Las tres inspectoras médicas de la Seguridad Social, de baja desde hace un mes
SEGURIDAD SOCIAL
Dos profesionales del INSS en Madrid se encargarán de supervisar por videoconferencia las incapacidades temporales de Ceuta. Desde CCOO se preguntan qué harán en caso de precisar revisiones presenciales

Ceuta/ La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en Ceuta se encuentra sin inspectores médicos activos desde hace un mes. Las tres facultativas a cargo del control y la supervisión de incapacidades temporales y permanentes permanecen de baja laboral sin que se hayan cubierto aún sus puestos. La administración ha adoptado una decisión temporal para hacer frente a la coyuntura debido a que se desconoce por cuánto tiempo se prolongará la ausencia de las profesionales.
Dos inspectores de Madrid se ocuparán de revisar los casos de la ciudad autónoma por videoconferencia, según han informado a El Pueblo de Ceuta fuentes cercanas a la institución que prefieren mantenerse en el anonimato. La intención de la administración, según continúan, es “empezar cuanto antes” con este modelo para desbloquear la acumulación de expedientes, que comenzaron a amontonarse al concederse la última de las tres bajas médicas, aproximadamente un mes atrás, acorde a la información obtenida por este periódico, que ha intentado, sin éxito, contrastar con el INSS.
El principal perjuicio que genera la ausencia de inspectores médicos es la paralización del control de las incapacidades temporales de larga duración. Una vez superan los 545 días -18 meses-, la Seguridad Social debe determinar si el usuario se encuentra en condiciones de reincorporarse al trabajo o si se le debe conceder la permanente. “Eso está parado. Por eso la urgencia de que los inspectores de Madrid comiencen cuanto antes a revisar”, asegura una de las fuentes consultadas. Explica que, tras vencerse los 18 meses, el trabajador debe obtener una respuesta; de lo contrario, entraría en un limbo, ya que las bajas temporales no pueden prolongarse por más tiempo. “Tienen que ir para un sitio -la reincorporación- o para otro -la jubilación-, no pueden quedarse con la baja más de 545 días”, insiste.
Tampoco se están realizando las supervisiones de las bajas a los cuatro y a los doce meses, como está estipulado. Estas revisiones de las bajas concedidas por los médicos de cabecera sirven como mecanismo de control para evitar posibles fraudes y que “no se produzcan abusos del absentismo”, comprobando que las bajas médicas están clínicamente justificadas. Además, las empresas pueden solicitar al INSS la revisión de casos de empleados antes de los plazos ordinarios -mínimo cuatro meses-. De ahí la “importancia” de contar con inspectores en activo que puedan atender la demanda.
Una solución “insuficiente”
Para el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ángel Lara, la solución ideada por el INSS para solventar la falta de médicos es “insuficiente” y “no debería mantenerse en el tiempo”. El sindicalista recuerda que la esta medida temporal no permite que los trabajadores de Ceuta sean sometidos a las revisiones médicas presenciales que, a veces, los inspectores de la Seguridad Social precisan. En ocasiones, cuando la información documental es insuficiente o contradictoria, hay sospecha de que la incapacidad no está justificada o se acercan los 18 meses, los profesionales del INSS deciden someter a los usuarios a exámenes físicos o pruebas que complementan los informes elaborados por los especialistas o médicos de cabecera.
“Si les tienen que hacer alguna exploración física, de esta manera, a través de una pantalla de ordenador, es imposible”, apunta. “No puede ser una solución a largo plazo”, insiste Lara, quien aprovecha la problemática en el INSS para recordar que otra institución dependiente de la Administración General del Estado se halla en una situación similar, de falta de médicos: el IMSERSO.
El Instituto de Mayores y Servicios Sociales lleva un año sin profesional de la Medicina en su equipo de valoraciones del grado de discapacidad, lo que ha ocasionado una lista de espera que llegó a acumular mil personas a la espera de sus certificados, según informó en marzo el ya exdirector territorial de la institución, Juan José López Cabrales. Ya en abril, ante la imposibilidad de hallar otro doctor para cubrir el puesto, adjudicaron a Rusadir Media S.L -la Septem- la realización de las valoraciones, cuyo contrato -por 14.950 euros- expirará a finales de octubre.
El referido equipo del IMSERSO tampoco cuenta ya con la psicóloga en activo. Se encuentra de baja desde mayo, cuando se dio de baja psicológica tras la denuncia pública de la madre de un usuario -menor de edad- con autismo a quien, según relató a la prensa su progenitora, la sanitaria le dijo que nunca sería “nada en la vida”. La institución se encuentra sin director desde que Cabrales aceptara una plaza como profesor en CEPA Edrissis para este curso. Ayer se quedaron sin subdirector, tras la jubilación de Miguel Ángel Álvarez Manzanero, que será sustituido temporalmente por el funcionario ‘de la casa’ José María Marfil, que asumirá el cargo en comisión de servicios.
Otra incapacidad temporal concedida en mayo preocupa en los pasillos del IMSERSO. Concretamente, en el departamento de Atención a la Dependencia; la de su coordinador, Fernando Jimeno. Su ausencia está provocando demoras en la valoración de la dependencia, ante la dificultad de organizar el trabajo, según fuentes consultadas del interior de la administración.
Ángel Lara cree que la solución debe ser adoptada en altas instancias. Para el sindicalista, el problema reside en la escasez de plazas que se convocan cada año para graduados en Medicina. “Hay que incrementar las plazas. Si no, dentro de poco, con las jubilaciones, vamos a tener una carencia enorme, no solo en hospitales, sino también en lugares como el INSS o el IMSERSO”.
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