"Te voy a quitar de en medio": el guardia civil que amenazó a su expareja con la reglamentaria no irá a prisión
VIOLENCIA DE GÉNERO
La acusación particular pedía inicialmente 26 años de cárcel por 11 delitos de violencia de género, pero tras reconocer los hechos ha sido condenado a 20 meses, que quedan suspendidos durante los próximos cuatro años

Ceuta/ El guardia civil que, entre otros delitos que se le imputan, amenazó a su exmujer con la pistola reglamentaria del cuerpo, finalmente no irá a prisión tras haber reconocido los hechos y haber sido condenado a solo 20 meses de cárcel, si bien inicialmente la acusación particular pedía 26 años, como adelantó El Pueblo de Ceuta el pasado mes de mayo.
El agente acusado responde a las iniciales J.J.C. y este miércoles se ha conformado con la pena que ha solicitado la Fiscalía, que tanto en la audiencia preliminar de mayo como cuando fue suspendido el juicio en julio pedía 13 años de cárcel —la mitad que la representación letrada de la víctima—. Estaba acusado de un delito de violencia habitual, de seis ilícitos diferentes de lesiones y de otros cuatro de amenazas: en total, 11 delitos relacionados con la violencia de género, algunos de los cuales cometió, además de contra su expareja, contra el hijo menor de edad de su exmujer y contra la propia niña que tiene en común con la denunciante.
El reconocimiento de los hechos ha permitido que el Ministerio Público modifique su escrito de acusación y que se elimine el principal delito de violencia habitual y varios de los otros.
Finalmente, J.J.C. ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta a 20 meses de prisión como autor de tres delitos de amenazas y de uno grave de lesiones. No obstante, la pena de prisión queda suspendida durante los próximos cuatro años con las condiciones de que no vuelva a delinquir en este periodo y deque haga un curso de respeto a la mujer.
“A ti también te voy a matar”
La Fiscalía ha expuesto los hechos por los que se ha condenado al agente, que si bien tuvo una relación sentimental con la denunciante desde 2014 hasta 2018, posteriormente y hasta que se presentó la denuncia en 2021 continuó maltratando a su expareja.
El principal episodio de amenazas se produjo en 2018, cuando amedrentó a la mujer apuntándola con la pistola reglamentaria de la Benemérita en el domicilio común y le dijo que la iba a “quitar de en medio” para tener “un problema menos”. Esto lo hizo en presencia del hijo de la mujer, menor de edad entonces y aún en la actualidad, a quien amenazó con hacerle “lo mismo” que a su madre.
El delito grave de lesiones se produjo en 2020, cuando le propinó a la mujer un cabezazo en la nariz que le produjo un “perjuicio grave” que requirió ingreso hospitalario y 45 días de estabilización. Durante los años 2020 y 2021, volvió a amenazarla en los mismos términos, avisando de nuevo de que si no volvía con él la iba a “quitar de en medio”, al igual que a la hija en común. “A ti también te voy a matar”, le espetó a esta última en una ocasión.

Finalmente, el agente ha sido condenado a cuatro meses y medio de prisión por dos de los delitos de amenazas, mientras que por las lesiones graves (el cabezazo en la nariz) se le han impuesto otros ocho y por un tercer ilícito de amenazas ha sido sentenciado con otros tres.
A estas penas privativas de libertad hay que sumar órdenes de alejamiento e incomunicación de más de cinco años para algunos de los ilícitos, tanto de la mujer como de los niños según el caso.
En algunos de los delitos concurren las atenuantes de dilaciones indebidas —por la distancia de los hechos en el tiempo— y de reparación del daño, ya que el acusado ha consignado más de 23.000 euros de los 100.000 que suma la indemnización por los daños morales y físicos ocasionados a la mujer. También concurren en algunos la agravente de parentesco.
Retirada del arma
De acuerdo con la información recabada a través de fuentes judiciales y publicada por El Pueblo de Ceuta el pasado mes de mayo, la Guardia Civil le retiró al agente el arma reglamentaria en al menos una ocasión —y luego le fue devuelta—, así como estuvo “cerca” de entrar en prisión preventiva durante el proceso de instrucción de la causa.
En relación al porte de pistolas, otras de las penas accesorias a la condena es la prohibición de tenencia de armas al menos durante los próximos cuatro meses por uno de los delitos de amenazas, a lo que hay que sumar al menos cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad con la hija que la pareja tiene en común.
Al igual que cuando el acusado declinó reconocer los hechos en la audiencia preliminar de mayo y cuando se suspendió el juicio en julio para el cotejo del archivo de las conversaciones de WhatsApp, la vista este miércoles prometía ser larga y podría haber durado toda la jornada. Estaban citados a declarar al menos ocho testigos, entre ellos el adolescente hijo de la denunciante, que aún es menor de edad. También se esperaba la comparecencia de peritos y de un agente de la Policía Nacional.
En mayo no se habían practicado periciales psicológicas o psiquiátricas que pudieran servir de atenuantes, por lo que el trato con la Fiscalía ha resultado muy beneficioso para el condenado.
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