. Durante un año y pico estuve trabajando en un despacho especializado en violencia machista, y la verdad que fue una muy buena experiencia, a pesar de ser un sector muy precarizado, ya que estamos. Pero ahora mismo me he decidido centrar en la divulgación en las redes sociales, que me gusta mucho.

R. Entonces, no sé si en un futuro me voy a dedicar solamente a la divulgación o voy a volver a la abogacía o a trabajar en política. Eso no lo sé, el futuro es muy incierto, pero seguro que va a ser defendiendo los derechos de las mujeres, sea lo que sea lo que haga.

P. ¿Quieres dar un mensaje abierto a quien lea esta entrevista?

R. Que es muy importante en estos tiempos donde las redes sociales cada vez normalizan y naturalizan más los discursos de extrema derecha, alzar la voz, unirnos, dejar las disputas ideológicas y dejar de separarnos para trabajar en un objetivo común, que es la democracia y la igualdad de género.

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