Los médicos de Ceuta siguen en huelga: “No hay actividad programada”

La huelga nacional de médicos de cuatro días iniciada este martes no está pasando desapercibida en los pasillos del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE). El pabellón de Consultas Externas “está bastante vacío”, explica la neumóloga Cintia Merinas, quien reta a quien dude de ello a acercarse por donde los especialistas para comprobarlo. También halló casi desiertos los quirófanos este miércoles la doctora cuando acudió hasta allí para atender a un paciente. Es por ello que a la facultativa le resulta “muy extraño” el seguimiento oficial difundido por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), que cifra en 17 y 16 el número de doctores que secundó el paro en su primer día y segundo día respectivamente.

La médica atendió a la prensa durante la concentración celebrada a las puertas del HUCE, a la misma hora que la protesta de ayer, las 11:30h. Continuarán reuniéndose en el mismo lugar hasta el último día de paro, dedicando cada uno de ellos a una de las muchas reivindicaciones que justifican la huelga estatal que, según los convocantes -la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos-, está teniendo un seguimiento del 85% en toda España. A la movilización de este miércoles se acercaron alrededor de 15 facultativos. La neumóloga aseguró que la repercusión en Ceuta del paro se traduce en consecuencias notables: “No hay actividad en consultas, que es nuestra actividad programada”. Como el resto de sus compañeros, lamenta que los pacientes se vean afectados, pero precisamente por ellos asegura que lo hacen: “La población tiene que enterarse de lo que está sucediendo con sus médicos. Por eso hemos decidido tomar estas medidas”.

Mientras INGESA habla de un seguimiento del 8.74% en el segundo día de huelga, con 13 médicos de Atención Especializada y tres de Primaria secundándola, el Sindicato Médico de Ceuta (SMC) dibuja una realidad radicalmente diferente. La entidad -perteneciente la confederación convocante del paro nacional-, ha informado a El Pueblo de Ceuta de que el 70% de los médicos de la ciudad se han sumado este miércoles a la pausa. Según los datos que manejan, tanto ayer como hoy se ha suspendido la actividad quirúrgica al completo -tan solo operaron a un paciente oncológico, por su gravedad-.

En el primer día de huelga, se cancelaron todas las cirugías previstas para Cirugía General, Ginecología y Oftalmología, además de cerrarse las consultas de Urología, Cirugía General, Anestesia, Traumatología, Oftalmología y Cardiología. En el segundo día de huelga se ha anulado el total de las intervenciones quirúrgicas y se han suspendido las consultas en la Unidad del Dolor, Digestivo, Cirugía General, Oftalmología, Traumatología, Neumología, Urología y Cardiología. “No queremos sacar pecho. Estas cifras nos parecen un fracaso, al final los pacientes pagan las consecuencias de la actitud de la ministra -de Sanidad-”, confiesan fuentes del SMC consultadas por este diario.

Desde la entidad explican el baile de cifras arguyendo que INGESA “es una máquina de mentir”. “Discrepamos de cualquier dato que ofrezca”, sentencian, para después denunciar que la institución no contabilice a los profesionales que, pese a apoyar la huelga, tengan que trabajar en régimen de servicios mínimos. Además, critican el hecho de que la institución rechace ofrecer datos oficiales sobre la cancelación de consultas y cirugías, cifra que este diario ha intentado sin éxito extraer de la administración. El INGESA asegura que este miércoles trabajan de mínimos 32 facultativos en el HUCE, cuatro en el SUAP y nueve en Primaria. “La jornada se ha desarrollado sin incidencias, garantizándose en todo momento la atención sanitaria a la ciudadanía mediante el cumplimiento de los servicios mínimos establecidos”, han expresado en un comunicado difundido a la prensa.

Las demandas

En el meridiano del paro nacional, la portavoz de los médicos concentrados en Ceuta ha querido centrar sus reivindicaciones en una de las demandas quejas del colectivo: “hora trabajada, hora computada”. En la actualidad, las horas de guardia de los médicos no les son computadas como jornada laboral efectiva, por lo que no cotizan para la jubilación, pero el dinero que generan sí cuenta como ingresos sujetos a impuestos. “Creo que es fácil de entender para la población trabajadora que cuando uno trabaja esa hora tiene que computarle para el día de mañana, el día de su jubilación. A nosotros no nos ocurre eso”, explicó Cintia Merinas. Además, les son peor retribuidas que las horas ordinarias.

Los médicos quieren un Estatuto propio, que regule sus condiciones laborales de manera independiente al resto de categorías del Sistema Nacional de Salud (SNS), al considerar que su profesión acarrea las suficientes especificidades. Quieren un texto legal aparte y una negociación individual con el Ministerio de Sanidad, ya que, hasta el momento, los interlocutores válidos son los sindicatos con representación en el Ámbito de Negociación, donde tan solo hay un médico, debido a que representan tan solo el 16% de la plantilla del SNS. El estatuto marco propio es la línea roja, sin ello no habrá acuerdo con la cartera de Mónica García. Una vez logrado el objetivo principal, buscan que el Gobierno cree “unas normas” que les permita “no trabajar tantas horas seguidas”, tener “unos descansos dignos”, los cuales “se respeten siempre y sean un derecho sin tener que ser solicitados”.

La neumóloga confía en que la generosidad y la solidaridad de la ciudadanía los llevará a comprender el paso que han tomado al convocar la huelga: “Si quieren una medicina de calidad para ellos y sus familias lo van a entender y compartir y, además, probablemente, nos apoyarán”. Aseguró que están dispuestos a llegar “hasta donde haga falta”. “No estamos pidiendo nada injusto para nadie, nada que sea desorbitado. Son nuestros derechos, lo derechos de todos los trabajadores”.

Los médicos reclaman la aprobación de un Estatuto Marco específico que reconozca su responsabilidad, su carga asistencial y su alta cualificación, diferenciando las titulaciones MECES III de las MECES II. Piden la creación de un grupo A1+, para que la administración los encuadre dentro de ese grupo profesional adecuando así su salario y obligaciones al nivel real de su formación y trabajo. También solicitan una reforma profunda del régimen de incompatibilidades, que consideran discriminatorio. Exigen que las guardias dejen de usarse para suplir la falta de personal y se consideren una actividad extraordinaria remunerada, además de su inclusión en el cómputo de la jubilación y la posibilidad de acceder a una jubilación anticipada.

Denuncian la temporalidad y precariedad que caracteriza sus contratos y solicitan su eliminación mediante plazas estables y procesos transparentes. Reclaman límites estrictos para evitar jornadas que superen las 45 horas semanales, a su juicio insostenibles y perjudiciales para la calidad asistencial.