La Ciudad abre un expediente sancionador a Migraciones por los ruidos del CETI

El consejero de Medio Ambiente, Servicios Urbanos y Vivienda de Ceuta, Alejandro Ramírez, ha firmado un decreto por el que abre un expediente sancionador al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, titular del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), por la presunta comisión de una infracción grave de la Ordenanza Reguladora del Ruido, Vibraciones y Contaminación Acústica. Esta medida es la consecuencia del cumplimiento de lo prometido por el también portavoz gubernamental en el pleno celebrado el 30 de octubre, en el que fue interpelado por Vox debido a las repetidas quejas de los vecinos de la urbanización La Colina -que colinda con el CETI- por los escándalos que se producen dentro y en las inmediaciones del centro. Ramírez acordó que enviarían a efectivos de la Policía Local a la zona para comprobar si se estaba o no incumpliendo con la ordenanza municipal.

La Policía Local se personó en el Jaral a primera hora de la tarde del 18 de noviembre, cuando fue requerida por residentes del referido vecindario. Todo ello según la información a la que ha accedido El Pueblo de Ceuta. Aquel día, los agentes procedieron a interponer una denuncia contra el CETI por el “uso no autorizado en el medio ambiente exterior de elementos de megafonía, o de los dispositivos sonoros señalados en el artículo 38 de esta ordenanza”. Un día después, el cuerpo de seguridad regresó a la zona a una hora similar. Los efectivos procedieron a la realización de la evaluación acústica en el interior de una de las casas de la urbanización.

Detectaron que la “fuente sonora” se encontraba en las instalaciones del CETI, y que probablemente se trataba de un equipo de música. Realizaron un total de seis mediciones, que sirvieron al agente para concluir que “se sobrepasan los valores límites del valor legal en 6 dBA (Decibelio Ponderado A) en período diurno (de 07:00 a 19:00), ya que el valor máximo estipulado para los dormitorios no colindantes en período diurno es de 40 dBA, a los que hay que añadir 5 dBA más (por tratarse de evaluaciones ocasionales o puntuales), habiendo una diferencia de 6 dBA”.

Las instalaciones susceptibles de producir ruidos o vibraciones que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas o bienes, están sujetas a lo estipulado en la Ordenanza Reguladora del Ruido, Vibraciones y Contaminación Acústica, en virtud de su artículo 2.2. En él se dispone que las normas de la ordenanza “son de obligado cumplimiento, sin necesidad de un previo acto de requerimiento de sujeción individual, para toda actividad que se encuentre en funcionamiento, ejercicio o uso, y comporte la producción de ruidos”. El agente a cargo de las mediciones elaboró un informe de evaluación ambiental que fue incorporado al expediente.

Son algunas de las pruebas que servirán a la Consejería de Medio Ambiente para decidir si proceder a la imposición de la sanción o archivar el expediente.