Un subsahariano detenido tras agredir a un guardia con un garfio después de saltar la valla

Esta noche ha podido vivirse una auténtica tragedia en la frontera de El Tarajal. Un agente de la Guardia Civil ha resultado herido este sábado tras ser atacado con un objeto punzante durante un intento de entrada irregular en la frontera de Ceuta, en una jornada marcada por la presión migratoria y las adversas condiciones meteorológicas provocadas por la borrasca Emilia, según ha informado el Gabinete de Prensa del instituto armado.

Los hechos ocurrieron durante un dispositivo de control fronterizo en el que los agentes trataban de contener varias entradas a nado y saltos a la valla perimetral. En ese contexto, uno de los inmigrantes atacó “de forma violenta” a un guardia civil utilizando un garfio, un objeto metálico con capacidad lesiva. No es el típico caso de inmigrante que agrede a un agente al ponerse nervioso. No. Ha sido una acción premeditada, y ha ido directamente a la cabeza, pero afortunadamente ha fallado".

Como consecuencia de la agresión, el agente sufrió una herida profunda en un brazo, según las mismas fuentes, que precisó asistencia sanitaria en una clínica privada. El ataque, añaden, iba dirigido a la cabeza del guardia civil, lo que pudo haber tenido consecuencias mucho más graves." Afortunadamente, el inmigrante no ha conseguido su objetivo, pero el compañero se ha llevado no solo el susto, sino un buen corte en el brazo", confirma la citada fuente.

Desde la Guardia Civil se subraya la peligrosidad del suceso y se alerta de la escalada de violencia en la frontera sur, especialmente en situaciones de alta presión migratoria como la vivida en las últimas horas en Ceuta, coincidiendo con el fuerte temporal que afecta a la zona.

Las fuentes consultadas denuncian además la “inferioridad numérica y de medios” con la que, a su juicio, trabajan los agentes destinados en la frontera, frente al uso de armas u objetos peligrosos por parte de algunas personas que intentan acceder de forma irregular al territorio nacional.

En este sentido, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AIGC) no se ha tardado en reclamar un refuerzo urgente de medios materiales y humanos, así como mayores medidas de protección para los efectivos que prestan servicio en uno de los puntos más sensibles de la frontera exterior de la Unión Europea.

Asimismo, se vuelve a poner sobre la mesa la reivindicación del reconocimiento de la profesión como actividad de riesgo, una demanda histórica del colectivo que cobra especial relevancia tras episodios como el ocurrido en Ceuta.

“¿Qué más tiene que pasar?”, se preguntan desde el entorno del instituto armado, que advierte de que la seguridad de los agentes no puede seguir viéndose comprometida en operativos de alto riesgo sin los recursos adecuados.

El agente herido evoluciona favorablemente y continúan los dispositivos de vigilancia reforzada en la frontera ceutí ante la persistencia del temporal y la presión migratoria.